Guión: Tony Bedard.
Dibujo: Yildiray Cinar.
Páginas: 72.
Precio: 6,95 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Agosto 2015.
Desde que reinició su universo, DC ha maltratado todo lo que ha podido a Supergirl. En la ficción, por supuesto, porque la serie ha resultado entretenida desde el principio de la mano de los guionistas Michael Green, Mike Johnson y Michael Alan Nelson y, al principio, el ilustrador Mahmud Asrar. El encuentro con el nuevo Lobo, que sigue siendo una versión bastante descafeinada del ultimo czarniano del que Keith Giffen, Alan Grant y Simon Bisley sacaron todo el jugo en sus hilarantes historias, es la última gota en ese camino lleno de piedras para la joven kryptoniana. Lo que está claro es que esta Supergirl ya nada tiene que ver con su imagen original. Ya no es esa joven cándida y encantadora que nació en los años 60. Supergirl ha madurado hacia unos terrenos mucho más oscuros y ásperos, en una interesante vuelta de tuerca de los mitos del propio Superman, recibido casi siempre como un mesías, pero que en el caso de Kara hace estallar sus sentimientos de soledad e injusticia. De ahí el más que lógico final de este volumen (por desgracia reventado aquí por la portada americana del tercer y último número que se incluye en esta edición española, y por acontecimientos de otras historias como Superman. Condenado, aquí su reseña), que aprovecha todas las posibilidades del universo DC), colofón a una primera etapa francamente dura para Kara.
Tony Bedard entra en Supergirl precisamente para afrontar ese desenlace oscuro, que abre puertas a una fase mucho más siniestra pero que es bastante coherente con todo lo que se ha contado hasta ahora. De nuevo es importante destacar que los cambios de autores en esta serie destacan precisamente por eso, por su coherencia, porque todo lo que ha venido sucediendo hasta aquí ha contribuido para el punto en el que queda la historia al final de este quinto volumen de la edición española. Y aunque es inevitable pensar en cómo habría sido esta historia con la versión de Lobo de toda la vida, el violento y macarra cazarrecompensas czarniano, con su puro y sus cadenas, prescindiendo de ese inevitable resquemor y centrándose en Supergirl, en su evolución personal y psicológica, este duelo es más que interesante. Bedard encuentra rincones muy interesantes en la mente de Kara, los límites hasta los que es capaz de aguantar sin estallar, el poder que despliega cuando la furia se apodera de ella y, sobre todo, la inmensa soledad en la que vive un personaje que, en su concepción original, estaba llamado a ser un símbolo luminoso, inspiración para niñas y complemente perfecto para que Superman evolucionara. Y es que, al final, resulta inevitable disfrutar con una Supergirl incontrolable.
El dibujo de Yildiray Cinar contribuye a la perfección a esas buenas y oscuras sensaciones que deja esta fase del relato. Supergirl nunca ha sido una joven desvalida, pero sí una muy confundida por todo lo que le ha venido sucediendo. Combinar esa impresión con el enorme poder que desprende su figura, que no por ello deja de cumplir con los cánones más atractivos del cómic de superhéroes, es probablemente lo más destacado del trabajo de Cinar, cuya versión de Supergirl es la más dura hasta la fecha desde que DC reinició su universo, y que estalla con una enorme fuerza visual en los tres números que comprende este entrega, ya desde el impactante final del primero de ellos. Aunque esta versión de Lobo no es la mejor para disfrutar con él, Cinar la utiliza con acierto, por poca personalidad que pueda tener así el czarniano en comparación con la encarnación anterior, y, en general, todo lo que el ilustrador pone en sus viñetas funciona bastante bien, sirviendo al retrato de Supergirl que propone Bedard y a la espectacularidad que busca DC. Supergirl sigue siendo una buena serie, quizá algo infravalorada precisamente por ser una que apuesta claramente por el entretenimiento más comercial, pero en la que se pueden encontrar temas interesantes que los guionistas están hilando muy bien al recoger el testigo de la etapa anterior.
El volumen incluye los números 26 a 28 de Supergirl, publicados originalmente por DC Comics entre diciembre de 2013 y febrero de 2014. El único contenido extra, las portadas originales de Giuseppe Camuncoli.