‘Perros vs. gatos’, de José Fonollosa

Editorial: Diábolo.

Guión: José Fonollosa.

Dibujo: José Fonollosa.

Páginas: 120.

Precio: 14,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2017.

Si lo previsible divierte, es que por fuerza está bien hecho. José Fonollosa lleva mucho, mucho, mucho tiempo haciendo viñetas sobre gatos. Parece complicado mantener la frescura en un mundo que, por mucho cariño que se le tenga a estos animales de compañía, es finito. Y sin embargo Fonollosa ha encontrado, otra vez, una nueva manera de seguir contándonos lo mismo sin que lo parezca, manteniendo la sonrisa como la respuesta habitual y continua según pasamos las páginas de sus libros. El título de lo que prolonga su estado de gracia cómico en este mundo es Perros vs. gatos. Las tres primeras páginas son la trampa que se permite Fonollosa para engancharnos. Esto no es una comparativa entre perros y gatos, aunque algo de eso haya en su contenido, sino la historia de dos personajes, un perro y un gato, ambos sin nombre, a través de la relación que mantienen entre ellos y también con un humano sin rostro que es objeto más que sujeto. Lo que resulta es una colección de gags amenos, simpáticos, divertidos, que se mantienen dentro del sano y sincero estilo narrativo que Fonollosa viene manteniendo en este microuniverso desde hace ya unos cuantos años y que al mismo tiempo le permite encontrar un enfoque nuevo para seguir inmerso en un reducto en el que se sigue moviendo como pez en el agua.

El gran peligro al que suele hacer frente Fonollosa es que parezca demasiado sencillo lo que hace, pero Perros vs. gatos supera ese riesgo con su variedad. Hay variedad en los temas con los que confronta el comportamiento entre canes y felinos, va rotando el protagonismo. Y también la composición de página. Con su estilo claro, casi esquemático (y más en los gatos que tantos años lleva dibujando de la misma manera), incluso variando la forma en la que utiliza un sencillo bitono de azul y blanco, juega muy bien con el movimiento, con viñetas de diferentes tamaños, con narrativas distintas, con secuencias o viñetas únicas. Y suma a todo esto la baza esencial, que sea uno amante de los perros, de los gatos, de los dos o de ninguno, sus dos protagonistas son tremendamente simpáticos y divertidos. Fonollosa sigue confirmando con Perros vs. gatos que lo que hace es humor del bueno, no un ejercicio de disfrute exclusivo para quienes hayan vivido experiencias junto a animales de compañía. Y en esa línea es difícil no divertirse con él. La pega, quizá, puede estar en que sus libros son de un consumo rápido, pero al mismo tiempo es de alabar que nos ofrece su entretenimiento en las dosis justas, sin que parezca poco y sin llegar a empalagar. Hacer eso partiendo de ciertos tópicos, como él mismo reconoce, también tiene su mérito.

No tiene contenido extra.

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