‘Shi 1. Al principio fue la ira…’, de Zidrou y Josep Homs

Editorial: Norma.

Guión: Zidrou.

Dibujo: Josep Homs.

Páginas: 56.

Precio: 17 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Marzo 2017.

Zidrou nos ha acostumbrado en los últimos años a contarnos historias muy duras en su contenido pero dándoles un aire de cuento, de fábula más o menos dramática u oscura. Así sucedía en álbumes como El cliente (aquí, su reseña), Léo, Léa (aquí, su reseña), Bufón (aquí, su reseña) o Lydie (aquí, su reseña). ¿Pero qué pasa cuando Zidrou abandona, no sus temas habituales, pero sí ese tema? Y aún más, ¿qué pasa cuando expande su narración para que se convierta en una serie y supere la frontera del álbum único? La respuesta la encontramos en Shi, y después de leer la primera de las cuatro entregas previstas, encima en un primer ciclo, el resultado no puede ser más satisfactorio. Y es que Zidrou se mantiene fiel a los temas de los que le gusta hablar, sigue dando voz a mujeres excepcionalmente bien escritas y mantiene un ojo brillante para escoger a sus dibujantes, para que estos sobresalgan en función de cada historia. Josep Homs acaba resultando perfecto para ilustrar una historia que se mueve a caballo entre el presente y el Londres que se asomaba al futuro en 1851 con la primera Exposición Universal, aunque se centra más en ese pasado para contarnos la relación que entablan dos mujeres de mundos distintos a las que une la injusticia, el odio y una venganza todavía por venir.

Al principio fue la ira…, que así se titula el primer álbum de Shi, es una construcción delicada. Zidrou parte de un tema actual, la venta de armas, y cuando parece soltarnos una moraleja contundente en la segunda página decide en realidad pegar un salto hacia atrás en el tiempo, aparentemente sin conexión directa. Pero es que el hilo que unirá las dos partes es lo delicado. Es lo que Zidrou trata con mimo, sin poner todas sus cartas sobre la mesa y convirtiendo Shi desde el principio en la lucha de dos mujeres, la rebelde hija de un noble por un lado y una inmigrante oriental que ni siquiera sabe hablar inglés por el otro. Una muerte y una lucha acaban uniendo sus destinos de una forma bastante impactante, que permite al autor demostrar una vez más su enorme habilidad para tomar una voz femenina y convertirla en vehículo de una historia fascinante. Como ya es habitual, Zidrou no se queda en lo cotidiano. Logias secretas, turbios manicomios, rincones oscuros de la ciudad y un toque de picante sexual sazonan una historia que da la sensación de ir creciendo a cada página que pasamos. Y como solo hemos visto una cuarta parte de lo que nos quiere contar, es difícil por ahora predecir si vamos a estar ante un cómic brillante de principio a fin, si, ojalá, Zidrou logra encontrar la manera de que esta sensacional apertura se mantenga en el resto de la obra.

Sensacional también es el dibujo de Homs. No sorprenderá a nadie su nivel si se han leído los álbumes de Millenium en los que participó (aquí y aquí, reseñas de ambos), ni su capacidad para salir triunfante en dos de los tres pilares que necesita Shi: por un lado la expresividad de todos los personajes y por otro la ambientación narrativa, las emociones que el color y la luz le permiten mostrar, vehículo perfecto para que la violencia inherente que tiene la historia encuentra una vía de escape. Pero en este punto añadimos algo más, y es la recreación histórica. Homs realiza un espléndido trabajo para transportarnos al Londres de mediados del siglo XIX, sin que por ello la historia o la narración parezcan antiguas o estáticas. El ilustrador tiene un dinamismo tremendo, y eso lo sabe exportar a escenas de persecución pero también a momentos tremendamente íntimos. Y algo más difícil todavía, Homs escoge muy bien lo que entra en cada viñeta. Si tiene que cortar una mirada, lo hace, si tiene que prescindir de la mitad de un cuerpo para crear un efecto dramático, también. No hay nada casual en sus elecciones y es una delicia ir apreciando esas decisiones, que enriquecen una obra como Shi que merece muchísimos elogios. No es que Zidrou y Homs no sean capaces de levantar grandes expectativas, al contrario, pero qué gustazo es comprobar que hacen honor a ellas.

Dargaud publicó originalmente el primer álbum de Shi, Au commencement était la colère…, en enero de 2017. No tiene contenido extra.

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