‘Astro City. La edad oscura’ 2, de Kurt Busiek y Brent Anderson

Editorial: ECC.

Guión: Kurt Busiek.

Dibujo: Brent Anderson.

Páginas: 240.

Precio: 23 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2017.

La primera mitad de La edad oscura (aquí, su reseña) dejó un muy buen sabor de boca. Era Astro City, pero al mismo tiempo el reverso tenebroso de Astro City. Sin embargo, la conclusión no está a la misma altura. Los libros 3 y 4 de esta historia no alcanzan el mismo nivel. Sigue siendo, como pasa habitualmente en Astro City, una buena muestra de lo que puede ser el cómic de superhéroes, sobre todo cuando se aproxima al género desde personajes que se encuentran lejos de los grandes iconos, pero prima más la confusión que la complejidad. Kurt Busiek se enfrenta aquí al momento más complicado de su universo, precisamente porque estamos ante el relato más largo de todos los que forman parte de la serie. Hablamos de 16 números, cuatro miniseries de cuatro entregas, y el viaje se antoja algo demasiado largo, sobre todo porque por momentos se pierde el foco. Sigue siendo la venganza de los hermanos Williams por la muerte de sus padres, pero hay muchas páginas en las que esto no se ve y, sobre todo, no se siente. Porque Astro City siempre ha ido sobre ponerse en la piel de personajes imposibles, de ver a superhéroes en un mundo realista. Cuando la historia vuelve a ese camino encuentra sus mejores momentos, pero no todo lo que vemos en este segundo volumen de La edad oscura mantiene el mismo tono.

Busiek, en todo caso, despliega muchas de las armas que  hacen de Astro City una franquicia espléndida, y por ello es difícil pensar que estamos ante un segmento fallido. No lo es, aunque lógicamente sí es algo un poco diferente. El optimismo colorista que desprende la serie desaparece casi del todo en La edad oscura. Y aunque al principio eso se entiende mejor como ese reflejo de la realidad, como ese pasado siniestro del que despertar para dar luz a una era mucho más optimista, la que marca Astro City, la segunda mitad del relato no lo deja tan claro. Al menos, no siempre. Sí lo hace, por ejemplo, con su espléndido final, un punto de inflexión maravilloso en la historia contemporánea de Estados Unidos. Pero no lo hace cuando la historia se convierte en un enfrentamiento continuo de personajes a los que no es fácil seguir la pista. Todo cobra un nuevo vigor cuando el Agente de Plata vuelve a la historia, cuando encaja en la venganza de los hermanos Williams, cuando ambas líneas convergen y nos conducen hasta el esplendoroso presente que ya hemos visto en todas las entregas anteriores de Astro City. Y es por esos momentos por los que La edad oscura no cae. Nunca lo hace del todo. Pero también es cierto que la exigencia que el propio Busiek ha provocado hace que se note más cuando no se alcanza el gran nivel habitual.

Brent Anderson, sin duda el mejor dibujante posible para Astro City como viene acreditando desde el comienzo de la franquicia, tampoco alcanza su cima en La edad oscura. No lo hizo en la primera entrega y tampoco lo hace aquí. Quizá es que también nos hemos acostumbrado a que haya más luz, más color, más optimismo en definitiva, y eso falta por definición en esta especie de prólogo a la era del superhéroe que abandera la serie. Pero aún así Anderson es muy bueno. Sigue siendo el mejor heredero posible de la forma que tenían los mejores dibujantes de entender el género en los años 70, sigue más que presente la influencia de Neal Adams, y el diseño sigue siendo una parte fundamental del trabajo de una serie que funciona francamente bien en lo visual. Hay momentos visualmente brutales, como la aparición del Jinete Pálido envuelto en llamas, y no se usa mal el juego de efectos visuales que necesita en ocasiones la historia. La edad oscura de Astro City se cierra, en todo caso, como un atractivo paréntesis, que se mueve con habilidad, aunque de más a menos, en un terreno que sin ser ajeno a su esencia sí que es poco habitual. Es un reto contar una historia sabiendo que no es ahí donde se recordará su alma, y hacerlo con la eficacia que demuestran Busiek y Anderson es todavía más complicado. Pero es que los dos son muy buenos.

El volumen incluye los cuatro números de Astro City: The Dark Age Book 3 y Astro City: The Dark Age Book 4, publicados originalmente por DC a través de su sello Vertigo la primera entre mayo y agosto de 2009 y la segunda entre enero y mayo de 2010. El contenido extra lo forman una introducción de Ed Brubaker, las portadas originales de Alex Ross y un portafolio de bocetos comentados de Brent Anderson.

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