CÓMIC PARA TODOS

‘Batman y Robin. Perla’, de Peter J. Tomasi y Patrick Gleason

Editorial: ECC.

Guión: Peter J. Tomasi.

Dibujo: Patrick Glesason, Lee Garbett, Andy Clarke y Tomás Giorello.

Páginas: 176.

Precio: 17,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2017.

Es peculiar que Batman y Robin no sea, sencillamente, Robin, porque en realidad la serie, y más en los números que contiene este volumen, Perla, van sobre Damian Wayne. El Caballero Oscuro anda por ahí, incluso se puede decir que tiene su importancia en bastantes momentos, pero el tono, el camino y todo lo marca Damian. Su número 0, aquel con el que DC hizo una pausa al llegar al año de los Nuevos 52, es la historia de Damian. El primer número a partir de ahí, en realidad publicado antes, es una historia por separado de Damian en el marco de El Tribunal de los Búhos (aquí, su reseña). El foco del primer arco argumental está en la relación del hijo de Bruce y Talia con el resto de los Robin. Y solo el último, de dos números, es una historia que quiere profundizar en la relación entre padre e hijo, entre superhéroe y compañero. Robin, por tanto, eso es lo que le interesaba a Peter J. Tomasi, aunque la serie que se centró en él, Hijo de Batman (aquí, reseña de su primer volumen), la escribiera quien aquí ejerce como ilustrador principal, Patrick Gleason. A partir de ahí, es evidente que estamos ante una serie poco ortodoxa. Ya se vio en su primer volumen (aquí, su reseña), y se corrobora con más claridad en este segundo.  Porque de tantos extremos que toca, al final queda la sensación de que no se sabe bien del todo qué nos están contando.

Echando la vista atrás, recordemos que Damian Wayne es la creación de Grant Morrison. Eso ya sirve para dar un carácter diferente a este Robin. Tomasi lo sabe, y busca escenarios peculiares, pero el problema lo tiene en casa. Una sola frase de Dick Grayson, la que sirve para cerrar el primer arco argumental largo de este volumen, hace que el primer Robin quede tan por encima del último que hace tambalear los cimientos de esta misma serie. O quizá no, quizá sea ese su propósito, el de dejar claro que no estamos ante un Robin como los anteriores. Aunque eso, todo hay que decirlo, ya lo hizo Morrison. ¿Qué aporta Tomasi? Sobre todo continuidad, por lo que es bastante tentador decir que esta serie está pensada sobre todo para los completistas, por los vínculos que tienen estas historias con el eje central de las aventuras de Batman en los Nuevos 52, y que se ven claramente con el villano en la sombra del tramo final de este libro o con el mencionado cruce con el primer gran relato de esta etapa del Caballero Oscuro, el que le enfrentó al Tribunal de los Búhos. Hay instantes en los que sí parece que puede ser algo más, pero son eso, instantes. Y sobre todo el mencionado de Dick Grayson para desmontar a Damian de una manera brillante. La relación entre ambos, la que sentó Morrison cuando Dick era Batman, pesa lo suyo.

Patrick Gleason hace un buen trabajo al dibujo, aunque en realidad el mejor de sus números es el primero, el 0, en el que consigue hacer más que creíble el carácter arisco de Damian, con el inconveniente además de que es un Damian todavía de menor edad. Hay un deseo quizá demasiado pronunciado de hacer algo extremo, y eso se ve en puntos de vista, en el diseño de vehículos y armaduras y a veces hasta en las poses de los personajes (por solemne que tuviera que ser el momento en el que los cuatro Robins miran al horizonte cómo Batman salva a Gotham, el dibujo queda algo forzado), pero eso entra más bien en el terreno del gusto de queda lector y no es algo que se pueda considerar como un problema del cómic. Porque Batman y Robin tiene unas normas bien asentadas. Nada del otro mundo, quizá porque falten villanos memorables (Terminus no lo es), porque otros llegan como un préstamos (los Búhos) y porque, como se ha dicho, no estamos ante el momento álgido del personaje protagonista. Pero siguen siendo Batman y Robin, y eso al menos sirve para que lleguemos al final del volumen con la sensación de haber visto algo que merece la pena haber visto, al menos para tener clara una secuencia de hechos que poco después de estos números sufrió un cambio bastante trascendente.

El volumen incluye los números 0 y 9 a 14 de Batman and Robin, publicados originalmente por DC Comics entre mayo y noviembre de 2012. El contenido extra son las portadas originales de Patrick Gleason, Mick Gray y John Klisz, un extracto del guión de Peter J. Tomasi para el número 0 y un portafolio de bocetos, diseños y páginas a lápiz.

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