Guión: Scott Snyder.
Dibujo: Sean Murphy.
Páginas: 232.
Precio: 20,50 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Noviembre 2014.
Lo único que se puede lamentar al finalizar la lectura de El resurgir es que la serie sea tan corta. Las algo más de doscientas páginas que comprende es ya una extensión considerable, pero Scott Snyder y Sean Murphy han ideado un muy ambicioso relato de ciencia ficción dura que, probablemente, podría haberles dado para otras doscientas sin apenas despeinarse, sin perder interés y aumentando la sensación de grandeza que ya tiene este más que recomendable volumen. Es, efectivamente, la única pega de un relato absorbente, cambiante, sorprendente incluso aunque sus referencias cinematográficas y literarias sean tan evidentes y entronquen directamente con la imaginación de tipos tan influyentes en el género como James Cameron o Michael Crichton. Hablaba de su extensión como su único lunar y eso no sería del todo cierto, aunque el otro problema de El resurgir está en realidad al otro lado de la página si el lector equivoca la forma de encarar el relato. No es un libro que haya que leer con rapidez o buscando una satisfacción en la inmediatez, por mucho que cada escena y cada números sean fascinantes en sí mismos. Pero lo que pide a gritos es un repaso pausado, atento, reflexivo incluso sin tener todas las piezas del puzle y sin saber hasta dónde nos vamos a conducir Snyder y Murphy en esta épica epopeya que trasciende épocas y dimensiones con una facilidad narrativa espectacular.
Conociendo a Snyder de su andadura en Batman y en American Vanpire, es evidente que domina los registros de terror y de acción. Pero la ciencia ficción pide siempre algo más que eso, y ahí también se muestra como un escritor hábil e inteligente, capaz de pegar saltos en el espacio y en el tiempo que den una satisfacción plena al lector habitual del género. No es El resurgir una historia simple, y eso es el primero de los grandes elogios que merece. Su estructura, por tanto, es meditada, no hay detalle en sus páginas que no forma parte de una reflexión del autor, que deja las pistas para que la historia se vaya comprendiendo ya desde el principio y que sabe llegar a un final tan adecuado que casi supone una invitación a volver al principio para apreciar, ya con la bendición del conocimiento, el auténtico alcance de la historia. Obviamente, esta complejidad amenaza con excluir a los lectores que busquen respuestas fáciles, pero esa exigencia que propone Snyder a quienes se zambullan en El resurgir está más que justificada. La historia tiene dos partes claramente diferenciadas y a la vez relacionadas. La primera es la que tiene unas influencias más claras, la segunda es la que está llamada a romper esquemas. La mezcla entre ambas, que se entiende mucho mejor al final, es lo que hace de El resurgir un tebeo sobresaliente.
Eso y el dibujo de Sean Murphy. Porque el género escogido, mucho más que cualquier historia que prescinda de elementos fantásticos o aterradores, necesita una puesta en escena brillante para cobrar la credibilidad que sus códigos no le dan. Y Murphy se sale. No procede anticipar qué clase de escenarios y criaturas es capaz de dibujar para mantener todas las sorpresas que propone la serie, pero sí se puede decir que de todo sale el ilustrador más que triunfante. Su trabajo es tan absorbente como el de Snyder, sus conceptos visuales son una respuesta extraordinaria a lo que el guionista había escrito previamente. Murphy tiene un dominio absolutamente impresionante no sólo de los elementos más fantásticos, que es lo que destaca en la segunda mitad de la obra, sino también de la ambientación, lo mejor de las asfixiantes páginas que hay en el segundo cuarto, y la sensacional expresividad de sus personajes y criaturas, que es una constante a lo largo de toda la serie. El resurgir se cierra así como una obra espléndida, clave para entender la capacidad de escritor e ilustrador y las posibilidades que todavía tiene el cómic, como la narrativa contemporánea en su conjunto, de sorprender en géneros tan trabajados como la ciencia ficción. Puede que no sea una obra para todos los públicos, pero el que entre en sus claves desde el principio encontrará un relato fascinante.
El volumen incluye los diez números de The Wake, publicados originalmente por DC Comics a través de su sello Vertigo entre mayo de 2013 y julio de 2014. El único contenido extra son algunas de las cubiertas originales y alternativas de Sean Murphy, Andrew Robinson, Andy Kubert, Lee Bermejo, Dustin Nguyen y Jae Lee.
En esta reseña siento diferir un poco. Si coincido en que el comic está muy bien, pero a mi no me llegó tanto. Quizás el problema sea que el final se me hizo demasiado predecible y que algunas cosas que Snyder mete en la historia no terminan de convencerme.
Por otro lado el dibujo me parece genial, de lo mejor de la obra. También me gusto mucho esa forma de narrar la historia, partiéndola a la mitad e intentando sorprender con el final.
Pero aun así, como digo, no es para mi un comic TOP. Al que me pregunta se lo recomiendo, porque es un comic que resulta muy entretenido, pero le falta algo para mejorar el resultado, o al menos eso me ha parecido a mi ;)
Un saludo.
¿Te he dicho que me encanta que haya gente que aporte puntos de vista diferentes? ;) Ahí está la gracia, el mismo cómic no tiene por qué llegarnos igual a todos (ni la misma película, ni el mismo libro, ni nada del mundo del entretenimiento y la cultura). Coincido, de todos modos, en que con un pequeño plus podría haberse convertido en un clásico.