‘Gigantic’, de Rick Remender y Eric Nguyen

Editorial: Norma.

Guión: Rick Remender.

Dibujo: Eric Nguyen.

Páginas: 128.

Precio: 18 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2018.

No es que se pueda considerar Gigantic una obra primeriza de Rick Remender, ya que la escribió un autor que llevaba diez años en el negocio y que además ya había creado su primera gran obra con Fear Agent (aquí y aquí, reseñas de sus dos volúmenes), pero sí que conviene ponerla en el contexto adecuado, y es que esta serie tiene ya diez años de vida. Con ella, Remender quiso hacer un homenaje a las historias de robots gigantes que nos llegan habitualmente desde el manga y el anime japoneses, sin perder ese toque depresivo y pesimista que suelen tener los relatos de este autor y deslizando una crítica hacia la forma en la que creamos y consumimos productos de entretenimiento que, aún siendo algo sencilla, sí que se demuestra eficaz porque no ha perdido vigencia ni relevancia. ¿De qué trata Gigantic? Es algo así como la historia de un robot gigante que aparece en la Tierra destrozándolo todo aparentemente sin querer hacerlo y como parte de un reality show interplanetario. En su origen casi parece un fan made o, como poco, un fan service, y de hecho se nota que Remender quiere contentar más que desplegar sus temas habituales porque el tono y cómo se va desarrollando la historia tiene más que ver con el espectáculo que con la pesimista visión que tiene del ser humano y que, eso sí, está también presente en algunos momentos.

Puede parecer curioso, pero es verdad que Remender es más eficaz cuanto más depresivo es su retrato de los protagonistas. Pasaba en la mencionada Fear Agent, en Clase letal (aquí, reseña de su primer número) o en Ciencia oscura (aquí, su reseña). Y en Gigantic no quiere ir del todo por ese camino. Sí, se le escapan frases que denotan su desprecio narrativo hacia el ser humano, pero en el fondo quiere hacer una crítica paródica y no tan directamente agresiva como en otras de sus obras. En Gigantic se trata de dejarse llevar por la destrucción y por la carrera por la supervivencia que emprende el enorme protagonista y la manera en la que va desarrollando esa huida en la Tierra. Es una manera divertida de ver la clásica invasión extraterrestre y de lanzar una crítica hacia la comunicación de masas que sigue funcionando, que se puede entender como algo más ingenua de lo que seguramente pretendía Remender por el paso del tiempo, porque nos hemos acostumbrado a la basura televisiva como parte de nuestras vidas en la que todo vale como reclamo de audiencias millonarias. Es el mundo que Remender intuía hace diez años, y no le hemos fallado. Eso denota que estamos ante un escritor de ciencia ficción notable, incluso en obras que se pueden considerar menores como esta historia autoconclusiva de pretendido y probablemente irónico final abierto.

El dibujo de Eric Nguyen se suma a la fiesta con bastante facilidad. Hay muchos autores por ahí sueltos que matarían por dibujar historias de robots gigantes, culturas alienígenas y una Tierra luchando por su supervivencia, y Nguyen demuestra estar a la altura. A veces aturulla, se deja llevar por el caos que, en realidad, forma parte de la misma historia que está dibujando, y se pierde un poco la perspectiva de lo que está dibujando, incluso cuando da la sensación de que Gigantic abandona la ironía que pueda tener de fondo y se lanza a su faceta más seria. Pero es un macroespectáculo más que digno. Supongamos que esos momentos equivalen a esos momentos que vemos en superproducciones cinematográficas en los que el movimiento constante de la cámara no nos deja entender con pausa y detalle todo lo que está sucediendo en la pantalla. Pero aún así es divertido, parte de grandes diseños de personajes y escenarios, y el mundo que vemos es de los que convencen casi por sí solos. Gigantic no es, desde luego, la obra más reflexiva y filosófica de Remender, y hay momentos en los que se aleja mucho de esa faceta, pero como diversión pasajera, que es en realidad lo que evidentemente propone la idea, salpicada además con algunos temas de los que tanto le gustan a su escritor, no está nada mal.

El volumen incluye los cinco números de Gigantic, publicados originalmente por Dark Horse entre noviembre de 2008 y enero de 2010. No tiene contenido extra.

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