CÓMIC PARA TODOS

‘Superman no es judío (…y yo un poco)’, de Jimmy Bemon y Émile Boudet

01203450901_gEditorial: Norma.

Guión: Jimmy Bemon.

Dibujo: Émile Boudet.

Páginas: 144.

Precio: 19,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Diciembre 2014.

En el mundo del cómic a veces hay una innecesaria ansiedad por convertirlo en algo adulto, maduro, generalmente a través de la violencia, pero en muchas ocasiones olvidamos que el medio nació por y para los más pequeños. Superman no es judío (…y yo un poco) es una forma honesta y divertida de recordárnoslo. No porque la novela gráfica autobiográfica de Jimmy Bemon e ilustrada por Émile Boudet sea un relato pensado para los más pequeños, porque no lo es en muchos sentidos, sino porque habla de la infancia, de la inocencia, de la forma en que todos hemos asociado conceptos en nuestra niñez, de los miedos y de las decisiones que tomamos cuando nuestros problemas no tienen nada que ver con los que padecemos cuando llegamos a ser adultos. Y todo eso se puede contar a través de un prisma adulto, Bemon lo hace, y coloca a su protagonista, Benjamin, en esa espiral de crecimiento en la que un niño pasa a ser adolescente y después se convierte en un hombre, en la que sus creencias van cambiando y no necesariamente movidas por la razón o por la fe, en el que los traumas y los dramas son reales y realistas. Ese es el gran poder de Superman no es judío (…y yo un poco), que recoge con elegancia un trozo de una vida que puede promover una sincera identificación con el protagonista, aunque los problemas del niño al otro lado del libro sean completamente diferentes.

El gancho de Superman en el título y en la historia es el primer gran acierto de Bemon, porque es el nexo hacia el mundo real de los niños, que vuelcan todas sus ilusiones en sus ídolos, sean de ficción o de carne y hueso. Pero eso sólo es el gancho dentro de una historia más compleja de lo que pueden indicar a primera vista la edad del protagonista o incluso el estilo de dibujo. Lo que narra el cómic en realidad es lo difícil que es convivir entre padres divorciados cuando las creencias de uno y otro progenitor son distintas, lo complicado que es crecer con el estigma de ser diferente en algo, la ansiedad de tener que responder a las expectativas no sólo de tus padres sino también de los compañeros, amigos e incluso enemigos que te rodean en el colegio, e incluso de cumplir con lo que espera de tu un primer amor. Bemon habla de un viaje fascinante con la religión como eje central. Es el relato de cómo Benjamin va entendiendo lo que significar ser judío, lo que implica en su vida diaria tanto en lo positivo como en lo negativo, y la importancia de tomar decisiones y mantenerlas. Como es un viaje, el mayor acierto de Superman no es judío (…y yo un poco) está en convertir una estructura episódica, la de los pequeños momentos que va narrando, en una historia completa en la que todo está relacionado y fluye de una forma natural.

A esa sensación contribuye el accesible dibujo de Boudet. Con figuras sencillas, casi infantiles, Boudet logra una identificación inmediata con los personajes, añade un punto más de credibilidad a una historia que tiene en ese aspecto la mayor parte de su fuerza- Una vez dentro del mundo de Benjamin, hay dos grandes aciertos en su aspecto visual. Por un lado, la forma en la que se plasma en el mundo real lo que la imaginación del joven protagonista ve en realidad en su mente, sus ensoñaciones personales en las que se llega a visualizar como Superman o la forma en la que ve a quienes le rodean (un hallazgo terriblemente divertido es su Yayo Yoda) y su narrativa, aprovechando los blancos de las páginas casi como si en vez de un cómic se tratara de un libro ilustrado. Ambas cosas contribuyen de forma notable a que la lectura sea mucho más amena, plácida y accesible de lo que ya sería simplemente partiendo de la estupenda idea autobiográfica de Bemon. Superman no es judío (…y yo un poco) es uno de esos tebeos que deja una sonrisa casi continua, que encuentra con una enorme facilidad la complicidad del lector, sin importar demasiados que las circunstancias de la niñez de quien se acerca al libro se parezcan a las de Benjamin, porque todos hemos sido niños y hemos vivido en primera persona los mismos procesos mentales de este protagonista.

La Boîte à bulles publicó originalmente Superman n’est pas juif (…et moi un peu) en diciembre de 2013. El contenido extra lo confirman las fotografías reales de la familia de Jimmy Bemon comparadas con su versión caricaturizada, la receta de la tafina, el plato judío que aparece en la historia, y fotografías del mediometraje del propio Bemon con esta historia.

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Esta entrada fue publicada en 30 marzo, 2015 por en Émile Boudet, Cómic, Jimmy Bemon, La Boîte à bulles, Norma y etiquetada con , , , .

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