Guión: Alan Moore.
Dibujo: Steve Parkhouse.
Páginas: 96.
Precio: 14,95 euros.
Presentación: Rústica con solapas.
Publicación: Septiembre 2015.
Aunque a Alan Moore se le tiende a recordar por sus obras más épicas y adultas, en el sentido más violento y explícito del término, lo cierto es que hay otro Alan Moore del que parece que se sabe menos, y es el Alan Moore cínico y divertido. Es verdad que hay pinceladas de eso en casi todas sus obras, desde Watchmen (aquí, su reseña) a The League of Extraordinary Gentlemen, pero si hay un exponente claro en su trayectoria de esta forma de escribir ese es La saga de los Bojeffries. Estamos ante una serie peculiar, el retrato de una curiosa familia compuesta por vampiros, hombres lobo y diferentes tipos de monstruos y criaturas que exponen una original forma de ver la vida y el mundo que les rodea. La referencia es clara, tanto Los Monster como La familia Addams tienen un enlace evidente con el continente de esta serie, aunque el contenido es bien diferente. Lo de Moore, con el gran dibujo de Steve Parkhourse, no es tanto comedia como cinismo. No es tanto diversión, aunque la haya, como crítica social. Y desde luego elude por completo cualquier anclaje en la realidad para, al mismo tiempo, analizarla con una dureza fascinante. Como sucede siempre con Moore, entender las referencias sociales y culturales es capital para asimilar todo lo que pretende el autor. Eso hace de esta una obra más exigente de lo que parece, pero es divertida en todo caso.
Aunque se trata de una obra nacida al calor de los años 80, cuando en la cabeza de Moore ya estaba fraguándose V de Vendetta (aquí, su reseña), lo que emparente ambas obras es su carácter episódico. La saga de los Bojeffries queda, de esta manera, como una antología de relatos cortos, de tonos muy diferentes pero que se mueven siempre en ese cinismo tan propio de su autor, uno que estalla definitivamente en la última de las historias, la que se ha realizado ya entrado el siglo XXI, una brutal sátira sobre la fama y el olvido, sobre los gustos de usar y tirar de las sociedades modernas. Antes de llegar ahí, no obstante, Moore pasa por escenarios muy diferentes, e incluso se atreve con un musical. Tal cual. Y sí, lo hace desde las viñetas de un cómic, contagiando al lector para que se ponga a tararear al menos el estribillo por mucho que no conozca la melodía, lo que evidencia el conocimiento salvaje que tiene Moore del medio y la enorme confianza que tiene en sus posibilidades narrativas. Esa es la genialidad de Moore, que cautiva con lo que cuenta y por cómo lo cuenta. Y descubrir eso mismo en obras que nacieron al calor del underground británico de finales de los 70 y comienzos de los 80, que por tanto no son tan fácilmente accesibles al público como sus grandes clásicos, es una auténtica delicia.
La referencia obvia que se puede hacer a las series televisivas clásicas de los Addams o los Monster la esquiva con mucha facilidad Steve Parkhouse con su dibujo. Aunque obviamente todos ellos tienen como referentes las mismas criaturas de terror que inspiraron esas historias, ninguno de los protagonistas de La saga de los Bojeffries invita a pensar en copias o imitaciones. De esa manera, la personalidad que tienen los dibujos de Parkhouse se multiplica. Y como tiene una habilidad especial para tratar la caricatura, es una ayuda descomunal para que la ironía de Moore se entienda a la primera, de forma inmediata. Incluso se ven los claros intentos de innovar en la narrativa, haciéndolo desde una composición bastante clásica de página. Mención especial recibe, nuevamente, ese capítulo musical, Canción de los adosados, porque aprovecha el formato panorámico para introducir un movimiento espectacular en los personajes que desfilan ante la imaginaria cámara. La saga de los Bojeffries es un puro deleite para los aficionados al Moore más puramente Warrior, el menos convencional, aunque utilizar ese término con este escritor parezca casi una broma. En todo caso, un pequeño clásico que nace antes de que el mundo entero conociera a Moore y que permite redescubrir también el talento de Parkhouse.
The Bojeffries Saga comenzó a publicarse en la revista Warrior en 1983. El actual volumen lo publicó Top Shelf en diciembre de 2013. El único contenido extra es una introducción de Steve Parkhouse.