CÓMIC PARA TODOS

‘Star Trek. Leonard McCoy, médico fronterizo’, de John Byrne

PortadaST-DrMcCoyEditorial: Drakul / Likantro.

Guión: John Byrne.

Dibujo: John Byrne.

Páginas: 104.

Precio: 15 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Abril 2015.

Es un tópico, y se podrá decir seguramente de muchas historias, pero todo trekkie tendría que leer Leonard McCoy, médico fronterizo. Así, sin más. No es la única incursión de John Byrne en el universo creado por Gene Roddenberry pero probablemente sea la más gozosa para los seguidores más clásicos, porque es una historia ambientada en un periodo poco explorado en la ficción posterior, el que transcurre entre el final de la serie de televisión en 1969 y la primera de las películas de la franquicia, en 1979. Es decir, Bones, el gruñón médico del Enterprise, todavía no se ha puesto de nuevo a las órdenes del capitán Kirk, sino que está surcando las galaxias, en mundos extraños de la Federación, con problemas que tiene que resolver sin la ayuda de la tripulación de la mítica nave y que le va relatando por carta (manuscrita, a la vieja usanza, otro detalle no sólo muy propio de la personalidad de su protagonista sino un auténtico toque de nostalgia para el lector) al propio Kirk. Byrne, un apasionado de la ciencia ficción que ha pisado con fuerza los terrenos del género en numerosas obras, se adapta perfectamente a la esencia de Star Trek y, con más precisión a la de la serie original. Bones, de hecho, es un personaje que le sienta fenomenal al tono que Byrne da a la historia, a sus diálogos, y al choque con los detalles más extravagantes y coloridos que presiden estas historias.

El homenaje de Byrne a la serie original de Star Trek no se detiene en el tono, en la época que describe o en la elección del protagonista de sus historias, sino que incluso utiliza personajes como Gary Seven y recoge tramas de antiguos episodios. Haberlo visto es un añadido más a la fantástica experiencia de recorrer este universo de la mano de la imaginación de Byrne, pero no haberlos visto no es ningún impedimento para disfrutar estas páginas. Y es que Byrne se muestra aquí tan hábil como siempre, más episódico quizá que de costumbre (o para quienes le recuerdan especialmente por su paso por Superman, X-Men o Los 4 Fantásticos), porque cada uno de los cuatro números de la serie es una historia autoconclusiva, aún siguiendo un hilo común con un grupo principal de protagonistas, lo que sirve sobre todo para reforzar aún más las semejanzas con un producto televisivo como el creado por Roddenberry. En todo caso, las historias del autor son muy interesantes, inteligentes porque siempre se ligan al carácter tan irascible como bonachón de Bones, y eso provoca situaciones tan aventureras como cómicas. Incluso el vínculo con el entorno ya conocido es muy simpático. No hay que olvidar que la historia se escribe en forma de carta a Kirk, y que Scotty es uno de los personajes invitados en esta breve miniserie que tiene precisamente ahí su principal defecto, en lo pronto que se lee y se acaba.

Es verdad que a Byrne le ha gustado este formato en los últimos años, pero todo es tan familiar, tan divertido y está tan bien descrito que queda la impresión de que había material incluso para una serie regular. Los guiones funcionan tan bien el dibujo. Ahí Byrne es un valor seguro, pero también uno muy personal. Es decir, en este cómic de Star Trek no hay un afán por hacer que los personajes se parezcan de manera fotográfica a los actores de carne y hueso que les dieron vida en la televisión y en la gran pantalla. Con todo, se les reconoce, incluso aunque el propio Bones luzca una abundante barba que no sólo le conecta al propio Byrne (que la luce y la ha lucido en sus muchas apariciones como personaje en sus propios cómics) sino al inicio de Star Trek. La película. Pero el espectáculo es el habitual de Byrne, criaturas atractivas, escenarios llenos de imaginativos diseños, colorido y, sobre todo, un respeto reverencial al universo del que forma parte (lo que se ve especialmente en las naves de la Federación) pero sin dejar de ser una versión bastante personal. Leonard McCoy, médico fronterizo responde a las mejores cualidades del spin-off perfecto, respetuoso con el material original pero sin dejar de innovar en lo que a su autor le parece oportuno para crear una historia a su medida. Y sí, qué pena que dure tan poco, porque McCoy sí que sabe expandir las fronteras del espacio y de la medicina que practica.

El volumen incluye los cuatro números de Star Trek: Leonard McCoy, Frontier Doctor, publicados originalmente por IDW entre abril y julio de 2010. El contenido extra lo forman las portadas originales y alternativas de John Byrne y una cronología del universo Star Trek.

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Esta entrada fue publicada en 29 abril, 2015 por en Cómic, Drakul, IDW, John Byrne, Star Trek y etiquetada con , , , .

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