CÓMIC PARA TODOS

‘Deep Gravity’, de Gabriel Hardman, Corinna Bechko y Fernando Baldó

002_DeepGravityEditorial: Medusa.

Guión: Gabriel Hardman y Corinna Bechko.

Dibujo: Fernando Baldó.

Páginas: 108.

Precio: 12,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Septiembre 2015.

Es un fenómeno curioso el de las comparaciones. Casi todos acabamos cayendo en ellas para explicar qué podemos esperar de un cómic (o una película, o un libro, o una serie…), pero al mismo tiempo esas mismas comparaciones pueden ser el inicio de las frustraciones. Deep Gravity es una de esas historias que se ajusta muy bien a esos parámetros. Es obvio que Mike Richardson a la hora de escribir el relato original, y por extensión Gabriel Hardman y Corinna Bechko al adaptarlo al cómic, han bebido de fuentes como Alien en el lado más fantástico y del cine de catástrofes al más puro estilo de La aventura del Poseidón en la vertiente más humana. Pero ahí está el peligro. En la comparación. Porque comparando siempre se apuesta a lo grande y el nuevo producto no busca, en realidad, llegar tan lejos. Deep Gravity es un notable entretenimiento de ciencia ficción. No llega a las cotas de terror puro que inspiraba Alien ni tampoco a la profundidad de muchos de los personajes que sí había en La aventura del Poseidón, pero funciona francamente bien. Sus méritos, más que en lo que ofrece la comparación con esos dos títulos cinematográficos clásicos, está en el escenario, en un Poseidón colonizado  y explotado por una empresa que lleva a su personal al planeta en turnos de tres años. Ahí es donde Deep Gravity tiene su propia personalidad.

Siendo el escenario lo más apetecible, lo que más llama la atención de la serie es su primer número. A partir de ahí es cuando empieza el espectáculo. Y es un buen espectáculo, porque se lee muy bien, con mucha facilidad, con las dosis justas de emoción procedentes de las relaciones entre los personajes y el mismo entorno que se describe y porque, en el fondo, siempre es divertido ver a un grupo de personas tratando de salvar sus vidas frente a la amenaza de una criatura extraterrestre. En ese sentido, el entretenimiento es bastante alto. La historia funciona, los personajes y sus motivaciones también y da la impresión de que tanto Richardson primero como Hardman y Bechko después no han querido complicarse demasiado la vida, partiendo de un escenario que en cierto modo recuerda al de la serie de televisión Terra Nova para ir añadiendo nuevas referencias que un lector acostumbrado a la ciencia ficción contemporánea irá captando sin problemas. La mezcla es eficaz y solvente, aunque también es verdad que queda la ligera impresión de que apenas se ha rascado en la superficie del escenario propuesto, que da para mucho más que esta directa historia de monstruos y supervivencia si sus autores deciden seguir explorándolo, cosa que, como no podía ser de otra manera, queda abierta gracias a un buen final.

Lo más difícil para Fernando Baldó estriba, precisamente, en lo que más rápidamente se puede juzgar en una historia como Deep Gravity: la criatura. O, mejor dicho, las criaturas, en plural. Y ahí no es que destaque especialmente este tebeo, porque el lector ya está demasiado acostumbrado a ver bichos de todas las clases y tamaños. No es fácil sorprender y la verdad es que Baldó no lo hace. Pero se disfruta. Sin ser rompedores, sus diseños son funcionales dentro de este entorno de ciencia ficción. Mucho más interesante es, precisamente, lo que pide el género: los vehículos. Ahí sí que hay un buen trabajo, que encaja de una manera mucho más natural en la historia, porque combina la espectacularidad que hay por ejemplo en la primera secuencia del tebeo (o en el brillante final del primer número, un espléndido cliffhanger) con la necesidad de que sean los personajes y sus emociones los que saquen adelante la historia, tal y como queda claro con el final del relato. Deep Gravity tiene, por tanto, objetivos de entretenimiento y no de asombro. De esa manera, se encaja y se disfruta con mucha facilidad, sobre todo para quienes ya estén acostumbrado a los códigos de los géneros que combina, que están acostumbrado a que los tópicos y los arquetipos se desarrollen de una forma, si no demasiado original, sí al menos efectiva.

El volumen incluye los cuatro números de Deep Gravity, publicados originalmente por Dark Horse entre julio y octubre de 2014. El único contenido extra son las cubiertas originales de Gabriel Hardman.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías