CÓMIC PARA TODOS

‘La isla de las mujeres’, de Zanzim

publicaciones-F2-24-830-762Editorial: Dibbuks.

Guión: Zanzim.

Dibujo: Zanzim.

Páginas: 80.

Precio: 18 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Mayo 2015.

Hay ideas muy fascinante en La isla de las mujeres, primera obra como autor completo de Zanzim, pseudónimo que utiliza Frédéric Leutelier. Incluso pasado el ecuador del tebeo da la sensación de que esas ideas van a llegar muy lejos y a coronar una obra muy cercana a la perfección, mostrando una fascinante vuelta de turco a la lucha de sexos en esa isla que da título a la obra, en la que las mujeres desempeñan los roles tradicionalmente asociados a la masculinidad en la sociedad tribal en la que sobreviven y el único hombre que hay en la isla, un piloto que en la civilización podía presumir de ser un consumado mujeriego y que ha llegado allí tras ser derribado en una batalla área durante la Primera Guerra Mundial, se ve relegado al desprecio, a las tareas más ingratas y a la indefensión más absoluta por cuestión de su género. Pero esas ideas no terminan de explotar en el cierre de la obra. Convence por ser una propuesta más arriesgada de lo que cabe suponer en un primer vistazo a su aventurera fachada, pero una de las dos partes de su resolución deja bastante indiferente y afecta a la valoración final del tebeo. Ese es en realidad el único problema palpable de un cómic atractivo, a ratos muy inteligente, que conjuga comedia y un atrevimiento social bastante poco común, incluso a pesar de que haya algunas páginas en su último tercio que sean algo más descafeinadas que el conjunto.

Asumiendo que se trata de ese primer trabajo de Zanzim como guionista y dibujante a la vez, se puede perdonar la indefinición final. Pero existe. Y es que una historia que durante tantas páginas tiene visos de ser una demoledora crítica social que trasciende su escenario y su época acaba reduciéndose, por voluntad propia, a una simple fábula de entretenimiento. Nada que objetar, si ese era el propósito de Zanzim, pero está tan cerca de ser algo mucho más grande que es inevitable que haya una cierta sensación de decepción al final. No obstante, compensa. Y mucho. Porque la forma en la que construye su historia y su microuniverso es deliciosa. Céleste Bompard es al comienzo de la obra un hombre de enormes recursos. Un gran piloto, un superviviente nato, un conquistador de mujeres. Y de repente se ve en una situación que es incapaz de controlar y en la que las mujeres, esa tribu de féminas que viven alejadas del mundo civilizado, están muy por encima de él. Zanzim intercala inteligentes flashbacks que muestran la fascinación de Céleste por las mujeres, los motivos por los que disfruta más del sexo que del amor, mientras enseña una transformación personal impresionante. De dominador pasa a ser dominado. La comedia funciona, el drama funciona, la aventura funciona. Pero la resolución no tanto, precisamente porque supone cerrar en falso muchas de las atrevidas propuestas que hace.

El retrato de Céleste es tan preciso porque las ilustraciones de Zanzim, mejoradas incluso por la labor de color de Hubert, son espléndidas. Siempre es digno de alabar el dibujante que se aleja del realismo más academicista y sin embargo consigue un realismo asombroso. Eso sucede con la caricatura de Zanzim, que sin esfuerzo hace que funcionen tanto la comedia como las ensoñaciones y escenas oníricas con una enorme facilidad pero que al mismo tiempo no merma ni el carisma de Céleste ni la sexualidad presente de las mujeres que le rodean ni el exotismo del escenario en el que acontece la historia. A pesar de la sencillez de su trazo, el autor logra que las miradas, las expresiones, el lenguaje corporal y su labor como narrador omnisciente (tanto por alguna metáfora visual que emplea como por la siempre simpática narrativa que despliega) den toda la información que omite la falta de realismo de las figuras. La isla de las mujeres no acaba siendo el tebeo magnífico al que apunta, porque acaba algo rendido a la casualidad, pero las ideas que expone sobre el intercambio de los roles de género o la forma en que hombres y mujeres se ven mutuamente bastan para que Zanzim apunte muy buenas maneras como autor completo en una historia narrada con un buen ritmo y con una notable imaginación.

Glénat publicó originalmente L’Île aux femmes en enero de 2015. El volumen no tiene contenido extra.

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Esta entrada fue publicada en 2 julio, 2015 por en Cómic, Dibbuks, Glénat, Zanzim y etiquetada con , .

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