Guión: Scott Snyder, James Tynion IV, John Layman, Ray Fawkes y Tim Seeley.
Dibujo: Guillem March, Riccardo Burchielli, Ian Bertram y Mikel Janín.
Páginas: 96.
Precio: 8,95 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Diciembre 2014.
Si Batman eterno va a ser un recorrido por toda la mitología de Batman, lo mejor es dejarse llevar y disfrutarlo de esa manera. ¿Qué quiere decir eso? Que no hay que ofuscarse por la falta de respuestas que hay todavía a la altura de este tercer número, el tercer mes de una serie semanal que pretende durar un año, y en la que todavía se están introduciendo personajes como si estuviéramos en los primeros pasos de una historia convencional. Lo que pide el relato es dejarse sorprender por esas apariciones y por los cliffhangers, disfrutar de los variados estilos de dibujo que se van a ir ofreciendo y encontrar lo mejor de la presencia de cada personaje en los minutos de gloria que han ideado Scott Snyder y James Tynion IV, responsables del argumento de toda la serie aunque el guión en sentido estricto no sea obra suya. Y así, en este tercer volumen, se puede disfrutar de las apariciones de Catwoman (más interesante aquí, por escaso que sea su papel, que en su propia serie), de las ansias de Batgirl de exculpar a su padre, el comisario Gordon, de los crímenes de los que se le acusa, de Mr. Pyg como villano central de esta entrega, de la continuación de la saga familiar de los Pennyworth y la relación de Alfred con los Wayne, así como de formas de ilustrar tan diferentes como las de Guillem March o Ian Bertram.
Hay tantísimos elementos en juego en Batman eterno, que al lector se le ofrece la posibilidad de ir tomando notas de lo que sucede, de dónde está cada personaje, de cuáles son las relaciones directas entre unos y otros, para así comprenderlo todo a la primera, o bien la de optar por el camino trepidante, montarse en la montaña rusa y disfrutar. La segunda es, de momento, más atractiva, porque por el momento la serie no ha aclarado si quiere hablar del final de Batman, del juicio a Gordon, del regreso de Falcone o de algún otro tema. Snyder y Tynion tendrán en la cabeza todo el esquema básico de la serie, pero por el momento no termina de adquirir una relevancia notable. Quizá eso tenga que ver con el hecho de que sea una serie semanal (aunque en España se lea como mensual), y lo que se busca es conseguir una sensación de inmediatez, episódica, casi de inconexión absoluta entre unos episodios y otros, entre unas tramas y otras, para acabar llegando a un final en el que, se supone, todo cobre sentido. Ese parece el objetivo de los guionistas, pero aún es pronto para evaluar esas pretensiones. Por eso, la acción manda. Y con Batman o sin Batman, porque el esfuerzo de la serie está en que el relato sea más un mosaico que un retrato, y ya parece más que evidente que vamos a ver en algún momento a la práctica totalidad de personajes principales y secundarios que pueblan Gotham.
Hay más razones editoriales que artísticas en el cambio continuo de dibujante, y es que resulta imposible que un solo ilustrador se encargue de la totalidad de una serie semanal, ni siquiera de largos arcos. Por eso son cuatro los artistas que pasan por este tercer número de Batman eterno. Guillem March, que ya había participado en el segundo (aquí, su reseña) es el único que repite en la serie, debutando Ricardo Burchielli, Ian Bertram y Mikel Janín. March, el más espectacular de todos, convence con lo de siempre, con sus escenas de acción, con sus anatomías llevadas al extremo físico y con sus personajes femeninos (Catwoman a la cabeza), además de su ya habitualmente interesante Batman. Burchielli tiene un trazo muy distinto, quizá en algunos momentos más cercano a la sensibilidad del cómic europeo que al norteamericano y con algún que otro momento que no convence demasiado. Bertram, con sus figuras irreales, cercanas de alguna manera a las de Frank Quitely pero al mismo tiempo muy distintas, convence con bastante facilidad, aunque prácticamente no tiene ocasión de dibujar a Batman. Y Janín muestra un realismo aparentemente frío que esconde una muy interesante puesta en escena y una narración muy interesante, casi cinematográfica. Batman eterno sigue su curso, de momento sin llegar a ofrecer conclusiones claras pero sin recortar el entretenimiento que se le presupone.
El volumen incluye los números 9 a 12 de Batman Eternal, publicados originalmente por DC Comics a lo largo del mes de junio de 2014. El único contenido extra son las cubiertas originales de Guillem March.