CÓMIC PARA TODOS

Cine – ‘Heavy Metal 2000’, de Michael Coldeway y Michel Lemire

Título original: Heavy Metal 2000.

Director: Michael Coldeway y Michel Lemire.

Reparto: Michael Ironside, Julie Strain Eastman, Billy Idol, Pierre Kohn, Sonja Ball, Brad Moffatt, Rick Jones, Arthur Holden.

Guión: Robert P. Cabeen y Carl Macek.

Música: Frederic Talgorn.

Duración: 88 minutos.

Estreno: 10 de julio de 2000 (Estados Unidos).

La sensación primordial que deja Heavy Metal 2000 es, y duele decirle, la de la decepción. La primera película que se hizo basándose en material de la mítica Metal Hurlant (aquí, su crítica) era un conglomerado de episodios, historias cortas que, mejores o peores, eran un sincero homenaje a la fantasía que desprende la revista de cómics de la que parte y, sobre todo, aceptables muestras de género. Una película anclada en su época, de eso tampoco hay duda, por su música, por su animación y por la clase se historias que nos contaba, pero una que precisamente por eso todavía se ve con agrado. La secuela buscó un modelo totalmente diferente, una única historia, basada parcialmente en la novela gráfica The Melting Pot, creada por creadores bastante conocidos como Kevin Eastman, Simon Bisley y Eric Talbot. Ya desde el principio es ahí donde la película falla. Hay tantos agujeros argumentales que no se pueden justificar por el libertinaje visual, menos pronunciado de lo que podría pensarse en algo basado en Heavy Metal. Hay tantas cosas inexplicables, tópicas o previsibles, que el festival de violencia y sexo que va in crescendo según van pasando los minutos no es algo suficiente para que la experiencia valga la pena o se acerque siquiera a la nostalgia que, todavía hoy, mantiene cierta frescura. Heavy Metal 2000 no, parece algo mal prefabricado.

Y es una pena, porque, en el fondo, los elementos básicos estaban sobre la mesa. Tenemos un villano (la voz de Michael Ironside es casi lo mejor que tiene la película) que se vuelve loco por el deseo de la inmortalidad y no duda en arrasar lo que haga falta para conseguirlo. Tenemos una heroína, tan voluptuosa y sexual como solía buscar la revista de origen. Hay una historia que nos lleva a diferentes mundos, morbo divertido y sexual, mucha violencia y criaturas extrañas. La base es puro Heavy Metal. Pero la mezcla es fallida. La historia no engancha. El malo comete tantas estupideces que es imposible tomárselo en serio. Los secundarios tienen un papel tan limitado que carecen de importancia. Y hasta la heroína es tan granítica que su pretensión de venganza no despierta emoción alguna. No es que el viaje sea aburrido, en realidad no lo es, pero resulta difícil explicarse tantas cosas que muchas veces hasta se pierde la atención en la historia. Al final, lo más divertido está en pequeños detalles, en ese asqueroso beso que le roban a la protagonista, en su desnudo previo al homenaje a una de las secuencias más celebradas del primer Heavy Metal cinematográfico o en la taberna que casi se puede considerar como el reflejo de la de Star Wars creado desde la óptica de esta ciencia ficción mucho más macarra.

Son también detalles lo que termina por desmoronar por completo la historia. Los vínculos con el Heavy Metal original son escasos y demasiado livianos, con lo que al final se entiende esta secuela como un tardío intento de resucitar sensaciones. Ni siquiera la música de la película está a la altura. Menos rockera de lo habitual y sin demasiado sentido narrativo, son guitarras eléctricas y baterías metidas con calzador, de una manera muy breve casi siempre y sin dar identidad ni a la película en general ni a las secuencias concretas en particular. Y hay otro elemento que tampoco le sienta bien a la película, y es haber nacido en una época en la que la animación estaba a caballo entre lo tradicional y lo informático. La mezcla no es buena. La película arranca como si fuera a verse completamente realizada por ordenador, acaba mostrándose como  un producto demasiado tradicional y casi viejo para la época en la que nació, por mucho que esa animación sea un homenaje directo a la que tuve, casi dos décadas antes, la primera película basada en esta franquicia, y sucumbe a la tentación de crear a un personaje trascendental de manera completamente virtual, lo que le da un movimiento que en nada se asemeja a los de los demás personajes con los que comparte pantalla. Y así la sensación es de extrañeza.

Heavy Metal 2000 queda como un experimento fallido, en el que se obtienen solo parcialmente algunas de las recompensas que se buscan. Lógicamente, las miradas se centran en el antagonismo entre Tyler, el genocida obsesionado con la vida eterna, y Julie, heroína no a su pesar porque en realidad es una guerrera desde la primera secuencia. Ambos responden a los arquetipos que gustan en el estilo que propone la ciencia ficción irreverente que quiere abanderar este título. Pero son tan del gusto de este modelo que al final se quedan ahí. Son graníticos. No hacen nada que no se salga de ese canon, y esa ejecución es algo escasa. No importa cuántas muecas diabólicas ponga Tyler o cuántos centímetros de piel muestra Julie de su exuberante cuerpo, porque el conjunto no les acompaña. Y es que, en el fondo, Heavy Metal 2000 es mucho menos macarra de lo que parece. Casi parece una versión blanda de sus pretensiones, en la que la violencia es menos sádica y el sexo es casi siempre menos enfermizo de lo que una historia de estas características pide.  Es una película breve y con una ejecución técnica lo suficientemente correcta como para dejarse ver, pero si se toma demasiado en serio probablemente se podrá desmontar de una manera radical escena por escena, personaje a personaje y diálogo a diálogo.

Podéis ver imágenes de este título aquí y aquí. Y en nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información

Esta entrada fue publicada en 19 enero, 2018 por en Cine y etiquetada con , .

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías