‘1900. Orígenes’, de Rafael Ruiz-Dávila

Editorial: Grapa!.

Guión: Rafael Ruiz-Dávila.

Dibujo: Nacho Tenorio, Iván Sarnago y Adrián Gutiérrez.

Páginas: 24.

Precio: 3 euros.

Presentación: Grapa.

Publicación: Julio 2015.

Es bastante curioso el caso de 1900, un título que se ha convertido en franquicia sin que su serie central se haya consolidado. Tras apenas un número publicado (aquí, su reseña), llega ahora 1900. Orígenes, un título que, con la misma brevedad que caracteriza a las ediciones de Grapa!, repasa historias anteriores de tres de sus personajes principales, Sheldon Ford, Anna Verónica y Jacky. Y son historias muy atractivas, todas ellas escritas por el creador de la serie, Rafael Ruiz-Dávila, e ilustradas en ese mismo orden por Nacho Tenorio, Adrián Gutiérrez e Iván Sarnago. Esa rotación de dibujantes es otro signo más de que 1900 quiere ser mucho más de lo que encierra en su historia central, que dibuja Tenorio, y aunque todavía sea con muy pocas páginas al alcance del lector hay que reconocer que lo está consiguiendo. Ruiz-Dávila promete desde el principio sexo, violencia y ucronías y eso es exactamente lo que ofrece en estas pequeñas dosis. Su mundo es atractivo y sus personajes, entresacados de la literatura popular y de la cultura de la época victoriana y cyberpunk, mezclan el carisma de lo conocido y la sorpresa de lo novedoso. Con estas píldoras que ofrece de cada uno de ellos (y se acaba notando que Sheldon Ford es su favorito porque le dedica una de las historietas y una historia de prosa), Ruiz-Dávila expande su universo hasta más allá del momento de la ucronía en que quería fijarse y enriquece a sus protagonistas de una forma bastante natural. Un tebeo como Orígenes puede parecer oportunista cuando la serie apenas ha arrancado, pero tiene mucho más pinta de ser un gozoso interludio con el que disfrutan los autores tanto como el lector.

En Mi nombre es Sheldon Ford no hay mucha sorpresa: Nacho Tenorio, responsable gráfico de 1900, es muy bueno. Es fascinante tanto su forma de retratar por un lado la anatomía humana como las coreografías de los combates que enseña. No hay mejor forma de explicar quién es Sheldon Ford (y quién era en la literatura popular sin el efecto de la ucronía de Ruiz-Dávil) que esta pequeña historia. El pasado de Anna Verónica es el que se narra en AB Vetusta, dibujada por Adrián Gutiérrez. Si Ruiz-Dávila deja aquí algunas incógnitas más sobre el pasado del personaje, el dibujo de Gutiérrez es muy convincente, y hasta se hace corto su tránsito por la franquicia. A Iván Sarnago le queda De piratas y gauchos, la historia más divertida, picante y sexual de este interludio. Su estilo, mucho más desenfadado que el de Tenorio o Gutiérrez, encaja perfectamente en este relato. Quizá sea el más prescindible de los tres precisamente porque no es más que un episodio pensado para voyeurs (sin que eso sea una crítica, por supuesto) y no tiene el peso trascendental en el devenir de su protagonista, Jacky, que sí tienen las otras dos porciones de este número en las vidas de Sheldon Ford y Ann Verónica. En cualquier caso, y siguiendo esa promesa de Ruiz-Dávila, el primer relato ofrece la ucronía, el segundo la violencia y el tercero el sexo, para que todo se mezcle en el segmento de prosa que se incluye. Por tanto, Orígenes es 1900 en estado puro. Y eso, aún con apenas 48 páginas leídas sobre este universo, es meritorio porque evidencia la garantía de un entretenimiento que siempre deja con ganas de seguir las aventuras de estos personajes.

El contenido extra lo forman las ilustraciones de Mario Larra, Jordi Bayarri y Pedro Delgado y una fotografía de Florencia Muir dando vida a Jacky, una de los personajes de 1900.