CÓMIC PARA TODOS

‘Supreme. La historia del año’, de Alan Moore

6464Editorial: Random House Mondadori / DeBolsillo.

Guión: Alan Moore.

Dibujo: Joe Bennett, Mark Pajarillo, Chris Sprouse, Richard Horie, J. J. Bennett, J. Morrigan, Rick Veitch, Keith Giffen y Dan Jurgens.

Páginas: 256.

Precio: 21,90 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Febrero 2011.

Si alguien defiende que un tebeo es lo que es y que no puede ser más que eso, Supreme es la prueba definitiva de su error. Cuando Image propagó el modelo de cómic de superhéroes hipermusculado y anatomías imposibles, de acción violenta por sí misma y poca evolución argumental, nadie podía imaginar que Alan Moore protagonizaría un cambio tan radical. Supreme pasó de ser la serie típica de Image a ganar un premio Eisner  al mejor guión en 1997. ¿Cómo? Muy sencillo en su genialidad. Moore abrazó sin rubor la idea de que Supreme era el nada disimulado Superman de Image y se dedicó a reconstruir su mitología con un profundo homenaje a la historia del cómic de superhéroes, con especial énfasis en la Edad de Oro y en la de Plata, pero sin renunciar a su revisión hasta llegar a los años 70. Pensemos en algo parecido a un cruce de las intenciones de John Byrne en Superman o de Grant Morrison en Batman y en su All-Star Superman. Eso es más o menos lo que hizo Moore una década antes, valiéndose de un inspiradísimo grupo de dibujantes para que cada paso que diera tuviera la sensibilidad y el aspecto necesario. El incomparable autor mezcló el cómic de siempre con el más contemporáneo y, a su manera, contribuyó a que los oscuros años 90 fueran un poco más brillantes con un Supreme que marcó nuevos caminos para la industria.

Lo más asombroso del Supreme de Moore es que la magnífica mezcla que tiene. Sus historias arrancan con un héroe que ha perdido la memoria, que regresa a su realidad después de haber sufrido el olvido en una trampa de su mortal enemigo, Darius Dax, y con la revisión de la esencia del personaje, del supehéroe en general, por medio de historietas de corte clásico insertadas en la narración central. De esa forma tan hermosa Moore rinde homenaje al mundo del cómic, a su historia y a su legado, a épocas en las que el tebeo era considerado poco menos que un barato entretenimiento para niños, y configura un lenguaje atemporal e inmortal. Supreme se convierte, de repente, en un personaje que puede llegar al grado de fascinación que provoca Superman, hasta las ocurrencias más absurdas de las primeras décadas de vida del Hombre de Acero encuentran una revisión sorprendente y formidable en las manos de Moore, sus historias son constantes guiños para el aficionado, pero al mismo tiempo un relato exigente para el lector de hoy en día. El recorrido de Moore pasa por todos los aspectos posibles del héroe: su familia, sus amigos, su relación con otros héroes, su identidad secreta, el amor, su némesis definitiva. Todo está aquí.

Y como el abanico temático es tan amplio, Moore entiende que no se puede narrar con un único dibujante y enriquece el resultado final cambiando constantemente de dibujante. Lo hace en la historia central, por la que pasan seis dibujantes (Joe Bennet, Mark Pajarillo, Chris Sprouse, Richard Horie, J. J. Bennett y J. Morrigan), pero también en las secuencias retro que adoptan la forma de tebeos más breves que imitan los estilos que marcaban el cómic de superhéroes en los años 40, 50, 60 y 70 Es inevitable que en la historia contemporánea se note el estilo que marcaba profundamente el cómic Image en los años 90, aunque no es tan exagerado como en otras series de la época. En ese sentido, insistiendo en la misma idea que preside los objetivos de Moore, es algo más Superman y algo menos Supreme. Las secuencias retro (realizadas por Rick Veitch, Keith Giffen y Dan Jurgens) son, sencillamente, brillantes. Cada una de ellas es una sorpresa en sí misma, dentro del formidable plan de la serie. Titular el volumen de Supreme como La historia del año es casi una advertencia al lector de 1996, que se iba a encontrar el relato más apasionante de ese año, doce meses de publicación que ayudaron a cambiar por completo el panorama editorial del cómic de superhéroes y que todavía hoy sigue brillando con luz propia. Imprescindible por su valentía y por su genialidad.

El volumen incluye los números 41 a 52 de Supreme, publicados originalmente entre agosto de 1996 y septiembre de 1997. Image Comics pulicó los dos primeros, la serie pasó después a Maximum Press y se hizo cargo de seis números y los cuatro finales salieron con el sello de Awesome Entertainment.

2 comentarios el “‘Supreme. La historia del año’, de Alan Moore

  1. Thor_Maltes
    11 febrero, 2015
    Avatar de Thor_Maltes

    a mi me han hablado maravillas de esta obra; soy un lector devoto de Moore, más no de Image. Tengo muy marcado el estereotipo de que lo único que saben hacer son Spawns, Youngbloods y series que generan polémica por sus adaptaciones (cof Walking dead cof)
    Pero no negaré mi interés en leer esta historia, ya que tengo entendido son todas las ideas que tenía Moore para Superman antes de largarse de DC.

    • juanrmillan
      20 febrero, 2015
      Avatar de Juan Rodríguez Millán

      Como dices, es el Superman que Alan Moore nunca hizo. Y se nota. Está toda la mitología del personaje, por mucho que el envoltorio sea el de Supreme. Los 90 en general en Image en particular me generan las mismas sensaciones que a ti, pero esto es otra historia. Espero que consigas leerla, desde luego merece muchísimo la pena.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías