Guión: Grant Morrison.
Dibujo: Ben Oliver.
Páginas: 48.
Precio: 3,50 euros.
Presentación: Grapa.
Publicación: Junio 2015.
El disfrute que Grant Morrison está experimentando con El Multiverso tiene una extraordinaria expresión en este tercer número de la serie, Los justos, una reimaginación del futuro del universo DC en la que los nombres de sus principales personajes los llevan sus descendientes. Están Superman y Batman, pero son Chris Kent y Damian Wayne. El crimen ya no existe, lo han erradicado los robots del Hombre de Acero y las vidas de los superhéroes son, por decirlo de alguna manera, diferentes. Y la preocupación está en un cómic. Concretamente, en un suicidio que parece tener su origen en un cómic. Esa brillante puesta en escena deja el camino abierto para que Morrison escriba la más irreverente historia de metaficción que se ha visto en el cómic mainstream. Los justos es una gozada de principio a fin. Quizá tiene el problema de que acaba siendo algo reiterativo en algunos momentos, algo insistentes en bromas que van por caminos parecidos, pero es un detalle menor a la hora de demostrar que en apenas 48 páginas se pueden establecer las bases no ya de un universo completamente nuevo, algo que había hecho con una precisión parecida en las dos primeras entregas de El Multiverso, el primero de los dos números que tendrá propiamente dicho ese título (aquí, su reseña) y La Sociedad de Superhéroes (aquí, su reseña).
Pero Morrison, de hecho, realiza un ejercicio de precisión descomunal. Reinterpreta la relación entre Batman y Superman, la labor de la Liga de la Justicia en un mundo sin crimen, y el alcance de las relaciones personales en ese mundo de superhéroes, pero al mismo tiempo hace avanzar una historia y no sólo eso, también ese ejercicio de metaficción tan extraordinario que funciona por sí solo y que ya traza una espléndida conexión con los dos números anteriores de esta singular saga. Para darle forma, Morrison está recurriendo a diferentes dibujantes, y sus elecciones están siendo tan sobresalientes como el trabajo de los artistas. Ben Oliver dibuja un número espléndido. Por encontrarle algún defecto, en algún momento su narrativa es algo atropellada, pero sus figuras tienen tal sensación de realismo y su rediseño de los uniformes es tan extraordinario que cualquier pequeño elemento en el que Oliver no roce la perfección se disculpa con una facilidad absoluta. Su estilo casi fotorrealista, que le emparenta a Alex Ross (incluso da la impresión de que en alguna viñeta se deja llevar por el trabajo de Ross en Marvels; aquí, su reseña). Es tan fácil ver Los justos como un gozoso relato individual sencillamente apabullante por su imaginación y su cinismo como parte de ese todo cada vez más espectacular que es El Multiverso. Y la fiesta sigue.
DC Comics publicó originalmente The Multiversity: The Just en septiembre de 2014.