CÓMIC PARA TODOS

‘Naturalezas muertas’, de Zidrou y Oriol

Editorial: Norma.

Guión: Zidrou.

Dibujo: Oriol.

Páginas: 64.

Precio: 17 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Marzo 2017.

¿Qué estamos haciendo mal? ¿En qué no estamos acertando quienes amamos el mundo del cómic, quienes lo hacen, quienes los leemos y quienes hablamos de ellos para que el mundo no se dé cuenta de que estamos ante un medio de imprevisibles y asombrosas posibilidades? Quedémos con el caso de, digámoslo ya, la maravillosa Naturalezas muertas. Zidrou y Oriol Hernández, que ya habían trabajado juntos en Los 3 frutos (aquí, su reseña), orquestan, primero, una sensacional broma mediática y artística. Vidal Balaguer i Carbonell, el pintor que protagoniza la obra, es ficticio. No es real. No existe. Y nos lo creemos. Nos lo creemos no solo por lo que leemos, sino también porque se le montó en Barcelona una exposición para que el lector pudiera entrar en ese maravilloso juego. Y realmente nos ponemos en la piel de un artista maldito, arruinado y obsesionado porque eso es lo que pretende el cómic. ¿Cómic o pintura? Arte, en realidad, y con eso tendríamos que quedarnos, sin que hablar de cómic tuviera que parecer algo inferior. Porque lo que hace Oriol es formidable para dar vida al mágico guion de Zidrou. Entre ambos tejen otra obra maravillosa, que trasciende los límites de las viñetas, que se escapa con la misma facilidad de las páginas que sostenemos en las manos como de los lienzos que pinta Balaguer dentro del relato.

Zidrou siempre ha sido un maestro a la hora de combinar realidad y fantasía. Por mucho que el movimiento naciera en Latinoamérica, es lícito entroncarle con el realismo mágico. En Naturalezas muertas hay mucho de eso, cuando en realidad parece que no va a ser así. Partimos de una bellísima y sensual escena onírica para adentrarnos en lo que va a parecer una historia simplemente realista. Hermosa, melancólica y triste, pero realista. Y cuando surge la fantasía, la obra crece hasta donde quería realmente llegar. La figura del artista maldito, sea desde la vertiente realista o desde la fantástica, es siempre atractiva y Zidrou la trata con mimo. Se entienden las motivaciones de este Vidal Balaguer desde un primer momento, se le acompaña cuando el amor, el recuerdo de una mujer que ya no está con él, supera incluso la necesidad de vender su retrato para poder comer y saldar sus deudas, también cuando se obsesiona con su propio arte y lo que consigue con él. Y el dilema moral con el que Zidrou nos conduce al último acto, un dilema interesantísima y resuelto con mucha inteligencia, termina de coronar otra magnífica obra en la trayectoria del escritor belga, otra demostración de lo bien que sabe expresar emociones que se pueden interpretar desde el lado más hermoso y desde el más amargo.

El escritor suele buscar al dibujante oportuno para cada obra, y eso le ha hecho construir una galería de artistas formidables. Como se ha dicho, vuelve a trabajar aquí con Oriol, y aunque no es lo habitual tampoco es la primera vez que repite con un ilustrador. En este caso, más incluso que en Los 3 frutos, Oriol parece destinado a hacer este cómic. Desde su misma portada nos envuelve en una tierna sexualidad de la que es imposible deshacerse y que supone un reto a la belleza que se nos quiere imponer desde la publicidad y la moda, con ese canon contra el que sus propios mundos ya se empiezan a rebelar sin disimulo. La mencionada escena onírica inicial nos coloca en un plano hermoso y cercano. Y cuando se dispone a mostrarnos la capacidad del arte de Vidal Balaguer, Oriol alcanza un nivel sublime un homenaje al arte pictórico, sea sobre lienzos o sobre páginas impresas de un cómic. Naturalezas muertas, en ese sentido, es una obra de múltiples capas y lecturas, también desde sus aspectos visuales, porque Oriol nos quiere zambullir en el modernismo catalán, en el arte de la Barcelona de los años finales del siglo XIX. Y lo logra con un trabajo espléndido, recomendable para quienes se queden en la superficie de la página, bella y compleja, pero también para quienes quieran profundizar más. Tebeazo. Y arte.

Dargaud publicó originalmente Natures mortes en marzo de 2017. El único contenido extra es un texto final de Roser Doménech, catedrática de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Podéis ver imágenes de este título aquí y aquí. Y en nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.

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Esta entrada fue publicada en 17 octubre, 2017 por en Dargaud, Norma, Oriol, Zidrou y etiquetada con , , .

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