‘Gotham Central’ 2, de Ed Brubaker, Greg Rucka y Michael Lark

Editorial: ECC.

Guión: Ed Brubaker y Greg Rucka.

Dibujo: Michael Lark, Brian Hurtt, Greg Scott y Stefano Gaudiano.

Páginas: 288.

Precio: 28,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2015.

Viendo el primer número que se incluye en este segundo libro de Gotham Central o la última página del que lo cierra se comprende el descomunal alcance de la serie. Las alabanzas se agotaron con el primero (aquí, su reseña), porque contenía los mejores arcos argumentales de la serie, probablemente dos de las mejores historias que se han escrito en las últimas décadas en torno al universo de Batman (¡y casi sin Batman, lo que tiene un mérito aún mayor!), pero el enorme nivel de los guiones de Ed Brubaker y Greg Rucka se mantiene en este segundo libro, haciendo que el universo policial de Gotham crezca de una manera fascinante. Brubaker y Rucka son dos grandes escritores. Pero es que además tienen un conocimiento descomunal de lo que manejan. La policía de Gotham, sin sus pesos pesados. Sin el comisario Gordon, especialmente. Y aún así consiguen que éste aparezca como la leyenda que es, en conversaciones entre sus hombres. Lo mismo sucede con el brutal regreso de Harvey Bullock. O, simplemente, con la forma en la que tratan la aparición de un personaje tan estrafalario como el Joker desde un punto de vista tan novedoso que casi parece mentira esa sensación de estar viendo algo original más de medio siglo después de la creación del archienemigo del Caballero Oscuro. Pero esto no va de superhéroes. Va de héroes. De carne y hueso.

Por eso la fascinación es absoluta. Porque nunca hasta Gotham Central habíamos visto el lado más humano de ese cuerpo que tantas veces ha quedado reducido casi al papel de espectador de las hazañas de Batman. Siempre hemos visto al Caballero Oscuro luchando contra los planes psicóticos del Joker. ¿Pero qué hace mientras la Policía? Ese angustioso relato es Blancos fáciles, una descomunal carrera contra el reloj para frenar una serie de asesinatos cometidos por el villano de tez blanca. No perder de vista el componente humano, la trágica mochila que ya arrastra el cuerpo o las consecuencias a pie de calle de que un asesino como este ande suelto es lo que hace formidable esta historia. Y es que ese es el corazón de Gotham Central, su gente. Por eso es tan difícil no emocionarse con el relato que abre el libro, la historia de la administrativa que enciende la Batseñal, Stacy, contada por ella misma. O, de un modo mucho más dramático, de vivir el regreso de un policía diferente, Bullock, símbolo de una justicia diferente en Gotham y ahora viviendo sus horas más bajas. Si luchar contra el crimen fue en algún momento algo glamouroso, Gotham Central hace añicos esa impresión para convertirse en emblema de la mejor forma de llevar el noir al cómic de superhéroes, incluyendo supervillanos de lo más pintoresco y a priori de difícil encaje aquí.

El tono de Gotham Central tiene mucho que ver no sólo con la forma de escribir que tienen Rucka y Brubaker, magistral en todo momento, sino también con el estilo de dibujo de Michael Lark. Es verdad que este segundo volumen no es tan brillante como el primero. Quizá porque se haya perdido la sorpresa pero sobre todo por lo que confirma un rápido vistazo a los créditos, y es que Lark ya no es el único ilustrador. En sus historias recibe la ayuda de Stefano Gaudiano. Y aunque el dibujo sigue siendo espectacular, sí se notan algunas diferencias con respecto a las primeras, o incluso al primer número de Blancos fáciles, que ilustra en solitario. El tono, en todo caso, está ya asentado y forma parte de lo que es Gotham Central, y por eso tanto Brian Hurtt en la primera historia, la de Stacy, como Greg Scott en La vida está llena de decepciones, el segundo de los tres arcos que incluye este libro, siguen esa misma senda. Scott es quien deja el resultado menos espectacular, a pesar de la brillante escena muda con la que abre el relato. Con su soberbio sabor a serie televisiva de calidad (acentuado por la introducción de “Anteriormente…”) y un dominio excepcional del lenguaje del cómic, Gotham Central es una serie imprescindible. Sin más etiquetas. Nada de “para fans de Batman” u otra cosa. Imprescindible.

El volumen incluye los números 11 a 22 de Gotham Central, publicados originalmente por DC Comics entre noviembre de 2003 y octubre de 2004. El contenido extra lo forman una introducción de Duane Swierczynski, un artículo final de Jorge García, un cuadro con todos los personajes, y las portadas originales de Michael Lark.