CÓMIC PARA TODOS

‘Tokyo Ghoul’ 1, de Sui Ishida

01299000101_gEditorial: Norma.

Guión: Sui Ishida.

Dibujo: Sui Ishida.

Páginas: 224.

Precio: 8 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Marzo 2015.

La historia del joven que tiene que adaptarse a vivir en un mundo completamente diferente al que conoce es un cliché que se ha utilizado en incontables ocasiones, no ya sólo en el manga o en el cómic, sino en cualquier tipo de narración de ficción, desde la literatura a la televisión pasando por supuesto por el cine. Es un esquema que funciona, que genera empatía, que se sostiene casi por sí solo, al menos al principio, y al que no afecta esa reiteración en títulos de diversa índole. Tokyo Ghoul encaja en ese esquema, con lo que el primer paso para convencer al lector ya está dado prácticamente sin haber arrancado. Hay empatía en la historia de Kaneki incluso antes de que se desencadena el fenómeno fantástico que quiere ser el centro de su narración, y que es otro que la existencia de ghouls, unos seres que se alimentan sólo de carne humana. Una vez se produce la transformación de Kaneki, tras una inquietante y brutal escena que supone un salto bestial en la historia, es cuando Sui Ishida abraza el potencial de ese esquema antes mencionado y cuando busca referentes más elevados, convirtiendo esa historia cargada de tópicos que funcionan en un relato sobre el sufrimiento, sobre la inadaptación o sobre el terror que provoca lo desconocido. Es ahí donde Tokyo Ghoul salta de ser una serie adolescente a una mucho más cargada de matices.

El único punto debatible del primer volumen de esta serie está en que Ishida imprime un ritmo muy lento a la historia, dando la sensación incluso de que hay momentos algo muertos en los que no suceden grandes cosas. De hecho, si se revisa atentamente este primer volumen, apenas hay tres momentos verdaderamente culminantes y el resto es un largo caminar hasta llegar a esos puntos. Eso no es necesariamente un defecto, pero sí que puede suponer un problema para quien espere un desenfreno absoluto de criaturas ansiosas de carne humana o transformaciones espectaculares. Las hay, pero no de forma continua, sino en pequeñas dosis que ratifican que el foco de Ishida está en los personajes que ha escogido, muy por encima de un escenario mayor. Tanto es así que lo que no está en el círculo más directo de Kaneki no tienen ninguna relevancia. Tokio no importa, sólo lo que rodea al protagonista. Quizá sea eso lo que más se echa en falta en este primer volumen, aunque la apuesta del autor es igual de válida, e incluso se siente una mejora por momentos. El humor juvenil que hay en el primer tramo se convierte en un escenario oscuro y terrorífico con pausa, pero con intensidad, y eso no es nada fácil de conseguir. Ishida ha querido replicar en la narración el ansia que va sintiendo su protagonista, y eso deja sensaciones muy impactantes.

Viendo que el tema central de Tokyo Ghoul es la humanidad, es fácil deducir por qué el punto más reconocible de las transformaciones de los protagonistas está en los ojos. Ishida encuentra ahí la forma de generar inquietud, mucho más que con el desarrollo de las secuencias más movidas, que son menos claras de lo que necesitarían. Tanto es así que, incluso aunque el punto fuerte de este primer volumen está en la escena que desencadena la transformación de Kaneki (impecable por la sensación de terror que produce), la fuerza de la historia se vuelca en la lucha interior del protagonista, en cómo se ve a sí mismo y en cómo cree que le ven los demás. No hay que olvidar que esta no deja de ser la historia de un inadaptado, de alguien que no encaja en el mundo, ni siquiera antes de su transformación, por lo que no es de extrañar que el foco esté puesto en él y no tanto el mundo exterior. La serie arranca de una forma muy interesante, sin prisa y con ganas de que este primer volumen sea la introducción pero a la vez se sostenga casi como una unidad completa. Es verdad que se abren muchas posibilidades, pero también que estos capítulos son casi una historia completa, una sensación que no es nada fácil de conseguir. Tokyo Ghoul se ha convertido en todo un fenómeno y se entiende el porqué una vez leído su primer volumen.

Tōkyō Gūru se publicó originalmente en la revista Weekly Young Jump desde septiembre de 2011. Shueisha publicó este primer volumen en febrero de 2012. No tiene contenido extra.

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Esta entrada fue publicada en 25 agosto, 2015 por en Manga, Norma, Sui Ishida y etiquetada con , .

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