‘Catwoman’ 6, de Ann Nocenti y Pat Olliffe

Editorial: ECC.

Guión: Ann Nocenti y Sholly Fisch.

Dibujo: Pat Olliffe.

Páginas: 112.

Precio: 11,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Diciembre 2014.

La prueba de que la Catwoman de Ann Nocenti no termina de arrancar está en esta sexta entrega de su edición española. El número que abre el volumen está escrito por Sholly Fisch y esa historia, sin necesidad de ser rompedora, excesivamente original o terriblemente ingeniosa, es bastante más Catwoman que el personaje que está mostrando Nocenti, totalmente intercambiable por cualquier otra enmascarada del universo DC o de cualquier otra. No es que las historias que escribe Nocenti no sean entretenidas, simpáticas o sugerentes, que pueden serlo, pero es que en pocos momentos da la sensación de que sea Selina Kyle su protagonista, más allá de que sea ella quien es dibujada con mucho acierto por Pat Olliffe. Pero esta Catwoman se mueve con demasiada frecuencia lejos del entorno que le es más agradecido. Fisch le da un relato mucho más juguetón, explotando su faceta de ladrona altruista, su relación con Batman y sus características físicas más reconocibles, no sólo una agilidad excepcional que en realidad sería propia de cualquier personaje femenino del cómic, sea heroína o villana. Fisch destaca la identidad de Catwoman por encima del colorido, mientras que Nocenti apuesta por el desenfreno, por historias que tengan un punto de originalidad pero que alejan al personaje de su propia personalidad, desperdiciando incluso la posibilidad de innovar en su historia.

Al final de La carrera de ladrones, que es la historia central de esta entrega de Catwoman, queda la impresión de que el guión habría encajado mucho más en las creaciones superheroicas autoconclusivas de Image que en la continuidad de la felina ladrona de Gotham. Nocenti trata con todas sus fuerzas de que la serie de Selina Kyle se aleje de su entorno natural, el de Batman, y eso se agradece porque al menos no se trata de un título acomodado, pero no termina de dar con el tono adecuado o con el imprescindible grupo de secundarios que hagan que la serie vaya creciendo poco a poco. La idea de una competición entre ladrones es simpática, pero como los rivales de Catwoman no tienen tanto carisma como ella o no están tan bien definidos como para ser una amenaza real no se sienten como una auténtica amenaza para la protagonista. Nocenti, además, pasa de puntillas por la psicología del personaje, por esas dudas que se apuntan sobre su deseo de seguir siendo Catwoman, y se entrega directamente al espectáculo colorista y grandilocuente, quizá demasiado de ambas cosas como para que la historia encaje en lo que cabe esperar de una serie de la felina más apreciada de Gotham. Tiene sus momentos, por supuesto, instantes en los que sí se aprecian las características esenciales del personaje, pero hay más de eso en la historia de Fisch que en las páginas de Nocenti.

Y es una pena porque en lo visual sí se ha conseguido una presencia más que aceptable de Catwoman, algo que tiene incluso más mérito teniendo en cuenta que las cubiertas son de un genio de la anatomía femenina como Terry Dodson. Pero Pat Olliffe no se deja intimidar por esas portadas y desarrolla su propio camino, creando a una Catwoman (y a una Selina) sexy y atractiva, con características físicas distintivas y felinas a la hora de moverse con el traje y acometer las piruetas imprescindibles para sentir su presencia en una página. Además de estar mucho más acertado que Nocenti a la hora de interpretar el personaje en su parcela, Olliffe acepta con mucho acierto el objetivo de espectacularidad que le propone el guión e incluso sale más que airoso del diseño y ejecución de los personajes secundarios enmascarados que aparecen en el relato. Como serie, Catwoman tiene por tanto un buen aspecto visual pero unos guiones que no terminan de encontrar a la mujer que hay bajo el gato, algo que se ve con bastante claridad en esta sexta entrega. Entretiene, sí, pero engancha más por el personaje que uno espera leer que por el que efectivamente acaba describiendo Nocenti. Lo bueno es que Catwoman tiene todavía muchas vidas que gastar, y se sigue esperando esa historia que devuelva el esplendor al personaje. Lo que parece difícil es que sea Nocenti quien lo consiga.

El volumen incluye los números 29 a 33 de Catwoman, publicados originalmente por DC Comics entre marzo y junio de 2014. El único contenido extra son las cubiertas originales de Terry Dodson.