‘Fábulas. Edición de lujo’ 13, de Bill Willingham y Mark Buckingham

Editorial: ECC.

Guión: Bill Willingham.

Dibujo: Mark Buckingham, Steve Leialoha y Shawn McManus.

Páginas: 368.

Precio: 33,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Agosto 2017.

¿Y cómo recupera Fábulas el pulso que durante algún tiempo latió con menos fuerza? De la manera en la que la serie se ganó el corazón de todo el mundo, de la mano de Feroz y Blanca. Y recrudeciendo el tono, eso también. Nunca ha sido el relato de Bill WIllingham uno blanco, tibio y para todos los públicos, por mucho que coja y maneje a su antojo a los personajes más conocidos de los cuentos y leyendas populares, pero lo que vemos en este decimotercer volumen está entre lo más adulto y truculento que podemos encontrar en el trabajo de su autor. Nada de spoilers, por supuesto, para todo aquel que esté siguiendo Fábulas con esta maravillosa edición de lujo, pero hay mucho y muy trascendente en esta entrega, incluyendo uno de los retratos más acertadamente perturbadores de la violencia de género que se ha podido ver en un cómic de una gran editorial, porque Vertigo al fin y al cabo es propiedad de DC. Siempre ha sido especial. Pero su magia no surge solo de su planteamiento y de la inagotable imaginación de Willingham sumada al talento de Mark Buckingham para darle forma. La vemos también por lo bien que sabe remontar lo que en algunos momentos roza el agotamiento. Este volumen es la muestra perfecta de ello, Fábulas regresa cual Ave Fénix con una madurez sobresaliente, ganas de sorprender y honrando lo mejor de la serie.

Y con una variedad de tonos que también ha sido parte esencial de este mundo desde su nacimiento. Tres son los arcos que contiene este volumen. El primero es el más jovial y divertido, el que se centra en el destino de Bufkin. Muy entretenido y con un final espléndido, pero quizá también lo más intrascendente. Porque lo que destaca en este volumen es la doble narración, que engancha en el mismo final, de Cachorros en la Tierra de los Juguetes y Blanca Nieves. Con el formidable envoltorio de los personajes de cuenta, Willingham se marca en estos dos relatos, uno en realidad, el retrato más turbio y truculento de este universo. Romper la inocencia de la niñez, que es lo que hace en el primero de ellos, y hacer de Blanca un personaje maduro y formidable, aunque en el fondo ya lo fuera, como se ve en el segundo arco. Hay dos defectos repartidos en estos relatos. El primero, que no tenemos tanta confianza con los hijos de Blanco y Feroz, no les conocemos tanto como a los padres como para embarcarnos en semejante aventura emocional como la que nos propone el escritor. Asusta pensar en las emociones que habría generado de haber sido algo más protagonistas hasta este punto. Y el segundo, que Blanca parece algo fría, menos emocional de lo que pide la historia, aunque en el fondo el personaje sí que tenga ese matiz.

Son dos detalles, casi imperceptibles dentro de la brutal montaña rusa que nos plantea Willingham, que desde luego no merman la lectura, otro caramelo más para que Buckingham nos demuestre lo bueno que es, lo sabiamente que utiliza a cada fábula, los matices que es capaz de incorporar casi sin que nos demos cuenta (ojo al estilo de combate de Brandish, el gran villano de estas páginas, como continuación de su brillante escena con las espadas en la mano). Y no se pude decir que Shawn McManus no sepa sacar todo el provecho posible de este universo con su estilo tendente a la caricatura y colorista, o que Gena Ha, en el interludio que nos sirve de puente entre los dos grandes arcos de este libro, no domine a la perfección la zona más siniestra de Fábulas. Pero lo de Buckingham es impresionante. Es, sigue siendo, y lo demuestra en cada número, el dibujante de Fábulas, este mundo es tan suyo como de Willingham. Y eso, teniendo en cuenta que son muchos los ilustradores que han querido aportar su manera de ver la fantasía a esta serie. Pero la esencia tiene nombre, el de Buckingham. Sus páginas enmarcadas con fantasía son imprescindibles para que nos sintamos como en casa. Y este volumen lo que hace es destrozarnos emocionalmente como si realmente estuviera pasando todo esto en nuestra casa.

El volumen incluye los números 114 a 129 de Fables, publicados originalmente por Vertigo entre febrero de 2012 y mayo de 2013. El contenido extra lo forman las portadas originales de Joao Ruas y Mark Buckingham y un portafolio de bocetos y diseños de Buckingham.

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