CÓMIC PARA TODOS

‘Dead Drop’, de Ales Kot y Adam Gorham

Editorial: Medusa.

Guión: Ales Kot.

Dibujo: Adam Gorham.

Páginas: 112.

Precio: 12,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Octubre 2017.

Puede ser raro ver a Ales Kot firmando una obra tan abiertamente entretenida y, por el mismo motivo, deliberadamente intrascendente como Dead Drop. Porque, y eso no es una crítica ni mucho menos, es una obra autoconclusiva, un episodio adrenalítico, una carrera contra el reloj. Y ya. No cambia el universo Valiant, no define el futuro de casi ninguno de sus protagonistas, no presente hechos trascendentales, ni quiere tampoco socavar los cimientos de nada. Pero fluye, entretiene y tiene un ritmo tremendo. Kot, alejado de las grandes tramas complejas que le gustan, y que por ejemplo comenzamos a ver en el primer volumen de Wolf (aquí, su reseña), apuesta por una estructura de cómic de superhéroes clásico, una miniserie de cuatro números con protagonista cambiante, con las justas explicaciones para caer ya en plena persecución de unos jóvenes terroristas. O, al menos, unos supuestos terroristas. Porque Kot monta una de esas conspiraciones divertidas en las que resulta fácil tomar partido por los personajes supuestamente equivocados. Y como Gorham firma un dibujo espléndido, que aprovecha a las mil maravillas el impresionante ritmo que tiene la historia, la lectura se pasa en un suspiro. Queda más entretenimiento que poso, ¿pero quién puede quejarse de algo así cuando la tensión traspasa la página con tanta facilidad?

Lo que resulta evidente es que Dead Drop es uno de esos tebeos que hay que mirar desde la perspectiva del vaso medio lleno o medio vacío. Quien se sienta satisfecho con el ritmo, la acción y la cadena de acontecimientos que configuran esta huida en la que van cambiando los perseguidores, saldrá contento. Quien busque algo más, probablemente pensará que esta historia sabe a poco. Ambos grupos de lectores van a coincidir en lo que han leído, no es un cómic que provoque opiniones enconadas ni extremistas. Es fácil que todos estén de acuerdo en que lo que hace Kot es entretenimiento puro y duro. Pero viendo que no es exactamente el cómic de superhéroes tradicional y que Valiant ha sabido encontrar terrenos mucho más arriesgados que el de Dead Drop, eso puede provocar cierta desilusión. Y no sería tampoco una opinión injusta, porque cuando llegamos al final no hay un auténtico cambio en casi ninguno de los personajes que vemos desfilar. Puede que el Beta-Max sea la excepción, pero es obvio que no es lo que los americanos dirían un game-changer. Es acción y entretenimiento. Todo correcto. Todo vibrante. ¿Suficiente? Es, efectivamente, uno de esos tebeos que no tiene una respuesta única, sino que queda en manos de cada lector. Pero sí merece esa oportunidad, esa lectura y ese juicio bajo los mencionados parámetros.

Como es lógico, si las normas son las anteriormente descritas, es importante valorar el dibujo de Gorham como lo que es, una muy buena pieza de acción que saca lo mejor de todos los personajes que utiliza. Es una huida, una persecución, y no dejamos de sentir que lo sea. Punto para Gorham, que hace del dinamismo y el movimiento puntos muy a favor de su trabajo. Sabe jugar además con el diseño de los personajes, para que la sorpresa o el impacto de algunos de los giros de la historia, que son con diferencia lo más raro y discutible del guion de Kot, no solo no frenen el ritmo sino que jueguen incluso a su favor. Y sin necesidad de jugar con una composición de página demasiado original, sí sabe hacer que cada decisión que toma tenga que ver con la narración y no solo con una espectacularidad vacía. De eso no hay mucho en el dibujo de Gorham, quizá en algún dibujo que busca más una pose espectacular que otra cosa como la página final del primer número, pero eso no deja de ser un detalle sin importancia viendo lo bien que se desenvuelve en el resto del relato. Dead Drop sale airoso de lo que se propone, que es convertirse en un chute de adrenalina para el lector que se equipare al que tienen encima algunos de los personajes que desfilan por sus páginas. Eso lo consigue, aunque su autoimpuesta falta de trascendencia haga que esta sea, en el fondo, una obra menor.

El volumen incluye los cuatro números de Dead Drop, publicados originalmente por Valiant entre mayo y agosto de 2015. El contenido extra lo forman las portadas originales de Raúl Allén, Tamra Bonvillain, David Gracía Cruz, Tom Fowler, Adam Gorham, Rafa Sandoval, Michael Spicer, Peter Stern, Jordi Tarragona y Wilfredo Torres, y una galería de diseños y bocetos de Gorham.

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Esta entrada fue publicada en 4 diciembre, 2017 por en Adam Gorham, Ales Kot, Medusa, Valiant y etiquetada con , , .

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