‘S.O.S. bienestar’, de Jean Van Hamme y Griffo

Editorial: Norma.

Guión: Jean Van Hamme.

Dibujo: Griffo.

Páginas: 192.

Precio: 32 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2018.

Hay algo inquietante en la lectura de S.O.S. bienestar, y no precisamente porque algo falle en la narración de Jean Van Hamme y Griffo. Lo inquietante viene precisamente porque lo que imaginan tiene un cariz de verosimilitud, incluso desde la ingenuidad del lejano final de la década de los 80 en que se publicó la primera historia de la serie, que irremediablemente asusta. Sí, todo es exagerado, incluso dentro de los amplios cambios sociales que se estaban implantando en aquellos años. Es ciencia ficción evidente, en la que Ray Bradbury y su Farenheit 451 ejercen una clara influencia. Pero se reconocen detalles en nuestra realidad. Lástima que solo los lectores más veteranos puedan hacer el ejercicio, tremendamente interesante, de comparar las sensaciones que provocó este cómic cuando se publicó por primera vez y las que provoca hoy en día. Pero se podría apostar a que el desasosiego es parecido. Puede que más incluso hoy en día, porque esa ingenuidad que pueda tener el escenario que se plantea se siente ahora más que entonces. Pero el ansia revolucionaria de nuestros días no es tampoco el de antaño. Así que, si, asusta pensar en una sociedad en la que el poder siga extendiendo sus tentáculos de control a más aspectos todavía de los que ya tenemos supervisados hasta el extremo. Ciencia ficción. Seguro que sí. Pero de la que asusta.

Aspiraciones profesionales, ¡A su salud!, ¡Vivan las vacaciones!, Seguridad pública, Planificación familiar, Profesión protegida y Revolución son los títulos de las seis historias que conforman S.O.S. bienestar, y dan una idea bastante clara en muchos casos de por dónde van los tiros. Van Hamme exagera, claro, tiene que hacerlo. Pero es tremendamente realista. No solo identifica sectores en los que el poder tiene puestos los ojos desde hace ya bastante tiempo, sino que a partir de ahí genera historias muy bien planificadas. No solo vale la idea, sino que traza muy bien el desarrollo, el escenario y la resolución. Ver las consecuencias de estar fuera de un sistema sanitario público monopolístico es brutal. La manera en la que analiza cómo serían unas vacaciones organizadas desde el Estado para que no todos salgamos en los meses estivales, también. El poder que da controlar la información o las consecuencias de no formar parte de un sistema, incluso la automatización de una justicia ante la que no se puede recurrir, todo forma parte de un mundo que produce terror, agobio y ansiedad. Van Hamme hace que sea muy fácil ponerse en la piel de los personajes que va creando y compartir el ansia revolucionaria que inspira cada relato, incluso aunque sea una revolución podrida y controlada, parte de la visión pesimista del escritor.

Parte de la verosimilitud de la historia está en el dibujo de Griffo, que todavía añade una cercanía mayor y, por tanto, acrecienta el pavor que producen las situaciones que nos cuenta S.O.S. bienestar. Griffo tiene una puesta en escena envidiable, porque incluso cuando parece que no está sucediendo nada hay elementos significativos en la viñeta, en la expresión corporal de los personajes, por supuesto en sus rostros. Todo con una normalidad aparente que, efectivamente, sirve para profundizar en la situación opresiva que denuncia la obra. Puede que en el último episodio sobre todo, por la temática que aborda, le falte algo de movimiento en algunas escenas, pero es un pequeño detalle dentro de un trabajo francamente notable. El tiempo dirá, si es que no nos lo está diciendo ya, si S.O.S. bienestar es una obra profética o simplemente la (des)ilusión de dos creadores preocupados por la deriva de nuestra sociedad contemporánea. Pero el simple hecho de haber sabido atrapar tantos miedos en unas pocas páginas ya merece reconocimiento. Lo merecía cuando la obra salió a la luz hace ya casi tres décadas y lo sigue mereciendo en nuestros días, cuando nuestra actualidad no deja de darles la razón en muchos de los aspectos que nos muestran a lo largo de estos capítulos que al final se entrelazan.

El volumen incluye los tres primeros álbumes de S.O.S. bonheur, publicados originalmente por Dupuis en mayo y noviembre de 1988 y junio de 1989. El contenido extra lo forman sendas introducciones de Jean Van Hamme y Griffo y un portafolio de bocetos e ilustraciones del dibujante.

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