‘Bumf’, de Joe Sacco

Editorial: Penguin Random House / Reservoir Books.

Guión: Joe Sacco.

Dibujo: Joe Sacco.

Páginas: 128.

Precio: 19,90 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Marzo 2015.

Los grandes autores siempre han de tener la capacidad de sorprender al lector. Joe Sacco es uno de los grandes, uno de los nombres esenciales del cómic documentalista y político de las últimas décadas. Y Bumf es toda una sorpresa. Tiene todo el componente de denuncia que hay en la obra de Sacco, pero de una perspectiva tan salvaje, cínica, irónica y salvaje que casi parece más bien una obra de un Robert Crumb preocupado por la actuación de Estados Unidos en Oriente Próximo más que de un Sacco que había acostumbrado a sus lectores a una sobriedad casi sublime. A pesar del cambio radical de estilo, Bumf se convierte desde su arranque en una obra gozosa precisamente por la forma en la que Sacco lleva a cabo sus metáforas y sus ideas más descabelladas. Para ver el contenido subversivo que el autor maneja no hay más que ver la doble introducción sociopolítica y bélica que tiene el libro y la presentación del que va a ser su protagonista, un Richard Nixon viviendo en la situación de Barack Obama. Ver al antiguo presidente norteamericano depuesto por el escándalo del Watergate despertándose en el dormitorio principal de la Casa Blanca en la cama con Michelle Obama es una de la turbia imagen que sirve de preludio al análisis político más brutalmente desatado, en el que Oriento Próximo se convierte en otra dimensión. Más crítico, imposible.

Sacco arriesga mucho con la radical visión del mundo que ofrece en Bumf. No porque sus caminos sean agresivos, que lo son, o porque ponga el foco en las más altas esferas, aquellas en las que en teoría se decide cómo hacer del mundo un lugar más seguro, sino porque se mueve en terrenos que no suele pisar. O no los pisa de este modo. Y aún así, sale más que triunfante. Sus aciertos están en la recepción más directa de sus ataques, son tan salvajes que parece imposible no rendirse a sus efectos y reír a carcajada limpia. Nixon tiene un ayudante cuyo cuerpo tiene forma de ave (y un cigarrillo siempre presente en su boca), las torturas son rocambolescas, los desnudos se alejan de los cánones de belleza más aceptados. Y esa es la primera de las metáforas que emplea Sacco, convertido él mismo incluso en su personaje de su oscura sátira. Ese es el segundo nivel del triunfo de Bumf, sin duda el más importante. El primer aspecto es accesible para un grupo de autores mucho más numeroso, impactar y sorprender con un golpe de efecto es relativamente fácil. Pero la metáfora es el terreno de los grandes. Y Bumf está plagado de metáforas, de dobles lecturas, de un análisis sutil escondido detrás de los diálogos más gruesos, para acabar siendo una de esas lecturas perturbadores en cuanto se comprende que el mundo es así, que lo que vemos es un espejo que oculta el patetismo que hay detrás y que critica con una dureza salvaje.

El mismo salto que da el relato del paraíso de la primera página al infierno (norteamericano, incluso con las Torres Gemelas al fondo a punto de ser golpeadas por el segundo de los aviones que lanzaron los terroristas) es el salto que Sacco da en su estilo como dibujante. De la pulcritud realista que caracteriza sus obras más alabadas, a la comedia pura y dura, a la caricatura, a la metáfora y la crítica directa a través de un dibujo ridiculizador y a la vez divertido de la realidad que observa, deslizando incluso dibujos que recuerdan a algunas imágenes icónicas de conflictos tan diferentes como el de Vietnam o la Segunda Guerra Mundial. Sería injusto decir que es sólo la sorpresa, el cambio que supone en la trayectoria de Sacco, lo que hace de Bumf un tebeo a tener en cuenta, porque todo en él rezuma una trascendencia notable. Su denuncia, tanto narrativa como visual, es portentosa por momentos, y aunque no es tan fácil entrar en todos sus planteamientos como podría indicar su tono de comedia, es tan sarcástica y radical que sí es muy asequible encontrar momentos de enorme crítica entre sus personajes y escenarios. Bumf no es una obra disparatada y sin sentido, sino una extrema y con razones contundentes. Y precisamente por eso, llena de niveles de lectura, de recovecos irónicos, de elementos críticos. Todo aquello que merece el reconocimiento del público.

Fantagraphics publicó originalmente Bumf en noviembre de 2014. El volumen no tiene contenido extra.