‘Quena y el Sacramús’ 2, de Gos

Editorial: Dolmen.

Guión: Gos.

Dibujo: Gos.

Páginas: 160.

Precio: 29,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Marzo 2015.

El sensacional arranque de Quena y el Sacramús, cuyas tres primeras historias conformaron el primero de los volúmenes recopilatorios de la serie (aquí, su reseña), tiene una espléndida confirmación en este segundo libro. Y más que una confirmación, una expansión. Porque El tótem del espacio, El fantasma del cosmos y La fuga del Sacramús no son simples continuaciones de las aventuras de este chico humano y esta extraña criatura alienígena, sino una asombrosa forma de hacer que su universo sea, literalmente, mucho más grande. Gos aumenta la fantasía, la ciencia ficción y la aventura con una enorme naturalidad y rompiendo totalmente las fronteras que pudiera haber en la serie, que sale de la Tierra y puebla sus páginas de las más diversas criaturas con el fin de que sus inteligentes y muy bien desarrolladas historias sean siempre diferentes entre sí. Eso es algo que Gos garantiza. Cambia de tercio, de escenario, de protagonista y de motivación con una facilidad pasmosa, y sin salirse nunca de lo que uno puede esperar de Quena y el Sacramús, una serie que es perfecta para chavales de todas las edades y para adultos que aún tenemos alma de niño. Estamos ante un clásico del cómic juvenil europeo y el hecho de haberse publicado originalmente en los años 70 no merma en nada el disfrute que pueda provocar hoy.

Todas sus criaturas, toda su tecnología, todo lo que Gos pone en estas tres historias tiene una base cercana y realista. Pueden ser dinosaurios como base de los acusmala de El tótem del espacio o los ositos que le sirven para dar forma a los galaxianos en La fuga del Sacramús, pero el autor sabe que necesita referentes. Así es mucho más fácil llegar a los lectores más pequeños. El resto lo hace la enorme imaginación de Gos, cuyo despliegue es sensacional y configura tal cantidad de situaciones extraordinarias, diferentes, divertidas y cargadas de una originalidad refrescante (a pesar, hay que insistir en ello, del tiempo transcurrido) que es imposible resistirse al embrujo de la serie, fantástica en lo argumental y en lo visual. Con estos planteamientos, El tótem del espacio es una historia que mezcla con un acierto enorme elementos de ciencia ficción con otros de la cultura más terrenal, con la presencia de animales siempre agradecida por los más pequeños y un misterio muy bien desarrollado. Puede que en la tecnología, en las naves y en los robots, sí se note algo el tiempo transcurrido y hoy sería difícil que una serie juvenil como esta apostara por este tipo de diseños, pero eso no resta nada de efectividad a la historia, que aprovecha francamente bien la presencia de todos los personajes habituales y la introducción de un buen amigo del tío Jorge, Martín Paraíso, que les ayudará en esta aventura.

Aunque El Mago de la Osa Mayor (la segunda aventura del primer volumen) ya había dejado claro que la serie no estaba anclada en la Tierra, El fantasma del cosmos sirve como confirmación de este aspecto. De nuevo Gos se basa en la fusión entre la ciencia ficción aventura y las culturas antiguas de la Tierra para hacer que un hombre de otro planeta convertido en un fantasma busque en nuestro planeta una fuente de conocimiento que asegura la supervivencia de su raza. De alguna manera, esta historia es la más adulta hasta la fecha de la serie, porque se adentra en temas tan complejos como la guerra o la muerte, incluso el miedo a las figuras religiosas. La fuga del Sacramús incorpora a los galaxianos, y sin embargo es la más terrenal de todas las historias, porque habla abiertamente del poder de los medios de comunicación y la facilidad con la que se propaga una información, verídica o falsa, en un mundo en el que Internet no era ni siquiera un sueño. Los equívocos que plantea Gos son divertidísimos y este relato es la demostración de que no hace falta que Quena y el Sacramús compartan siempre escena para que sus historias sean trepidantes y muy entretenidas. Página a página, historia a historia, la serie no paraba de crecer y por eso leerla hoy en día es admirar su condición de clásica y pasárselo rematadamente bien, independientemente de la edad que tenga el lector.

El volumen incluye los álbumes cuarto a sexto de Khéna et le Scrameustache, Le Totem de l’espace, Le Fantôme du Cosmos y La fugue du Scrameustache, historias publicadas originalmente en la revista Spirou entre octubre de 1975 y febrero de 1978 y recopilados por Glénat en álbumes en 1977 los dos primeros y 1978 el tercero. El contenido extra lo forman un artículo de Carlos de Gregorio sobre la ciencia ficción en la revista Spirou, las cubiertas originales de dichos álbumes y un buen número de ilustraciones.