Editorial: Aleta.
Guión: Duane Swierczynski.
Dibujo: Eric Nguyen y Tony Parker.
Páginas: 104.
Precio: 12,95 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Octubre 2015.
X tenía un punto atractivo en su primer volumen (aquí, su reseña), el contrapunto al violento antihéroe que ofrecía Leigh Ferguson, una joven blogera que investiga sobre las acciones de este vigilante enmascarado y del que, otro de sus aciertos, se desconoce su identidad. Pero si bien lo segundo se mantiene por el momento para este segundo volumen, Los perros de la guerra, lo primero se va desdibujando. Leigh ya no tiene el mismo papel, ni la misma influencia, ni el mismo protagonismo. Está en la historia, porque este segundo volumen es continuación natural del primero y arranca desde donde acababa aquel, pero de alguna manera el relato es, desde ese punto de vista, algo más convencional de lo que cabía esperar tras el buen impacto que provocaba la serie en sus primeros números. Duane Swierzynski quiere seguir profundizando en los debates que proponía en el arranque de la serie, el límite del vigilante, cuándo está justificada la violencia para responder a los violentos, y añade un nuevo enemigo, un grupo policial que cree estar haciendo lo correcto persiguiendo a X pero que en realidad está trabajando para un corrupto. Pero esta segunda trama queda demasiado desdibujada bajo el manto de sangre y disparos que se convierte en el principal elemento del tebeo ya sin demasiados tapujos.
Swierczynski no busca en este segundo volumen de X un avance en los temas, sino en las tramas. Es decir, no hay novedades temáticas, no introduce nuevos debates y mantiene la apuesta por el misterio, especialmente el que sigue rodeando a la identidad del protagonista (“La máscara se queda hasta que acabe la misión. Fin de la historia”, dice en la primera secuencia de esta entrega a Leigh y, en realidad, en una declaración de intenciones con los lectores como claros destinatarios), y por la violencia, algo que forma parte claramente del planteamiento de la serie. X, de hecho, es justo eso, una historia de violencia contra violencia (mucha, mucha violencia), y como no hay avance en los temas ya propuestos eso, la violencia, es el punto fuerte y el principal reclamo de los números que contiene este segundo recopilatorio. Lo que sucede es que, como esa bala estaba ya gastada desde el primer volumen, este segundo pierde la capacidad de sorpresa de los primeros números y se sustenta en convicciones ya logradas de antemano. En otras palabras, quien disfrutara del primer volumen de X también lo hará con este segundo, pero quien viera en aquel alguna nota interesante pendiente de una evolución para convencerle de momento tendrá que seguir esperando porque Swierczynski no tiene esa vocación en estas páginas.
Si en lo argumental se mantienen las premisas de la serie con bastante fidelidad a la idea original, lo mismo se puede decir del dibujo de Eric Nguyen, deliberadamente sucio en el trazo, apostando por unos rostros algo desdibujados (lo que ayuda, quien sabe si voluntariamente, a que conocer el verdadero rostros de X sea algo todavía más interesante) y una anatomía exagerada hasta el mismo punto que algunos enfoques que el ilustrador escoge para sus viñetas. Nguyen es dinámico y se maneja bastante bien en la oscuridad predominante en las aventuras de X, oscuridad que inunda el trabajo de Swierczynski y el de Nguyen con tanta eficacia. Los perros de la guerra es, de hecho, un tebeo bastante eficaz, que no se sale nunca de sus planteamientos, que aquí quiere abordar la eterna contraposición entre el vigilante y los cuerpos de seguridad. Y aunque sea un debate mil veces planteado en el cómic, especialmente desde que Frank Miller lo explorara con maestría en su aproximación a Batman en los años 80, es uno que suele funcionar bien. Sin sorprender, menos todavía si tenemos en cuenta que no hay un avance real de la propuesta, pero entreteniendo a todo aquel que sepa que se está aproximando a un tebeo de tipos duros y en el que la sangre salpica más allá de la viñeta, como de hecho sucede en la misma portada del volumen.
El volumen incluye los números 5 a 8 de X, publicados originalmente por Dark Horse entre septiembre y diciembre de 2013. El contenido extra lo forman las portadas de Eric Nguyen y Alex Garner, y un portafolio de bocetos de Nguyen.