Guión: Olivier Visonneau.
Dibujo: Jesús Alonso Iglesias.
Páginas: 112.
Precio: 22 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2017.
En el fondo, la caricatura, por mucho que la disfrutemos, tiene un componente de injusticia. Los Dalton siempre han sido los malos de Lucky Luke, esa panda de hermanos de idéntico aspecto pero altura variada que eran incapaces de acabar con el héroe, por muy malvados y maquiavélicos que fueran sus planes. Pero la banda de los Dalton existió en realidad, y no tuvieron mucho que ver con lo que nos ofreció Morris en su western cómico. Sin desmerecer en absoluto esta creación, porque hay que saber reírse de casi todo en esta vida, Los Dalton viene, precisamente, a poner un poco de justicia a la biografía de estos cuatreros especializados en robar trenes y bancos. Y llega con una presentación impecable. Olivier Visonneau traza un buen retrato, que incluso va de menos a más a pesar de comenzar por el final, y Jesús Alonso Iglesias vuelve a firmar un espléndido trabajo que le confirma como uno de los ilustradores españoles más versátiles del momento, que tan pronto puede dibujar un pulp, una historia realista contemporánea o un western como el que nos ocupa. Y no está de más recordar algo que sería bueno no dejar de lado: el género que trata. El western no puede morir si se le trata con el cariño y el respeto que muestran Visonneau e Iglesias. ¿Por qué no hay más historias como esta? Todo un misterio. El talento, desde luego, existe.
Y es bueno que lo reconozcamos cuando lo vemos. Visonneau parte de una estructura algo trillada, mostrándonos en primer lugar el comienzo del final de su historia para después dar un salto atrás en el tiempo y contarnos todo el relato a modo de flashback. Visto, sí, pero a la vez muy eficaz. Está algo menos certero en la presentación de los personajes, porque ahí es donde están las páginas menos fluidas del relato, pero no es más que una sensación pasajera que se borra del todo sobre todo cuando damos el salto al segundo y último álbum de este relato. Ahí, cuando la banda de los Dalton ya es un hecho, Visonneau disfruta mostrándonos por un lado las diferencias de carácter de cada uno de los integrantes de la banda y los sueños radicalmente distintos de cada uno de ellos, y por otro los escenarios más auténticos del western, uno en el que los bandidos no eran para todo el mundo los malos de la película y en el que el atraco a un tren se convierte en una secuencia cargada de adrenalina. Los Dalton tiene otro acierto más, y es que no viene para borrar la imagen de la caricatura de Morris, sino para ser una historia propia, independiente e incluso más moderna de lo que seguramente fue en su momento, lo que se ve sobre todo en la espléndida forma en la que Visonneau escribe los personajes femeninos, sobre todo el de Eugenia, capital en este mundo de hombres.
Iglesias responde a todos esos retos con el acierto habitual. Lo fundamental, por evidente que resulte, es que el ilustrador da vida a un western de primer orden. Todo es creíble y auténtico, todo nos lleva a las grandes películas del Oeste que hemos visto la mayoría durante nuestra niñez, por mucho que el género ahora esté infrautilizado. Y todos los personajes cuentan con un carisma considerable. De otra manera, la escena inicial y a la vez final no tendría el mismo impacto, no sentiríamos que estamos en una situación tan complicada como la de Dos hombres y un destino ni tendríamos la sensación de un peligro tan constante y violento como la de Grupo salvaje. Los Dalton, desde luego, se quiere acercar más a la primera de las dos películas mencionadas que a la segunda, e Iglesias lo borda. Visonneau, además, le brinda la ocasión de dibujar prácticamente cualquier escenario, personaje y situación que hicieron que el western fuera durante algunos años el género dominante no solo ya en la literatura barata del siglo XX sino sobre todo en su cine. Los Dalton se acerca más a las grandes obras audiovisuales del género que a los a menudo mal considerados libros, que muchos incluso firmaban con pseudónimos, y ofrece un espléndido retrato de unos personajes que necesitaban una visión tan realista y certera como esta.
El volumen incluye los dos álbumes de Les Dalton, Le premier mort y Le dernier jour, publicados originalmente por EP Media en junio de 2016 y noviembre de 2017. El único contenido extra son las cubiertas originales de Jesús Alonso Iglesias.
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