CÓMIC PARA TODOS

‘El diario de Anne Frank’, de Ari Folman y David Polonsky

Editorial: Penguin Random House / DeBolsillo.

Guión: Ari Folman.

Dibujo: David Polonsky.

Páginas: 256.

Precio: 14,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2017.

Cuando se adapta una obra de la trascendencia universal que tiene El diario de Anne Frank hay que asumir que no se trata de comparar, sino de ampliar. Por eso, es lícito ver el trabajo de Ari Folman y David Polonsky no como una interpretación, sino como un tributo. Esta versión gráfico no quiere sustituir al libro que forma parte de los imprescindibles del siglo XX, una de las formas más extraordinarias de comprender el holocausto nazi y un relato sorprendente por la madurez que exhibe una protagonista adolescente que se siente en la soledad de la página en blanco. Lo que quiere es ampliarlo. Y en ese sentido, estamos ante una novela gráfica modélica. Se puede debatir, y probablemente sin llegar a conclusiones unánimes, si este tipo de experimentos anima a leer o frena ese impulso, pero lógicamente desde aquí nos quedamos con la primera idea. Porque lo que idea Folman y dibuja Polonsky invita a acercarnos al libro original y ver si nosotros, como lectores, nos imaginamos los pensamientos de la joven Anne de la misma manera que ellos. Ese es un ejercicio que se antoja casi imprescindible después de leer este volumen, porque se siente esa necesidad. Al margen de cualquier otra consideración, no puede haber mejor motivo que ese para leer una adaptación literaria, y es el respeto y la veneración hacia el original.

Del mismo modo, es cierto que Folman claudica ante los logros de la obra en la que se basa cuando acepta largos pedazos de su texto. Pero a la vez es algo inevitable por una simple razón de espacio. Si con esta versión gráfica queremos convencer a los más jóvenes de la necesidad de conocer esta historia, interpretar en viñetas todo lo que contienen esas largas entradas de este diario habría expandido demasiado su extensión. Y ese es el gran logro de Folman, una labor de condensación, un trabajo de síntesis verdaderamente elogiable. Los saltos en el tiempo no se sienten. Si acaso, como acicate para buscar el libro. Pero lo que el escritor consigue es que, resumiendo y agrupando ideas, no se pierda absolutamente nada. Se siente la misma fascinación por el carácter de Anne o en torno a su despertar emocional y sexual, se palpa la misma tensión por la amenaza nazi que se encuentra más allá de su refugio, se mueven las mismas sensaciones con respecto a todos los miembros de este universo, más fascinante aún por el hecho de haber sucedido realmente lo que se nos cuenta en estas páginas. Emocionalmente, El diario de Anne Frank funciona con precisión. ¿Se puede pedir más, por muchas concesiones que Folman haga al trabajo original de la joven escritora de la que nunca leeremos nada más que su propia vida?

Polonsky, además, expande de una manera adecuada la historia relatada, sabiendo interpretar de una manera muy respetuosa lo que en los textos de Anne probablemente esté simplemente insinuado. Los autores se permiten el lujo de imaginar sus pensamientos a partir de sus palabras, y ese ejercicio se lee con mucho agrado. Puede que un lector cualquiera tenga una interpretación diferente de lo que pensaba esta adolescente mientras escribía su diario, pero no se puede negar que los dibujos de Polonsky son una visión plausible, creíble y sensata, adecuada para la edad que tiene la protagonista y la forma de pensar de una chica tan joven, incluso una tan diferente y en muchos sentidos adelantada a su tiempo como la protagonista. Y todo esto lo consigue adaptando su caricatura, la de todos los personajes e incluso de las situaciones más fantasiosas, desde la versión que hace del rostro de la omnipresente Anne. Una obra tan emocional, desde luego, exige un esfuerzo importante del autor para que todo se entienda con un golpe de vista, y en este caso se consiguen los objetivos con cierta facilidad. Es lícito pensar que la misma historia hace que el lector esté convencido antes de empezar, pero al mismo tiempo los dos autores consiguen que esta sea una lectura trascendente habiendo leído previamente el libro o como forma de entrar en este imprescindible universo.

The Diary of Anne Frank se publicó originalmente en septiembre de 2017. El único contenido extra es un texto sobre lo que sucedió tras lo narrado en el diario y la explicación de los autores sobre la adaptación.

Podéis ver imágenes de este título aquí y aquí. Y en nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.

 

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Esta entrada fue publicada en 2 noviembre, 2017 por en Ari Folman, David Polonsky, Randon House Mondadori y etiquetada con , , .

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