CÓMIC PARA TODOS

‘Los leones de Bagdad’, de Brian K. Vaughan y Niko Henrichon

leones_bagdadEditorial: ECC.

Guión: Brian K. Vaughan.

Dibujo: Niko Henrichon.

Páginas: 168.

Precio: 15,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Mayo 2015.

Cuando un autor acostumbra a sus lectores a un tipo de historia, no es fácil ofrecer algo distinto. Pero Brian K. Vaughan es un autor tan versátil, tan completo y tan complejo, que es capaz de afrontar diferentes historias con el mismo grado de eficacia y manteniendo toda la capacidad de sorprender. Los leones de Bagdad llegó siendo ya Vaughan un autor más que consolidado, después de los éxitos de Ex Machina (aquí, reseña del primer número) e Y, el último hombre (aquí, reseña del primer número) y antes de Saga (aquí, reseña del primer número), series todas ellas de temática fantástica en las que tuvo el tiempo y el espacio necesarios para desarrollar una historia llena de detalles y matices. Pero lo que esta novela gráfica ofrece es algo completamente diferente. Es una fábula, una que está plagada de metáforas y dobles significados, que convierte un hecho real, el de unos leones que se escaparon del zoo de la capital iraquí tras los bombardeos norteamericanos en la Guerra del Golfo, en una excusa para mostrar su propia visión de la guerra. Todo está contenido, y por eso en cada viñeta hay que exprimir todas las posibilidades al máximo, lo cual también es algo maravilloso de contemplar viendo las espléndidas ilustraciones de Niko Henrichon, que saca todo el partido al guión de Vaughan sin renunciar a la espectacularidad de las grandes viñetas y de las splash pages.

Como sucede en toda fábula, es necesario prestar atención a todo lo que deciden a los personajes y a las consecuencias que sus decisiones acarrean. Y es también importante ver que cada personajes tiene una traslación directa al conflicto que sirve de escenario. Vaughan utiliza leones, pero está dando una visión sobre la humanidad extraordinariamente compleja para una historia de una extensión tan corta y que no tiene nada que envidiar al retrato que hizo en Y o el que aún está ofreciendo en Saga. No es nada fácil, y ahí hay una influencia sociocultural de enorme trascendencia de los filmes de Walt Disney, hacer que los animales funcionen como protagonistas de una historia tan dramática, oscura por momentos, violenta y no necesariamente por lo que se muestra gráficamente. Eso no es un menosprecio a Disney, ni mucho menos, sino un elogio al enorme trabajo de Vaughan, que habla de la libertad, de la guerra y de la psicología humana de una manera casi insultantemente brillante. Y tan brillante es que lo que sorprende es que se alcancen esas cotas de genialidad con una historia en apariencia tan sencilla, y que encuentra un cierre circular tan portentoso como deprimente, en el que la libertad y la privación de la misma acaban teniendo el mismo origen pero de una forma realmente triste e impactante.

Vaughan firma una historia que impone, y esa sensación se debe también al formidable trabajo de Niko Henrichon. Lo primero que llama la atención es que consigue dar una expresividad casi humana a los leones sin apenas alterar sus rasgos animales. Lo suyo no es la caricatura, no es la deformación. Su trazo es realista, a veces incluso sucio para encontrar la forma perfecta de retratar una situación opresiva y descorazonadora, incluso aterradora por momentos. Tiene escenarios que cortan el aliento porque se trata de un ilustrador minucioso y detallista, que conjuga esa precisión realista con espacios deliberadamente más deslabazados. La mezcla es impresionante, y no sólo por esas brutales splash pages que tienen un enorme significado no sólo artístico sino también emocional (una de las más hermosas, no sólo de este cómic sino de los últimos años es cuando el pequeño Ali dice aquello de «¿es un horizonte?»), sino por todo el desarrollo, por toda la acción, por los flashbacks (el de Safa es tan demoledor que mantiene su fuerza intacta, no importa cuántas veces se haya leído). Los leones de Bagdad es uno de esos tebeos importantes que se ocultan debajo de una forma que puede dar pie a que muchos le resten valor. Pero el que tiene es enorme, como cuento dramático, como cómic y como historia humana, por mucho que sus protagonistas sean cuatro animales.

DC Comics, a través de su sello Vertigo, publicó originalmente Pride of Baghdad en septiembre de 2006. El contenido extra lo forman el proyecto original de la obra escrito por Brian K. Vaughan y bocetos y diseños de Niko Henrichon, incluyendo la evolución de la portada.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información

Esta entrada fue publicada en 25 agosto, 2015 por en Brian K. Vaughn, Cómic, ECC, Niko Henrichon, Vertigo y etiquetada con , , , .

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías