CÓMIC PARA TODOS

‘Warship Jolly Roger 2. Detonaciones’, de Sylvain Runberg y Miki Montlló

01216100201_gEditorial: Norma.

Guión: Sylvain Runberg.

Dibujo: Miki Montlló.

Páginas: 56.

Precio: 15 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2015.

Si el primer álbum de Warship Jolly Roger, Sin vuelta atrás (aquí, su reseña) era un arranque modélico para una space opera en el fondo de lo más clásica, Detonaciones sigue al pie de la letra el manual de la perfecta continuación. ¿Que hacen falta nuevos escenarios? Se introducen. ¿Que quedaría fenomenal desarrollar la historia pasada de casi todos los personajes de la tripulación de la nave? Se hace. ¿Que se necesita un final impactante de los que te hace pensar que acabas de leer un tebeo estupendo? Se consigue. Sylbvain Runberg y Miki Montlló acertaron de pleno con el comienzo de la serie, pero la sensación de crecimiento que da este segundo álbum es sobresaliente. No es cuestión de pensar si es mejor o peor que el primero, eso acaba siendo irrelevante porque lo que convence es precisamente la fluidez de la historia como un todo, pero sí de sentir que hay una fantástica acumulación de elementos que no sólo proporcionan un gozoso entretenimiento en estas páginas sino que permiten intuir que la serie va a seguir creciendo. Runberg sabe ahondar tanto en el corazón emocional de la serie, que es Munro, como en el misterio más importante, Trece. De la mano de ambos, hace que la historia crezca de una forma espléndida dentro de un marco de ciencia ficción en el que se siente muy cómodo y que Miki Montlló desarrolla con un entusiasmo espléndido.

La mejor prueba de fuego para saber si un número 2 está a la altura de lo que prometía un número 1 es comprobar si el universo crece pero siendo fiel a sí mismo. Detonaciones es, en ese sentido, un éxito total. Hay un punto incluso en el que casi da igual que esto sea un número 2, porque Runberg hace que el lector entre con tanta facilidad en la historia que este álbum se puede leer incluso sin haber pasado por el anterior. Por supuesto, siempre es mejor tener el conocimiento completo de la serie, pero hay tanto carisma en los personajes y tanta imaginación en el universo que les rodea que la diversión es completa, incluso sin necesidad de tocar conceptos rompedores en la ciencia ficción que muestra. El crecimiento, además, no se queda sólo en personajes y escenarios, sino también en sensaciones. La forma en la que arranca y se cierra este segundo álbum lleva la serie a un terreno completamente nuevo y fascinante, en el que los límites se rompen y las consecuencias son imprevisibles. Las ganas de llegar ya al tercer álbum no hacen más que aumentar según se van pasando las páginas de Detonaciones, y eso es el mejor argumento para sostener la categoría de la serie. Es verdad que Kowalski se queda como un personaje mucho menos desarrollado en esta entrega, y eso sería el punto más débil del guión, pero el conjunto funciona francamente bien.

Una de las razones de que la narración sea tan intensa e interesante está, por supuesto, en el dibujo de Miki Montlló. Si en Sin vuelta atrás sorprendía, aquí se consolida. Siempre es más meritorio que un dibujante encuentre espectacularidad en un álbum europeo, ya que los guiones no suelen permitir demasiadas viñetas de gran tamaño, y eso mismo sucede en Warship Jolly Roger. Pero es que la espectacularidad de Montlló no reside en el tamaño, sino en la puesta en escena. Sin más lejos, la aparentemente sencilla presentación de la primera página o la contundente última viñeta del álbum sirven para medir su acierto con entusiasmo. Y como además es un ilustrador que se mueve tremendamente a gusto en el entorno de ciencia ficción que le plantea Runberg, con un formidable uso del color que es todo un homenaje en sí mismo a lo mejor del género, el resultado sólo puede ser el que es, uno fantásticamente conseguido. Warship Jolly Roger no será la obra más original o novedosa que se pueda encontrar uno en la ciencia ficción contemporánea, pero eso tampoco puede mermar la valoración de una obra sumamente entretenida, inteligente, con unos personajes creados con mimo y solvencia y con un dibujo francamente atractivo. Si el primero gustó tanto y el segundo consolidó la serie, ya sólo cabe esperar que el tercero nos catapulte a unas sensaciones todavía mejores.

Dargaud publicó originalmente Warship Jolly Roger 2. Déflagrations en mayo de 2015. El volumen no tiene contenido extra.

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Esta entrada fue publicada en 18 agosto, 2015 por en Cómic, Dargaud, Miki Montlló, Norma, Sylvain Runberg y etiquetada con , , .

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