Director: Peter Hyams.
Reparto: Jean-Claude Van Damme, Mia Sara, Ron Silver, Bruce McGill, Gloria Reuben, Scott Bellis, Jason Schombing, Scott Lawrence, Kenneth Welsh.
Guión: Mark Verheiden.
Música: Mark Isham y Robert Lamm.
Duración: 98 minutos.
Distribuidora: Universal.
Estreno: 16 de septiembre de 1994 (Estados Unidos), 21 de diciembre de 1994 (España).
Hay películas que muy poca gente sabe que están basadas en cómic, y Timecop es claramente una de ellas. El origen hay que encontrarlo en el ascenso de Dark Horse a comienzos de los años 90, en una pequeña historia que formaba parte de una antología. La mente detrás del relato era la del mandamás de la editorial, Mike Richardson, que cedió la labor de guionizarla a Mark Verheiden y que contrató para dibujarla a Ron Randall. No mucha gente, desde luego no mucha en España, habrá leído la historia, pero la tentación de considerarla una especie de derivación de Terminator es bastante obvia. Quizá por eso cuando Richardson y Verheiden se encargaron de desarrollar personalmente el guion para la adaptación cinematográfica se olvidaron del robot que aparecía en el cómic y centraron la historia en el aspecto más personal del protagonista. O quizá se debía a simples razones presupuestarias después de que James Cameron hiciera en su momento de Terminator 2 la película más cara de la historia. O puede, sencillamente, que salieran de la película todos los elementos que pudieran eclipsar a su protagonista, Jean-Claude Van Damme. Lo que sí está claro es que, siendo un entretenimiento curioso, Timecop es más una película de Van Damme que cualquier otra cosa, que una adaptación de un cómic o incluso que un filme de su director, Peter Hyams.
Las piruetas de Van-Damme adquieren un papel evidente ya desde la primera aparición del protagonista. Eso de parar a un ladrón de bolsos con un pie en alto mientras conversa con él para convencerle de su error o la manera en la que se salva de electrocutarse con el agua que hay en el suelo son cosas que solo pueden verse en una película de Van Damme y que, sencillamente, hay que creerse para poder entrar en el relato. Puede que hasta sea la manera más eficaz de olvidar las enormes barbaridades que hay en la forma en que se plasman los viajes en el tiempo, que se realizan con una lanzadera que tiene que alcanzar velocidad como como el DeLorean de Regreso al futuro para que se puedan realizar pero que después finalizan no se sabe cómo… pero dentro de la misma lanzadera que no se manifiesta en el pasado al que uno viaja. Sí, los agujeros son de ese tamaño, con lo que mejor no entrar en paradojas o cambios en el presente por las acciones del pasado si se quiere disfrutar con la película. Porque se puede y con mucha facilidad, aún asumiendo que no estamos, ni mucho menos, ante una película redonda. Hyams juega con cierta habilidad con la presencia de dos encarnaciones de un mismo personaje al mismo tiempo, aunque los efectos digitales de aquella época, y más con el presupuesto que se manejaba, ya estén más que superados.
Es ahí donde tiene cierta gracia la propuesta, más allá de que sea un filme concebido para fans de Van Damme y que no sepa encontrar una motivación real en el tópico emocional que proporciona la necesidad de salvar a la damisela en apuros, una Mia Sara a la que muchos recordarán en Legend, o un villano realmente a la altura en el algo insulso Ron Silver, que lucha más por encajar el pasado y el presente de su personaje que en hacer frente al policía que le persigue por el tiempo. Tiene cierta gracia ver que Timecop comparte algunos elementos en el clímax con El Cuervo, por aquello de luchar en una azotea en una noche lluviosa, y la cierta habilidad que hay en la manera ne la que los personajes entrar y salen del escenario para crear esas deliciosas paradojas del contacto físico que aquí se resuelven con unos primigenios efectos digitales que ahora mismo causan más sonrisas que sorpresa. Timecop es, básicamente, lo que su música nos indica: un buen tema central, cortesía de Mark Isham, y un desarrollo mucho más previsible. Aún así, quien se conforme con una sencilla historia de viajes en el tiempo o quien guste de disfrutar de Van Damme dando unos cuantos puñetazos y patadas sin pensar demasiado en el absurdo de las situaciones, las actuaciones y los diálogos, sí que encontrará un producto simpático y resultón.
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No soy nada fa de este hombre….pero siendo de ciencia ficción me atreví con ella. Y fue el pasado año,,,,y me gustó. Un descalabro de guión, pero me entretuvo.
Un saludo