Guión: Daryl Gregory.
Dibujo: Carlos Magno.
Páginas: 112.
Precio: 12,95 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Julio 2015.
La decisión de revitalizar la saga cinematográfica de El planeta de los simios con El origen del planeta de los simios, filme de Rupert Wyatt que se estrenó en 2011, da una mayor notoriedad a cómics como este, acertadamente titulado con la denominación original de la serie de películas porque, efectivamente, vemos el planeta dominado ya por los simios pero todavía compartido con los humanos. Daryl Gregory se acerca a un periodo alejado del momento en el que encaja el filme de Wyatt pero unos 1.300 años antes de lo que se vio en el filme original de 1968. Y esa decisión evidencia que el cómic está sabiendo sacar un partido inmenso a series cinematográficas, como ya se ha visto con Terminator o Robocop, con escenarios atrevidos, valientes y originales en los que contar buenas historias. La de Gregory, desde luego, lo es, porque se mueve en un entorno a medio camino entre la política y la revolución en el que cuenta tanto el desarrollo de los personajes como la espectacularidad de la puesta en escena y de las sorpresas que esconde el guión. Es verdad que hay una ligera ingenuidad en la construcción de la historia, que en realidad parece previsible en sus grandes giros, pero es un tebeo con el que se disfruta muchísimo de este mundo tan apetecible y que al mismo tiempo se está desarrollando en el cine, ahora ya con el estreno de El amanecer del planeta de los simios.
El gran acierto de Gregory en el arranque de esta serie (que no se cierra en este volumen a pesar de que no haya numeración en su portada, sólo en su lomo) es ofrecer un enfrentamiento abierto entre simios y humanos dentro de una deliciosa escala de grises, y con personajes en situaciones muy interesantes. Así, la protagonista esencial es Sullivan, una mujer embarazada que lidera un asentamiento humano y que ha crecido con la actual regidora de los simios, Alaya. Ambas tienen que hacer frente al asesinato del Legislador, un abuelo para ambas y firme convencido de que la coexistencia entre humanos y simios es posible. Pero mientras Sullivan recurre al deseo de encontrar al asesino cuando antes para apaciguar una inminente guerra, Alaya ordena a Nix, un convicto por sus violentos métodos, que obenga resultados a cualquier precio. El conflicto es muy interesante, y en él se cuelan personajes tan fascinantes como Chaika, una joven muda, o el propio Nix, que esconde muchas más dobleces en su personalidad que las que indica su fiera personalidad. Gregory acierta en el escenario, en el tono y especialmente ahí, en los personajes, que se apoderan de la historia con facilidad, a pesar de que es evidente que quien se acerca a un relato de este universo lo que espera es una confrontación abierta entre las dos facciones como eje central.
Es ahí donde, a priori, Carlos Magno tiene más oportunidades de lucimiento, pero en realidad el ilustrador ya destaca desde mucho antes. Magno ofrece una curiosa mezcla en su forma de dibujar, es muy realista pero al mismo tiempo tiene un trazo algo sucio. Eso encaja a la perfección en El planeta de los simios, incluso mejor de lo que lo hace en su obra más conocida hasta ahora, Deathmatch (aquí, reseña de su primer número). Es minucioso a la hora de dibujar a todos los personajes, muy detallista tanto para mostrar la belleza de Sullivan o Chaika como los componentes más animales de Nix o Alaya, y en ambas facciones consigue que los rostros tengan una expresividad bastante impresionante. Como la acción le permite disfrutar con viñetas de gran tamaño y como el diseño de todo este universo es un sensacional punto intermedio entre los filmes clásicos y el futuro apocalíptico que se va forjando desde el reinicio de la serie cinematográfica en la presente década, hay muy pocos peros que se le puedan poner al trabajo de Magno. El planeta de los simios arranca de una forma casi inmejorable, siendo fiel a lo que ha hecho que esta franquicia se mantenga viva en el recuerdo de los aficionados desde hace ya casi medio siglo pero al mismo tiempo ofreciendo eso que no es nada fácil, un nuevo enfoque.
El volumen incluye los cuatro primeros números de The Planet of the Apes, publicados originalmente por Boom! Studios entre abril y julio de 2011. El único contenido extra son las portadas originales de Karl Richardson, Carlos Magno, Chad Hardin y Damian Couceiro.