Guión: Milo Manara.
Dibujo: Milo Manara.
Páginas: 60.
Precio: 18 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Abril 2015.
No es nada difícil ver qué ha atraído a Milo Manara de la biografía de Michelangelo Caravaggio para realizar un díptico sobre su vida que arranca con este primer álbum, El pincel y la espada. Manara viaja así a una época a medio camino entre lo convulso y lo excesivo, que le permite mostrar sexo y desnudos pero de una forma un tanto menos explícita de lo que suele ser habitual en su bibliografía, adentrándose de esa forma en la mente de su protagonista. Caravaggio es, según un Manara que proclama haber apostado por una enorme verosimilitud incluso en los eventos descritos de los que no hay pruebas documentales, un tipo impulsivo y de muchas caras, con matices que hacen que se aleje del habitual héroe romántico que podría haber protagonizado una biografía de este estilo con otros autores pero permaneciendo cercano al lector. Y eso no es fácil si pensamos en la trascendencia del pintor italiano, al que se considera uno de los primeros grandes nombres del Barroco. Manara consigue que esa genialidad esté presente en cada paso que da en Roma, pero sin perder de vista el carácter episódico, a ratos incluso burlón, por el que apuesta. Y es que El pincel y la espada es una obra intrigante. Muy de Manara en más de un sentido, pero también una evolución interesante en su carrera.
Lo primero que tiene claro el autor italiano es que no quiere apabullar con datos históricos, con referencias eruditas o con complejas aproximaciones a la genialidad de su autor de referencia. Todos esos peligros, que probablemente habrían alejado la obra del público al que normalmente llega Manara, se solventan entrando en el relato de la forma más trivial y divertida posible. O eso parece, porque en el fondo en esa escena aparentemente nimia y pícara se están sentando las bases de otros hechos. Buena entrada por tanto en Caravaggio. Respondiendo al tópico de una forma más que interesante, Manara retrata a un Caravaggio obsesionado con su arte, que plasma de una manera muy personal y alejado de las convenciones de la época, lo que le sitúa a veces en puntos mortalmente muy distanciados de quienes pueden ser sus clientes habituales. Pero Manara no quiere detenerse en el Caravaggio pintor, y eso se agradece bastante. Caravaggio es un hombre, y uno además muy temperamental, lo que se ve perfectamente ne la relación que entabla con Anna, su pelirroja musa, o el visceral enfrentamiento que sostiene con Ranuccio, retazos del carácter de un genio pendenciero, un hombre que actúa a su manera, de forma obstinada y con todas las consecuencias, tanto en su carrera como en la vida. Todo eso, históricamente adecuado o no, está perfectamente plasmado en el álbum.
Como la historia está bien trazada, Manara puede soltarse por completo como ilustrador. Suele hacerlo, eso no es ninguna novedad, pero El pincel y la espada es perfecto para desarrollar dos de los aspectos que más destacan en su arte. Por un lado la anatomía femenina, ya que Caravaggio se rodea de prostitutas y modelos y eso permite cuantiosas escenas de desnudo. Y por otro, los detallados escenarios y demás elementos de la época, el vestuario, las armas, los carruajes. Todo eso lo dibuja Manara con una enorme precisión y sin perder de vista la narración. Reproduciendo también algunos de los cuadros de Caravaggio y sin ánimo de establecer comparaciones entre arte mayor y arte menor que no conducen a ningún sitio, Manara eleva un poquito más su dibujo, buscando que algunas de sus viñetas puedan amoldarse a las formas de los cuadros más conocidos del pintor en esta etapa que pasó en Roma. El pincel y la espada es un buen arranque para Caravaggio, más que adecuado en la presentación y el desarrollo del personaje y tan deslumbrante como cabe esperar de Manara en lo visual. Cualquier figura acompañada por el exceso es perfecta para el ilustrador italiano, que demuestra haber acertado de pleno a la hora de encontrar al protagonista de esta obra. Y aunque es la mitad de un díptico, se puede acometer su lectura individual y a la espera del segundo álbum porque plantea un buen cierre a este etapa.
Panini Comics publicó originalmente Caravaggio. La tavolozza e la spada también en abril de 2015. El volumen no tiene contenido extra.