Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Steve Pugh, Carlos Ezquerra y Richard Case.
Páginas: 232.
Precio: 17,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Octubre 2014.
Cuando se crea un universo tan amplio y con tantas posibilidades como el de Predicador, es fácil encontrar desvíos para expandir la historia mediante personajes que, habiendo aparecido poco o mucho, han dejado un recuerdo en el lector. Aprovechando que el final del tercer volumen, Orgullosos americanos (aquí, su reseña) dejaba una situación de cierto respiro, este cuartoes el mejor momento para disfrutar de una recopilación de esos derivados que ayudan a entender mejor a algunos de sus personajes. Así, descansando de la trama central en el mejor momento posible, Historia antigua recoge tres historias dedicadas respectivamente al Santo de los Asesinos, a Caraculo y a Jody y T. C. Todos ellos han aparecido ya en los tres primeros libros de la colección, con lo que los conocedores del mundo de Predicador no tendrán problema alguno en embarcarse en sus historias, por mucho que no aparezcan en sus páginas Jesse Custer, Tullip O’Hare o Cassidy, los protagonistas de la serie. Para Garth Ennis es una forma diferente de aproximarse a su creación, aunque lo haga desde la misma irreverencia, salvajismo y brusquedad, y para el lector una oportunidad de comprobar lo que pueden aportar otros dibujantes distintos al cocreador y encargado de la serie principal, Steve Dillon (que, aunque aparezca acreditado en la portada del volumen, no dibuja aquí ninguna página).
Lo mejor que se puede decir de este número es totalmente paradójico: siendo el volumen más prescindible de la serie por no seguir las aventuras de sus protagonistas, es a la vez imprescindible por contener unas historias espléndidas y porque, de alguna manera, son la mejor expresión de lo que quiere ser Predicador. Efectivamente, paradójico. Pero Garth Ennis es así, y eso no deja de ser un elogio. El mejor de los relatos del libro, el más completo y complejo, es El Santo de los Asesinos, el primero de ellos. Es el que mejor expande Predicador por derroteros insospechados. Tanto La historia de ya sabes quién como Los chavalotes se pueden intuir por lo que ya conocemos de esos personajes, pero el primero relato, un western salvaje y lleno de ideas malsanas, como corresponde a Ennis, es asombroso de principio a fin. Es, efectivamente, un relato ambientado en el Oeste, uno particularmente violento y perturbador pero que encaja en las historias más clásicas del género, y que de repente pega un salto al vacío para adentrarse de lleno en el mundo de Predicador de una forma tan brutal como divertida. En su retrato de Caraculo hay también detalles impresionantes para explicar cómo llegó a deformarse la cara de esa manera, especialmente su vinculación a un momento muy concreto del panorama musical de los 90. El cierre del libro es, más que otra cosa, un divertimento muy eficaz de Ennis.
El Santo de los Asesinos la dibuja Steve Pugh, con un estilo que mezcla la caricatura y el más puro salvajismo, que es el que se ve con especial virulencia en el último de los cuatro números de la serie. Su trabajo tendría mejor nota si no fuera porque el tercer número de dicha miniserie lo dibuja Carlos Ezquerra y es el mejor, el más imaginativo y el que mejor aprovecha el guión de Ennis. Ezquerra es también el ilustrador de Los chavalotes, confirmando que su estilo es perfecto para Predicador y su universo, entendiendo la forma en la que la violencia se cuela en las historias y también la personalidad de los personajes (ojo a la explosiva Tommi, un personaje espléndidamente desarrollado desde el tópico que representa). Más sencillo y menos recargado es el dibujo de Richard Case para La historia de ya sabes quién. Pero si tanto Ezquerra como Pugh tienen elementos fantásticos con los que distorsionar la historia a su gusto, el tono realista que tiene este fragmento hasta llegar al final hace que el dibujo de Case sea también perfecto. Sin Steve Dillon, es divertido ver qué hacen otros ilustradores con estos personajes ya conocidos, y en ese sentido estas tres historias recopiladas en el cuarto tomo de la serie son más que entretenidas. Y volviendo a esa paradoja antes mencionada, lo cierto es que se puede concluir con facilidad que es una entrega más bien imprescindible para seguidores de Predicador.
El volumen incluye los cuatro números de Preacher: The Saint of Killers, publicados originalmente por DC a través de Vertigo, su sello para adultos, entre agosto y noviembre de 1996, y los especiales Preacher: The Story of You-Know-Who y Preacher: The Good Old Boys, de diciembre de 1996 y agosto de 1997 respectivamente. El contenido extra lo forman dos introducciones de Steve Dillon y Garth Ennis, las cubiertas originales de Glenn Fabry y una galería de pin-ups de John Higgins, Dave Johnson y J. G. Jones.