‘Battlefields. Querido Billy’, de Garth Ennis y Peter Snejbjerg

Editorial: Aleta.

Guión: Garth Ennis.

Dibujo: Peter Snejbjerg.

Páginas: 80.

Precio: 9,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2015.

Si hay algo que llama poderosamente la atención en Battlefields, es cómo Garth Ennis se vuelca en este contexto con la figura de la mujer. Lo hizo en Las brujas de la noche (aquí, su reseña), y lo hace en este segundo volumen de la serie, Querido Billy, que no deja de ser una historia romántica distorsionada por un lado por el efecto de la guerra y por otro por el cristal con el que mira el propio Ennis los sucesos. Es verdad que en algunas de sus historias más emblemáticas, sin ir más lejos Predicador (aquí, reseña de su primer volumen), presentaban personajes femeninos extraordinarios, pero la sensación de que hay una clara fijación por la respuesta de la mujer a estas situaciones fuera de lo común se acentúa no sólo por su protagonismo sino también por el escenario bélico escogido. Ennis consigue algo que en apariencia es sencillo pero que tiene que su complejidad, y es que sus principales personajes tengan que ser mujeres. Si no fuera así, la historia no se entendería. No son intercambiables, no son prescindibles. Son la esencia de estas historias. Más incluso en Querido Billy que en Las brujas de la noche porque aquí lo femenino está en la raíz y no sólo en la anécdota que permite construir la historia. Y eso, en Ennis, es peculiar, porque, por supuesto, reviste a esta mujer, Carrie Sutton, de todo lo turbio que hay en el universo del autor.

Casi parece extraño que el tono por el que apuesta Ennis en Querido Billy sea el de una historia de amor. Y eso que la misma Predicador ya tenía un altísimo componente emocional y romántico, pero aún así choca, porque aquí utiliza esas sensaciones como pilar del relato, contado esencialmente a través de las palabras que Carrie está escribiendo a su amado Billy, una carta que no se sabe qué objeto tiene hasta llegar al final del relato, tan impactante como cabía esperar. Aunque el formato epistolar haga pensar en un desarrollo calmado, que en ocasiones Ennis sí ofrece, lo cierto es que Querido Billy está lleno de momentos de gran impacto emocional y visual, instantes que alejan el relato del romanticismo y lo instalan en el mundo que mejor conoce Ennis, el más turbio, el que empuja a sus personajes a actuar de una forma extrema e inesperada. De esta forma, el enfoque del autor para mostrar la guerra mantiene una frescura y una originalidad que ayudan a que el resultado final de este segundo volumen de Battlefields sea francamente bueno, sin dejar de lado las características más esenciales del género, pero adaptándolas a la historia humana que quiere contar. Y no es fácil, precisaemnte porque la narración a través de una carta invita a una pausa que podría haber sido excesiva, y que de hecho pesa algo más en el segundo número.

El dibujo de Peter Snejbjerg deja sensaciones encontradas. Por un lado, consigue insuflar un enorme catálogo de expresiones en los rostros de sus personajes, a los que da una humanidad que impresiona y que supone la conexión emocional perfecta con los lectores, que ven así enormemente facilitada la labor de introducirse en las mentes de la pareja protagonista de una forma más íntima que a través únicamente del texto. Pero, por otro, lleva la economía de medios a un extremo demasiado pronunciado en los fondos, reducidos en muchas ocasiones a colores casi planos, con escasísimos detalles. De esa forma, lo que se gana en la acción se pierde en la contextualización, lo que en los personajes resulta brillante en numerosas ocasiones no alcanza las mismas cotas en los escenarios. Aún así, hay mucha fluidez en la narración, precisamente porque los personajes pesan mucho más que los lugares en los que se producen los hechos, y sobre todo porque con la luz acaba creando atmósferas muy interesantes, como la que sirve para firmar la mejor viñeta de todo el cómic, la que sirve para cerrar el primero de los tres números de que se compone la historia, la que marca el auténtico nacimiento del personaje protagonista. Con esta valoración, se puede decir que Battlefield es una serie muy atractiva y Querido Billy una más que adecuada consecución de sus objetivos.

El volumen incluye los tres números de Battlefields: Dear Billy, publicados originalmente por Dynamite entre enero y marzo de 2009, y recopilados en un tomo en junio de ese mismo año. El contenido extra lo forman las portadas originales de John Cassady y Garry Leach, un pequeño portafolio de bocetos de Peter Snejbjerg y un epílogo escrito por Garth Ennis.