‘Hellblazer: Garth Ennis’ 2

Editorial: ECC.

Guión: Garth Ennis.

Dibujo: David Lloyd, Steve Dillon, William Simpson y Glyn Dillon.

Páginas: 480.

Precio: 40 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Mayo 2015.

Cuando un autor comienza una etapa en una serie de la forma en la que lo hizo Garth Ennis en Hellblazer, lo normal es que el nivel decaiga. Normal, si lo primero que has hecho es colocar al protagonista con un cáncer de pulmón que amenaza con llevar a la tumba a un tipo que ha sobrevivido a mil y una confrontaciones de carácter mágico. Pero Ennis tiene una fórmula interesante que ya le funcionó espléndidamente bien en Predicador (aquí, reseña de su primer volumen), y es la que aplica en este segundo libro recopilatorio de su etapa. La idea es hundir a su personaje en la miseria, hacer que le suceda todo aquello que le arrebate su condición de héroe, aunque John Constantine en realidad nunca ha sido uno, y le lleve a escenarios de los que le cueste salir, no precisamente por el poder de sus enemigos sino por la oscuridad de su alma, por su incapacidad para salir adelante pero en el plano personal y no en el mágico o heroico. Es verdad que se puede pensar que el paralelismo con Predicador es muy grande, pero también es obligado decir que la lectura de este tramo de Hellblazer es, en sí misma, irreprochable. Puede que no al nivel de la brutal Hábitos peligrosos que estaba en el primer volumen (aquí, su reseña), pero estas páginas tienen momentos absolutamente deslumbrantes y de una intensidad enorme.

Esos paralelismos con Predicador se ven con mucha claridad ya desde el segundo de los relatos que hay en este libro, el que forman Arcilla mortal y Cuerpo y mente, pero se va viendo en todo el libro hasta llegar a Confesionario, en la que se repite un viaje en autostop que de alguna manera ya conocen los lectores de Predicador. Claro que esa no es la única virtud del Hellblazer de Ennis. Si así fuera, probablemente quienes ya hayan leído la epopeya de Jesse y Tulip no encontrarán tantos alicientes en lo que le sucede aquí a Constantine. Pero hay más. Mucho más. Ennis domina el relato corto y de misterio, como se ve en Este es el diario de Danny Drake, pero también el desarrollo del personaje y de su mundo, como se aprecia en la espléndida Ellos y Ellas, que no sólo pone un nuevo punto y aparte en la relación entre el protagonista y un viejo enemigo, sino que permite ver al Constantine más duro y despiadado, o en 40, en la que muestra cómo le afecta el paso del tiempo y las relaciones que va o no va entablando con los secundarios de su universo. En todo caso, Miedo y asco, con todas las consecuencias que hay a partir de ahí, es la clave para admirar esta parte del Hellblazer de Ennis, que de nuevo vuelve a aprovechar una serie de protagonista masculino para introducir una mirada femenina brutalmente fuerte a través del personaje de Kit.

Que el principal dibujante de este volumen sea Steve Dillon acentúa todavía más la vinculación de esta serie con Predicador. Es inevitable. Estamos viendo a Constantine, pero por momentos resulta imposible no pensar en Jesse. El amor del protagonista de Hellblazer es Kit, pero el personaje de Tulip ronda los pensamientos del lector con la misma fuerza. Y no es que Dillon no haga un buen trabajo, al contrario. Sus páginas son vibrantes y por momentos brillantes, adecuadas perfectamente al tono y la trascendencia de la historia y capaces de mostrar elementos fantásticos con la misma fuerza emocional que una disputa doméstica de pareja, pero es igualmente evidente que hay claros déjà vus que el lector de ambas series encontrará con facilidad. La suciedad que aporta David Lloyd al mundo de Constantine también se percibe como un acierto y los toques más fantasiosos y espectaculares llegan en los números de Will Simpson, que también hace un trabajo bastante interesante. Aunque hay algún elemento que merece la pena conocer para disfrutar plenamente de estos números y el impacto personal de algún que otro suceso, lo cierto es que el volumen también funciona como una espléndida puerta de entrada a Hellblazer. Mejor hacerlo obviamente por el primer volumen de la etapa de Ennis, pero hay tanto y tan interesante aquí que casi da igual.

El volumen incluye los números 56 a 71 de Hellblazer, Vertigo Jam, Hellblazer Special, publicados originalmente por DC Comics a través de su sello Vertigo entre agosto de 1992 y noviembre de 1993, y material del segundo número Vertigo: Winter’s Edge de enero de 1999. El contenido extra lo forman una introducción de Warren Ellis y las cubiertas originales de Gleen Fabry, Mike Allred y Francesco Francavilla.