‘El peso de las nubes’, de Jack Manini y Michel Chevereau

Editorial: Norma.

Guión: Jack Manini.

Dibujo: Michel Chevereau.

Páginas: 108.

Precio: 24 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Diciembre 2017.

Aún asumiendo su irregularidad, es muy difícil no entender el atractivo de El peso de las nubes. Lo que Jack Manini y Michel Chevereau nos ofrecen es un relato enmarcado en la Argentina de los años 40 y que toca dos aspectos muy claros. Por un lado, es parte de la historia de la aviación, empresarios e ingenieros trabajando para encontrar salidas después de la Segunda Guerra Mundial y en un escenario aparentemente alejado de aquel conflicto. Por otro, un relato personal de amores, venganzas y ambiciones. Sin el toque aeronáutico, bien podría haber sido la base de un relato noir de lo más clásico, y quizá sea eso lo que descoloca levemente, el hecho de que los dos mundos que quiere tocar Manini no terminen de tocarse con la naturalidad deseada. Hay mucho en sus páginas, incluso la aparición de Eva Perón como un personaje fugaz pero decisivo y casi siempre da la impresión de que cuando hay un avión se olvida la faceta personal y cuando una mujer, siempre una mujer, cambia el rumbo de los acontecimientos, la guerra por los cielos carece de importancia. Esa es la irregularidad que recae sobre El peso de las nubes, y aún así es una obra bien contada, con personajes atractivos y muy bien dibujada para que, ahí sí, sintamos de una manera clara el viento en la cara a los mandos de un avión y el toque sensual de la piel en las escenas de sexo.

Si asumimos que El peso de las nubes va sobre aviones y mujeres, al finalizar la obra no puede haber muchas quejas. Si que es verdad que Manini falla en el pegamento para unirlo todo, porque a veces no se entienden las elipsis temporales ni tampoco el objetivo real de las acciones de algunos de los protagonistas, empezando por Jean Vatine, el emprendedor al que seguimos desde el principio. Eso mismo hace que la lectura sea muy fluida, inesperadamente ágil si tenemos en cuenta los temas que propone y el tiempo que transcurre entre el comienzo y el final de la historia, exactamente dos años. Y ahí es donde está el mérito de El peso de las nubes, que todo lo que nos va contando, aunque no se hile con facilidad de una manera clara y evidente, sí que va convenciendo. Manini domina el detalle, la secuencia, el momento puntual, y deja en manos del lector la tarea de unir los puntos y rellenar lo que no nos está contando. A veces eso ayuda y a veces lo hace menos, y por eso el resultado no es tan sobresaliente como podría haberlo sido. Aún así, el manejo de los personajes es modélico. Manini hace un trabajo casi impecable con ellos, incluso cuando el final conduce a una confesión que, en realidad, se saca un poco de la manga para poder explicar todo lo acontecido. Ese es quizá el gran pero narrativo que se l pueda poner a la historia.

En lo visual, que el dibujo es pretendidamente frío en una historia que tiene que convencer. Y ojo, no quiere decir eso que las ilustraciones de Chevereau, que en general demuestra un trazo firme y perfecto para mostrar de una manera soberbia esos dos objetivos que pretendía la obra, aviones y mujeres. En los dos terrenos sobresale. Pero en general emociona un poco menos de lo que tendría que hacerlo en esta épica historia. Y eso que a los personajes los clava, les da personalidad, les enclava en la época de una manera muy consistente y documentada, e incluso por momentos roza una ejecución sin tacha. Pero siempre desde un prisma que a veces parece buscar una cierta distancia que parece contagiarse precisamente de las ausencias que hay en la historia por sus elipsis. Con todo, El peso de las nubes convence con facilidad, no como una obra definitiva en su terreno, quizá donde más cerca esté de serlo es el retrato de un campo profesional muy concreto en la Argentina del incipiente peronismo, pero sí como una buena aventura con las necesarias dosis de intriga y noir. Podría haber sido algo más, quién sabe si con una extensión mayor para concretar algo más los temas expuestos o con un dibujo que sumara algo más de emoción a la excelencia del trazo, pero lo que nos ofrece es muy satisfactorio.

El volumen incluye los dos álbumes de Le poids des nuages, L’amie d’Eva Perón y Crash final, publicados originalmente por Bamboo en marzo y junio de 2016. El único contenido extra es un artículo ilustrado sobre la historia que narra el cómic.

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