Guión: Alan Zelenetz.
Dibujo: Marc Silvestri, Geof Isherwood y Dave Simons.
Páginas: 208.
Precio: 22 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Julio 2015.
Antes de que el héroe, igual que el superhéroe, entrara en un terreno de oscuridad, Conan ya había vivido una etapa muy turbia en la que el jovial aventurero y bárbaro que surcaba el mundo en busca de hazañas que realizar y recompensas que conseguir pasaba por momentos muy dramáticos y diferentes. Así fue el Conan rey de Marvel, que en este quinto volumen escribe Alan Zelenetz y que hace que el cimmerio se enfrente a multitud de problemas derivados de sus hijos. Por un lado, tiene que lidiar con la muerte de su predilecto, Conn, aunque en realidad no ha muerto sino que lucha por volver a casa con su familia; por otro, con el matrimonio orquestado para su hija, Radegund; y finalmente con la rebeldía de Taurus, que le lleva a coquetear con la magia negra. Todo esto desemboca en un Conan completamente diferente al que estamos acostumbrados, agobiado por las presiones de ser un cabeza de familia además del rey de Aquilonia, cuestiones ambas que quedan bastante bien ligadas en estos números. Lo curioso de esta serie sigue siendo el papel cuasi protagonista de Conn, que recibe toda la atención de una segunda narración que completa cada número, y que evidencia que Conan es un icono que se puede tratar desde multiples ópticas, momentos temporales e incluso características personales.
Y es que este Conan es uno de los más irascibles que se ha escrito nunca, lo que incluso le lleva al terreno de la irracionalidad. Zelenetz, no obstante, consigue que el personaje no se le escape. Se reconoce a Conan, porque la base está ahí, pero el mundo en el que se mueve es mucho más complejo. No quiero esto decir que estemos ante los mejores tebeos de Conan que editó Marvel en su momento, porque eso sería pasar por encima de auténticos clásicos, los escritos por Roy Thomas y los dibujados por John Buscema por encima de todos, pero sí que desde una posición de tebeo menor estamos ante relatos muy entretenidos y muy bien construidos. Más que un Conan rey, que también, lo que vemos en estas páginas es un Conan esposo y un Conan padre, aunque al final todas esas condiciones acaban vinculadas de una forma muy inteligente, y lo que se pone en juego no es sólo la familia del monarca, con una estabilidad a punto de saltar por los aires en todo momentos, sino también su propia corona. Zelenetz mezcla muy bien la posibilidad de que Conan pierda a su esposa o a sus hijos con las intrigas políticas que amenazan su trono. Y todo ello sin perder los elementos bárbaros y mágicos que contribuyen siempre a que bravos guerreros, misteriosos magos y deslumbrantes mujeres construyan una buena historia del personaje de Robert E. Howard.
Puede que donde más se nota que esta serie era la hermana menor de los clásicos Marvel de Conan sea en el dibujo. De primeros espadas, se pasó a debutantes o ilustradores de un nivel más bajo. En el primer campo, quien destaca en este volumen es Marc Silvestri, que dibuja el primero, el tercero y el quinto número de los que se incluyen más las historias centradas en Conn. Esta serie, de hecho, fue uno de sus primeros trabajos como profesional, y se nota, pero al mismo tiempo hay elementos muy interesantes que, salvando las distancias, se quieren aproximar al aspecto que tenían los mejores momentos del mejor Conan de la editorial. Geof Isherwood y Dave Simons dibujan respectivamente uno de los dos números restantes, manteniendo una continuidad visual bastante evidente pero también algún peldaño por debajo de lo que sí consigue Silvestri. Entre todos firman un buen tebeo aunque, en cualquier caso, este segmento de las historias de Conan rey se disfruta más por la historia y por la narración que por el dibujo. A eso contribuye que haya menos elementos mágicos y más terrenales (salvo en el episodio de la huida de Taurus), que sea un Conan de problemas familiares y de palacio que de grandes enemigos. Pero precisamente por eso, por ser un Conan diferente, es un Conan que se lee con bastante agrado, incluso habiendo pasado tanto tiempo.
El volumen incluye los números 21 a 25 de Conan the King, publicados originalmente por Marvel entre marzo y noviembre de 1984. El único contenido extra son las portadas originales de Mike Kaluta.