‘Liga de la Justicia 3000’ 2, de Keith Giffen y J. M. DeMatteis

Editorial: ECC.

Guión: Keith Giffen y J. M. DeMatteis.

Dibujo: Keith Giffen, Howard Porter y Raymund Bermúdez.

Páginas: 96.

Precio: 8,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Febrero 2015.

A nadie se le escapa que Liga de la Justicia 3000 era el mejor vehículo posible para que Keith Giffen y J. M. Dematteis dieran rienda suelta al humor del que dotaron a la Liga de la Justicia en su etapa de los años 90 sin perturbar el plan de la editorial para la continuidad normal. Si todo forma parte de un futuro al que en teoría no se va a expandir a otras series, ¿qué daño pueden hacer? Eso mismo, que ya quedaba de manifiesto en el primer número (aquí, su reseña), sigue siendo su mejor baza, porque el cachondeo y el buen humor no bastan para sostener una historia durante mucho tiempo. Giffen y DeMatteis, además de ofrecer guiones muy divertidos, son tipos inteligentes y por eso, poco a poco, van moldeando la serie para que la épica y la ciencia ficción vayan tomando un protagonismo un poco mayor. Es verdad que eso estaba también presente desde su arranque, pero es obvio que su baza central era el humor y la transformación de cada uno de sus protagonistas hasta el extremo del arquetipo que representan. Así que, llegando a este segundo número, ese sutil cambio de rumbo que va devolviendo la serie a los terrenos más habituales de la Liga, mezclando un mayor drama con la comedia que proponen los autores y dando a Howard Porter elementos de sobra para que despliegue una sensacional imaginería de acción y ciencia ficción.

Giffen y DeMatteis, además, van virando poco a poco y de una forma inteligente. ¿Por ejemplo? Introduciendo a Firestorm. Puede parecer un movimiento sencillo de acometer, porque el mismo escenario de la serie permite recuperar a cualquier personaje de la continuidad habitual y moldearlo al gusto de los autores, pero su elección no es nada baldía, como tampoco lo es el formidable anuncio final del octavo número americano, el que cierra este segundo recopilatorio en español. Esos detalles son los que convierten lo que podría ser previsible en justo lo contrario, en una sorpresa continua. Quizá se pueda reprochar que, en el fondo y tras la revelación que hay en el tercer número (que no se puede calificar más que como un giro genial que cambia por completo las reglas del juego), la historia avanza a un ritmo bastante menos intenso que la misma evolución de los personajes, y se pierde algo de efecto del meritorio escenario de ciencia ficción que habían tejido los autores. Pero en realidad la serie sigue funcionando bastante bien precisamente porque la comedia encaja en las personalidades de los protagonistas, porque las sorpresas están muy bien integradas y porque el escenario sigue abriendo nuevas posibilidades para que la serie pueda evolucionar todavía muchísimo. Y si es que si algo saben hacer Giffen y DeMatteis, comedia al margen, es construir buenos personajes, sean héroes, villanos, secundarios o más de una cosa a la vez.

No se puede dejar de dar la razón a DC cuando, en los créditos del octavo número dice que Giffen «se inventa las historias», DeMatteis «pone las palabras en los bocadillos» y Howard Porter «hace esos dibujos tan bonitos», porque es que esos dibujos son muy bonitos. Aunque no es nada malo el dibujo que firman Raymund Bermúdez y Wayne Faucher en el primer número, un fill-in de los muchos que ofrece DC incluso en sus series más autorales, el estilo visual de Liga de la Justicia 3000 es mérito total de Porter, y por eso sigue siendo mucho más gozoso ver cómo él mismo lo desarrolla que las versiones de otros ilustradores. Porter entiende a la perfección los dos elementos esenciales de la serie, la comedia que muestra a través de unos personajes que tienen una expresividad impresionante y la espectacularidad que requiere tanto el escenario futurista como los poderes de los protagonistas. No hay que olvidar que, aunque sean versiones muy particulares, esto sigue siendo una serie de Superman, Batman, Wonder Woman, Flash y Green Lantern, y que el añadido de Firestorm no hace más que dar a Porter más oportunidades para el lucimiento. Su mayor hallazgo, en todo caso, sigue estando en Locus, ese personaje femenino deliciosamente omnipotente y obsesivamente enamorada de Green Lantern. Gracias a todo esto, Liga de la Justicia 3000 sigue dando la diversión que cabía esperar de ella.

El volumen incluye los números 5 a 8 de Justice League 3000, publicados originalmente por DC Comics entre abril y julio de 2014. El único contenido extra son las portadas originales, a todo color y entintadas, de Howard Porter.