CÓMIC PARA TODOS

‘Temudjin 1. La muerte dulce’, de Antoine Ozanam y Antoine Carrion

01203730101_gEditorial: Norma.

Guión: Antoine Ozanam.

Dibujo: Antoine Carrion.

Páginas: 104.

Precio: 19,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Diciembre 2014.

Antoine Ozanam y Antoine Carrion llevan tiempo configurando una interesante carrera conjunta, conformando poco a poco una atractiva aunque nada sencilla forma de encontrar aspectos fantásticos a historias que parten de elementos cotidianos. En Temjudin llevan esos planteamientos más lejos de lo que lo habían hecho hasta ahora. Lo que cuentan en esta serie, que arranca con La muerte dulce, es la historia de Gengis Khan, pero desde una visión mucho más mítica y fantasiosa de lo que recogen los libros de historia. No hay lugar a la duda, puesto que la magia es el primer elemento que introducen los autores en el álbum, con una profecía por cumplir y la presencia de un chamán que se convertirá en el guía del futuro conquistador, y con elementos que acercan el relato mucho más a la leyenda, con elementos de fantasía, que a los relatos que se pueden considerar verosímiles, aunque eso también esté ya presente en este primer número de la serie. Temjudin es, con diferencia y ya desde su arranque, el título más completo que han creado hasta el momento Ozanam y Carrions, cautivador desde la primera secuencia muda que se rompe sólo con el término que le da título (el nombre real de su protagonista) hasta ese final abierto en el que la efigie de gran guerrero ya se proyecta sobre el protagonista, niño, adolescente y joven en estas cien primeras páginas de su mitificada historia.

Aunque nunca ha llegado a dar el salto definitivo a la obra maestra que busca siempre con un tono poético y lírico, Ozanam suele moverse bastante a gusto en esos terrenos intermedios entre la realidad y la fantasía, con toques casi oníricos, como se vio en obras como Amargura (aquí, su reseña) o El canto de los sables (aquí, su reseña).  Hay en Temudjin una clara inspiración japonesa, no necesariamente manga pero sí procedente de sus leyendas más populares, que puede ser el elemento que le faltaba para redondear un trabajo espléndido. Gengis Khan es una figura que por sí sola ya es capaz de interesar, pero la mezcla mítica ya desde su propia concepción sitúa el relato en otro nivel completamente diferente. En realidad, el mérito de La muerte dulce está en que es capaz de conjugar todos esos elementos en lo que no deja de ser una historia de iniciación, la de un chaval que crece sabiendo el glorioso destino que le espera pero que recibe un valioso adiestramiento para poder llegar a ser el líder que se ha profetizado. A pesar de que, en ese sentido, transita los caminos del biopic, una de las cuestiones más discutibles todavía de los guiones de Ozanam es que se vuelcan con más facilidad en el envoltorio, en el escenario y en la historia, que en el personaje. Pero aún así todo fluye de forma casi sobresaliente en el arranque de la serie.

La apuesta por lo fantástico y lo onírico hace que Carrion lleve sus ilustraciones al mejor punto de su carrera. El prólogo es sencillamente fascinante y la mejor muestra de hasta dónde puede llegar su estilo de dibujo, con una poderosa narración que necesita de diálogo alguno para provocar sensaciones muy fuertes en el lector. El ilustrador, de hecho, se mueve admirablemente bien en varias secuencias mudas a lo largo de este primer álbum. En lo que se refiere al color, otro elemento determinante en las grandes sensaciones que deja el libro, Carrion utiliza una paleta de ocres y apagados entre los que sólo sobresale la intensidad del rojo (espléndida la secuencia en la que la madre de Temudjin se entrega a su mitológico padre). Eso le sirve para potenciar la sensación casi fantasmal que hay en algunos momentos y para que las escenas de acción, incluso usando una muy atípica doble splash page, luzcan dentro del contexto histórico pero también dentro del envoltorio de fantasía. Temudjin, al menos en este su primer álbum, se muestra como el mejor trabajo hasta la fecha de Ozanam y Carrions, como una atrevida pero bien llevada biografía de Gengis Khan y como un muy buen tebeo de aventuras, profecías, guerreros y espíritus en la Mongolia medieval. Si continúa como empieza, será difícil encontrarle pega alguna.

Daniel Maghen publicó originalmente Temudjin 1: La belle mort en mayo de 2013. Como contenido extra, el libro ofrece una serie de bocetos e ilustraciones que acompañan a un texto final en prosa.

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Esta entrada fue publicada en 12 marzo, 2015 por en Antoine Carrion, Antoine Ozanam, Cómic, Daniel Maghen, Norma y etiquetada con , , , .

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