Editorial: Planeta Cómic.
Guión: Charles Soule.
Dibujo: Alex Maleev.
Páginas: 32.
Precio: 2,50 euros.
Presentación: Grapa.
Publicación: Noviembre 2015.
Bajo ningún concepto se puede pensar que el segundo número de Lando rebaja las enormes expectativas creadas por el primero (aquí, su reseña), pero es obviamente la curva descendente de la montaña rusa que han propuesto Charles Soule y Alex Maleev. Una vez lanzada la arriesgada idea de la serie, la que encajó en las primeras páginas el sensacional perfil del granuja protagonista y el planteamiento de la trama con ese final que introdujo de una forma tan brillante la figura del Emperador, en este segundo Soule y Maleev presentan los elementos que les van a llegar al clímax y al desenlace. Era lógico pensar que eso tenía que suceder en esta entrega, y por eso lo que se cuenta sigue manteniendo el interés. Pero también sería injusto decir que está a la altura del formidable arranque, porque este instante de la historia no concentra lo más atractivo. Es ley de la narración. Probablemente, este bajón no se notará cuando Lando se pueda leer completa, pero por entregas sí se percibe ese peldaño inferior. Y eso que Soule ha sabido trazar un simpático paralelismo con Han Solo, que a partir de ahora será perseguido por un cazarrecompensas con un cierto parecido a Boba Fett y que en lugar de ser reclutado por Darth Vader sigue las órdenes directas del Emperador. Eso y la agilidad de los diálogos de Soule conforman los puntos fuertes de esta entrega.
Maleev mantiene las constantes de la serie, un tono más noir que de ciencia ficción, aunque los sabe acoplar de una forma muy interesante, sin que el lector se sienta desubicado con el salto entre uno y otro entorno. La presencia de los personajes invita a pensar en un clásico de género negro, convenientemente acentuada por una atmósfera marcada por el color exagerado, y la ciencia ficción, con un aspecto mucho más clásico de la ciencia ficción aventurera que abandera Star Wars, se siente con las escenas en las que los vehículos espaciales tienen más peso pero también con la introducción en la historia de Chanath Cha, el cazarrecompensas al que se presenta y que se convertirá en el antagonista de Lando en los dos últimos números. Maleev, con un nuevo cliffhanger impactante aunque algo más convencional que en el primer número, cierra una buena entrega de una buena miniserie. Porque por mucho que el primer número sea mejor, hay que apreciar Lando como un todo. Leer estas páginas enriquece lo anterior y es la transición necesaria para lo que está por venir. Lo que es evidente es que Soule ha dado con la tecla para abordar a un personaje secundario muy querido para que sea identificable pero que mantenga también la capacidad de sorprender. Y eso lo sigue teniendo en este segundo número.
Marvel Comics publicó originalmente el segundo número de Star Wars: Lando en agosto de 2015. El único contenido extra es la portada de Alex Maleev.