Guión: Rick Remender.
Dibujo: Matteo Scalera.
Páginas: 104.
Precio: 15,50 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Julio 2017.
Familia y redención, dos elementos que han estado presentes en Ciencia oscura desde el principio para completar el formidable escenario de ciencia ficción que está construyendo Rick Remender, se convirtieron en el centro de la historia en su cuarto volumen (aquí, su reseña). Aquí, en el quinto, Expiación verdadera, toca ver las consecuencias de esa decisión de Grant McKay, un personaje soberbio que ha sufrido una evolución bestial desde que arrancó la serie y que en este volumen alcanza un punto culminante y definitorio. De alguna manera, y al menos hasta el tercio final, estamos ante el arco más claro de toda la serie, el más lineal y concreto, el que no se pierde en dimensiones alternativas para empezar sino que mantiene un foco fijo durante todo el relato. Luego, claro está porque si no esto no sería un cómic de Remender, la cosa cambia. Y cambia mucho. Porque aunque diera la impresión de que las cosas no iban a cambiar demasiado para McKay y su hija, Pia, la otra gran protagonista de esta entrega, al final cambian una barbaridad. No aventuraremos aquí cómo, pero es otra de las grandes sorpresas que se guarda en la manga Remender, ese auténtico maestro de la ciencia ficción depresiva que se pone en manos de otro sensacional creador, un Matteo Scalera que sigue bordando cada número con su particular estilo.
Lo bueno que tiene Remender es que siempre encuentra un escenario con el que sorprender. Y para Expiación verdadera encuentra el terreno de la fábula. Sí, entre sus viajes interdimensionales y la tragedia familiar que ha planteado, sabe dar protagonismo a una bruja. Y no solo darle protagonismo puntual, sino integrarla de verdad en el desarrollo de la serie. Eso, que parece sencillo, es lo que distingue a Remender. Pueden gustar más o menos sus giros, pero no se puede negar que logran el impacto que buscan. Este es sencillamente brillante porque sirve para materializar la expiación del título y para poner un punto y aparte en la cruzada personal de McKay, que a partir de ahora cambia por completo de características. Seguimos dentro de lo mismo, pero todo cambia. Ciencia oscura en estado puro, porque es una serie que parece mentira que apenas esté alcanzando su quinto volumen, su segundo año editorial en Estados Unidos, de todo lo que nos ha contado, de tanto que han cambiado los personajes en este tiempo. Se agradece que en esta entrega haya tanto de fantasía como de ciencia ficción para recubrir los problemas familiares y también los políticos que va generando McKay en sus viajes, por mucho que tengan el propósito de dejar cada dimensión mejor de como se la encontró.
Si el guion propone un nuevo entorno para este tramo de la aventura, ya desde la portada de este volumen Scalera sigue demostrando que borda todo lo que le lanza Remender. Y el interior no desmerece para nada lo que en ese primer vistazo aventuramos. Maravilloso dibujo el de Scalera, que sigue haciendo de su particular estilo una de las razones por las que Ciencia oscura es una de las grandes series de ciencia ficción del momento. La aventura de género y el drama íntimo son dos aspectos que viene bordando desde el principio, lo que no es tan fácil de conseguir desde su exagerada caricatura, sobre todo en algunos rostros (cualquier que hubiera visto la nariz de McKay antes de saber nada de la historia, probablemente hubiera pensado que era para un personaje cómico), pero además hay que añadir aquí una imaginería de fantasía oscura formidable, plasmada especialmente en la bruja Doxta, que acerca la serie de hecho hasta los códigos del terror de una manera brillante. No hay límites para Scalera, y por eso cada número de Ciencia oscura es un gozo visual extraordinario que nos lleva a pensar que este título habría caído mucho de no haber contado con su estilo. Pero cuenta con él. Y con el desánimo humanista de Remender. La mezcla, por lo visto hasta ahora, promete seguir dándonos muchas alegrías en el futuro.
El volumen incluye los números 22 a 25 de Black Science, publicados originalmente por Image entre julio y octubre de 2016. El contenido extra lo forman las portadas originales de Matteo Scalera y dos páginas a tinta.
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