CÓMIC PARA TODOS

‘Leyendas de Troy. Noche Azafrán’, de Scott Arleston, Melanÿn y Éric Hérenguel

LeyendasTroyNocheAzafranEditorial: Yermo.

Guión: Scott Arleston y Melanÿn.

Dibujo: Éric Hérenguel.

Páginas: 112.

Precio: 25 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Marzo 2015.

Después de Cixi de Troy y Tykko del desierto (aquí, su reseña), Noche Azafrán se convierte en el tercer volumen de las Leyendas de Troy que llega a España. Y este deja unas sensaciones que hay que calificar de algo extrañas. Por un lado, comienza expandiendo este universo de fantasía con unas trazas que, por su gravedad y profundidad, se emparentan directamente con Juego de tronos, pero, por otro, la necesidad de hacer de la serie una comedia juvenil acaba rebajando bastante estas pretensiones y dejando el relato un poco en tierra de nadie. Ni alcanza todo su potencial en la faceta más estratégica y palaciega que se intuía en el enfrentamiento abierto entre tres hermanos por el poder, ni termina de encontrar terrenos excesivamente acertados en su faceta más desenfadada, al menos no como para destacar con respecto a otras series de corte similar que nos ofrece la BD francobelga. Con todo, ScottArleston y Melanÿn exploran la franquicia de Troy con un buen despliegue de imaginación, que al final lo que perdura en la mente del lector gracias también al atractivo dibujo de Éric Hérenguel, muy en la línea de lo que ofrecen muchos álbumes europeos de esta temática, y que destaca más cuanto más fantásticos es el entorno y los protagonistas de cada viñeta.

Lo peor que se puede decir de Noche Azafrán es que, más allá del resultado real de lo que finalmente ha llegado a la página impresa, que no es ni mucho menos malo, queda la duda de cómo habría sido la historia decantándose abiertamente por una de sus dos facetas, cómo habría sido abrazando los aspectos más siniestros de la historia o convirtiéndose en una comedia de una forma más clara. A pesar de que el resultado es aceptable y se lee con mucha facilidad, da la impresión de que Arleston y Melanÿn han querido abarcar demasiado. Es verdad que Leyendas de Troy apuesta por esta misma mezcla en todas sus aventuras, pero la fusión de estos dos álbumes no termina de ser tan afortunada como sí lo había sido, por ejemplo, en Tykko. Hecha esa salvedad, lo cierto es que el mejor ángulo para disfrutar de Noche Azafrán está en la fantasía juvenil, especialmente en el segundo de los dos álbumes de los que se compone el relato. Ahí el guión sabe aprovechar mejor sus bazas y la multiplicación de personajes y criaturas que proceden de la imaginación más que de la realidad contribuye a que el resultado sea más acertado. Sus chistes no terminan de tomar un protagonismo exagerado, y en algunos momentos quizá sí lo necesitaba por el tono que adoptan Arleston y Melanÿn, pero se lee con bastante agrado.

El dibujo de Hérénguél es un factor determinante para que la diversión sea suficiente. No es que firme un trabajo deslumbrante, y de hecho se le pueden encontrar flaquezas en algunos momentos que tienen que ver con el diseño de los personajes y con su movimiento, pero en general es bastante correcto y, sobre todo, su imaginación le permite mostrar criaturas y personajes que entran muy bien por los ojos y se adaptan a la faceta más fantástica del relato. En especial destacan sus fantasmas, y su amplia presencia a lo largo del relato hace que se noten menos los altibajos, pero también los dragones o los trolls, criaturas que forman parte del imaginario popular y que en la versión de Hérénguél son lo suficientemente divertidos como para disfrutar con ellas. Con la siempre acostumbrada multiplicidad de viñetas por página que tiene el cómic europeo, la espectacularidad es algo menor de lo que podría haber sido con los mimbres que maneja Noche Azafrán, pero al menos Hérénguél no se deja atropellar por el espacio y saca partido al entorno de fantasía heroica de Leyendas de Troy. No es esta la mejor serie de este interesante universo pero consigue llegar al aprobado por las ideas que tiene, las de mayor interés argumental pero también las de corte más liviano.

El volumen incluye los dos volúmenes de Légendes de Troy: Nuit Safran, Albumen l’éthéré y La vengeance d’Albumen, publicados respectivamente por Soleil en marzo de 2010 y enero de 2012. El único contenido extra son las portadas originales de Éric Hérenguel.

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Esta entrada fue publicada en 19 agosto, 2015 por en Hérenguel, Melanÿn, Scott Arleston, Soleil, Yermo y etiquetada con , , , , .

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