‘El Capitán Trueno. Todos los extras’, de Víctor Mora

Editorial: Ediciones B.

Guión: Víctor Mora.

Dibujo: Claudio Tinoco, Beaumont, Tomás Marco, Luis Casamitjana, Juan Escandell, Juan Martínez Osete, Vicente Torregrosa, Fuentes Man, Ambrós.

Páginas: 184.

Precio: 25,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2018.

Cada volumen que reúne las aventuras clásicas de El Capitán Trueno es una pequeña gran gozada que tendríamos que atesorar por ser una parte muy importante de la historia del cómic español y, por qué no decirlo, de la historia personal de muchos niños de la época. El Capitán Trueno era un ritual. Es verdad que hoy en día se lee de otra manera, con ediciones más lujosas y con una intimidad mayor, que antes compartir un tebeo era algo natural y cotidiano, leerlo con amigos y compañeros de colegio era parte de la experiencia, y casi cualquier lector de entonces, e incluso de algunas décadas más tarde, sabe cómo conseguí el dinero que le permitía ese momento de placer. Eso tiene un valor inmenso, y recoger aquellas historias en volúmenes para que nunca se pierda esa magia hay que reconocerlo como algo valioso. También por el hecho de que estos volúmenes acaban siendo un hermoso catálogo de los dibujantes que hicieron que el Capitán Trueno, Goliath, Crispín y la casi siempre presente pero muchas veces ausente Sigrid se convirtieran en personajes cercanos, en los héroes de los chavales de cada época. Eso lo consigue este El Capitán Trueno. Todos los extras, volumen que reúne todos los especiales todos los especiales veraniegos que llevaban al protagonista en el título y también los de la revista Pulgarcito.

Quien haya leído El Capitán Trueno. Todos los almanaques (aquí, su reseña) comprenderá de inmediato que las sensaciones que deja este volumen son muy parecidas. Para Víctor Mora, creador y escritor del personaje durante toda su trayectoria clásica, estos especiales eran la ocasión de cerrar aventuras de una manera más concreta. La serie original era una continuación de viajes sin solución de continuidad, el final de una historia solía desembocar en el comienzo de la siguiente, y los escenarios iban repitiéndose de forma cíclica, generando personajes más o menos parecidos para dar forma a las nuevas peripecias de nuestros héroes. Los extras dan a Mora algo que se antoja necesario, la necesidad de buscar un final cerrado. Y eso, sobre todo para quien esté acostumbrado a la forma en la que se estructuraban los cuadernillos originales, se agradece. Al final la base es la misma, se trata de poner al Capitán y sus amigos en peligro, de llevarles a escenarios exóticos, de hacerles conocer a heroicos secundarios y enfrentarse a peligrosos tiranos, pero hay algo agradable en el conocimiento de que cada historia tiene un número de páginas definido y un final evidente. Mora, en todo caso, siempre fue un tipo hábil a la hora de mezclar recursos para que, incluso aunque lo tuviéramos delante de nuestros ojos, nunca pensáramos que había repeticiones en estas páginas.

En el caso de este libro, esa sensación viene también marcada por la variación del dibujante. Es Beaumont quien dibuja el mayor número de historias, seis de las catorce que componen este volumen, pero la magia está en las variaciones. Hasta nueve de los artistas que hicieron crecer la leyenda del Capitán están presentes en estas páginas, empezando por el mítico Ambrós, el hombre que le dio forma original siguiendo los guiones de Mora. Las diferencias entre Ambrós, Martínez Osete, Beaumont, Tinoco, Marco, Casamitjana, Ecandell, Torregrosa y Fuentes Man son sutiles, porque en el fondo lo que buscaba Bruguera era que el lector no notara demasiado el cambio de ilustrador, pero las haya. Comparándoles dentro de un mismo volumen y no teniendo que recurrir a un cuaderno publicado meses antes es mucho más fácil encontrar esas variaciones que no molestan sino que enriquecen. Es cierto que el patrón está ahí, que se trata de que haya un estilo claro, de que predominen la aventura, la acción y el heroísmo, con pinceladas de comedia visual muy divertidos, y que eso siempre estuvo en El Capitán Trueno por encima de personalismos e innovaciones, pero sigue siendo una gozada poder analizar en detalle a cada uno de los ilustradores. Ese puede ser el gran atractivo de Todos los extras. Ese y el de revivir épocas pasadas.

El volumen todos los Extra de El Capitán Trueno publicados originalmente por Bruguera entre 1959 y 1965. El único contenido extra son las cubiertas originales de Ambrós, Beaumont, Tomás Marco, Juan Escandell y Juan Martínez Osete.

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