Cine – ‘Black Panther’, de Ryan Coogler

Título original: Black Panther.

Director: Ryan Coogler.

Reparto: Chadwick Boseman, Michael B. Jordan, Lupita Nyong’o, Danai Gurira, Martin Freeman, Daniel Kaluuya, Letitia Wright, Winston Duke, Angela Bassett, Forest Withaker, Andy Serkis, Florence Kasumba, John Kani.

Guión: Ryan Coogler y Joe Robert Cole.

Música: Ludwig Göransson.

Duración: 134 minutos.

Distribuidora: Disney.

Estreno: 16 de febrero de 2018 (Estados Unidos y España).

Es curioso que una de las críticas más habituales que se han hecho al universo cinematográfico de Marvel sea la repetición de fórmulas, cuando en su conjunto lo que tenemos es un mosaico de tonos bastante interesante. Es verdad que hay patrones, pero no hay dos películas iguales. El mayor parecido, el de Iron Man (aquí, su crítica) con Doctor Strange (aquí, su crítica) fue el que más desapercibido pasó. Esto viene a cuenta de Black Panther (sigue parecido un poco absurdo, por cierto, no traducir título y nombre del personaje), película que viene a cambiar el paso de comedia que ha adquirido la Fase Tres de este universo tras la segunda entrega de Guardianes de la Galaxia (aquí, su crítica) Spider-Man. Homecoming (aquí, su crítica) y, sobre todo, Thor Ragnarok (aquí, su crítica) para ofrecer una historia de resonancias familiares y casi shakespearianas pero llevadas al entorno africano de su protagonista. Es como ver El rey león en un entorno de superhéroes y alta tecnología, en la que el colorido no está reñido con las tradiciones, con el género y con el entretenimiento. El resultado de la película coescrita y dirigida por Ryan Coogler es bastante satisfactorio y sirve como un acertado preludio para la escalada dramática que se espera en la siguiente entrega, Infinity War. Y eso siendo una película que se sostiene muy bien en solitario.

La clave, como casi siempre en el universo Marvel, reside sobre todo en el carisma de sus personajes. El de Pantera Negra, gracias a un regio Chadwick Boseman, ya lo disfrutamos en Civil War (aquí, su crítica), pero en su primera película en solitario sumamos el de unos cuantos personajes más. Y la mayoría de ellos son femeninos, demostrando, como ya lo hizo Wonder Woman (aquí, su crítica) para la Distinguida Competencia, que el miedo a darle el mando a una mujer para una película de estas características es absurdo. A eso le añadimos las buenas dosis de drama personal y familiar que necesita todo buen héroe Marvel, escenarios formidables y buenas escenas de acción, y la satisfacción parece más que asegurada. Incluso merece la pena detenerse en la clara influencia que las películas de James Bond juegan en este Black Panther en varios sentidos. Por poner un pero, que en el fondo es muy habitual cuando lo que se cuenta es prácticamente una historia de origen (aunque, ojo, esta no lo es) y más cuando forma parte de un universo tan amplio como este, es verdad que el escenario que deja la película al finalizar es todavía más interesante que el que plantea el filme, sobre todo por la importancia de Wakanda en lo que está por venir, por la forma en la que su tecnología va a cambiar las reglas del juego.

Ahí, de hecho, cabe encontrar una lectura política muy atractiva (no debiera pasar desapercibido el hachazo a la administración Trump y en general a la forma en que funcionan nuestros gobiernos que hay en la primera de sus dos escenas postcréditos), que se va anticipando durante toda la película para complementar el colorido espectáculo que ofrece. Es, así, una película muy africana en sus tonos y en sus sonidos (muy buena música de Ludwig Göransson), pero que a la vez sabe adecuarse a lo que se espera de una película de superhéroes. La acertada inclusión del personaje en el universo Marvel, por acción, temas y algún secundario como el personaje de Martin Freeman, hace el resto. No es Black Panther un filme rompedor, aunque siempre se le puede atribuir un regreso a la seriedad del primer Iron Man o de las películas de Capitán América que complementa la locura cómica de las cintas más desenfadadas de este universo, pero sí es una que Coogler ha sabido realizar con solvencia y carisma. Quizá un poco excesivo el uso de las imágenes por ordenador para animar al protagonista, pero el acabado visual es bastante notable. Y sí, por supuesto, contamos con el cameo de Stan Lee y con las ya mencionadas escenas postcréditos. Esto es Marvel, amigos, y hay cosas que nunca puedan faltar. Como el sano entretenimiento que propone.

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