CÓMIC PARA TODOS

‘Croqueta y Empanadilla’ 2, de Ana Oncina

p-croqueta2Editorial: La Cúpula.

Guión: Ana Oncina.

Dibujo: Ana Oncina.

Páginas: 124.

Precio: 12,50.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Mayo 2015.

Parece ya bastante obvio que Croqueta y Empanadilla han llegado para quedarse. Las creaciones de Ana Oncina se mueven desde un primer vistazo en la frontera entre lo anecdótico y lo carismático, y poco a poco se van decantando hacia lo segundo. Si no, sería difícil entender que, a pesar del 2 que adorna la portada, sean ya tres los libros publicados con estas historietas en clave personal y biográfica, el primer Croqueta y Empanadilla (aquí, su reseña) y el especial Una Navidad con Croqueta y Empanadilla (aquí, su reseña), este de menor extensión. Más allá de una apreciable mayor presencia de personajes humanos en sus páginas, no hay muchas novedades en esta segunda entrega de una serie que se antoja tan inagotable como la vida misma. En otras palabras, quien haya disfrutado con los volúmenes precedentes de Oncina disfrutará de la misma manera con este libro, puesto que sus características son las mismas, pequeños sketches de entre unay cuatro páginas basados en la vida cotidiana de una pareja que comparte piso con un perro y con un gato. Pues a buscar méritos adicionales, este Croqueta y Empanadilla 2 mantiene intacta la frescura que tenía la obra original y no hay síntomas de repetición o agotamiento. No es poca cosa, puestos a pensar en el alto número ya de escenas que engloban las tres obras de estos singulares protagonistas.

Aunque Oncina sigue buceando en ámbitos muy, muy diversos de la vida cotidiana, pero si hay uno en el que sobresale por encima de los demás es en las secuencias que tienen lugar en su cama, sus Historias para no dormir. Es ahí donde encuentra los golpes más humorísticos y donde encuentra una mayor sinceridad en la forma en la que describe a los personajes. Ahí no necesita experimentar con la narrativa ni explorar formas de encontrar el gag perfecto porque la misma realidad le da la percha necesaria para enganchar al lector. Lógicamente, conteniendo tantas historias cortas (en este segundo libro, 67 más el prólogo), hay una cierta, lógica y quizá hasta necesaria irregularidad, y probablemente lo que decante la balanza por unas u otras sea el grado de identificación que sienta el lector (o la pareja de lectores, porque los de Croqueta y Empanadilla son esos libros que encuentran un doble disfrute si se lee junto a la persona querida). El caso es que se agradece esa diversidad, e incluso que haya ecos del éxito del primer libro en este segundo, como el espléndido gag en el que Empanadilla se enfrenta a uno de sus lectores en una firma de sus tebeos o cuando responde a la insistencia de su hermano de aparecer como personaje invitado en una de las historias. Lo dicho, cualquier historia es buena si se entra en el juego.

Como ilustradora, Oncina ha creado un estilo muy fácilmente identificable. Croqueta y Empanadilla tienen un aspecto muy determinado y es difícil salir de él. Con todo, la autora intenta introducir algunos elementos nuevos, aunque sean tan sencillos como colocar a su personaje de perfil o esa mencionada apuesta por incluir algunos personajes humanos más que enriquezcan el mundo de estos dos alimenticios personajes. Nada demasiado rompedor porque hay que reconocer que la comedia funciona francamente bien de la forma en la que Oncina la planteó desde el principio. Pensando en el dibujo, de nuevo hay que insistir en esa idea anterior, si se ha disfrutado con esta serie hasta ahora no hay aquí ningún motivo para que se rompa la magia, y tanto Croqueta como Empanadilla, y también su entorno, mantienen el mismo encanto que ya les hizo merecedores de la atención de los lectores. Si hay algo claro con Croqueta y Empanadilla 2 es que la serie puede durar tanto como quiera Ana Oncina porque la vida cotidiana, e incluso quizá los acontecimientos extraordinarios que le vayan sucediendo (o a quienes están a su alrededor, que en ningún sitio está escrito que todo tenga que ser autobiográfico), .seguro que le da sobradas excusas para seguir adelante. La sencillez original sigue ahí y la diversión también, así que ¿por qué cambiar?

El volumen no tiene contenido extra.

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Esta entrada fue publicada en 19 junio, 2015 por en Ana Oncina, Cómic, La Cúpula y etiquetada con , .

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