‘Merlín’, de Robin Wood y Enrique Alcatena

Editorial: ECC.

Guión: Robin Wood.

Dibujo: Enrique Alcatena.

Páginas: 144.

Precio: 11,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Octubre 2014.

Las leyendas artúricas nunca pierden su encanto. No importa cuantos años pasen, cuánto cambie la sociedad que les rodea o las modas que imperen en la ficción popular. Versión tras versión, en el medio que sea, estos relatos encuentran un público ávido de ver una nueva forma de encarar una historia mil veces contada y de sobra conocida. El escritor paraguayo Robin Wood centra su trabajo en Merlín, al que convierte en protagonista absoluto, eje en torno al cual se mueven todos los demás personajes y hace de la historia de Camelot una de supervivencia de las criaturas mágicas en el mundo de los hombres. Ese es su objetivo a la hora de ir trazando sus movimientos, que hadas y magos puedan seguir sobre la Tierra guiadas y protegidas por el ejemplo de un rey modélico, Arturo. Pero quienes conozcan la historia saben de sobra los obstáculos que hay en ese afán. No hay nada especialmente nuevo en este Merlín de Brian Wood, más allá de volcar el énfasis de su trabajo precisamente en los aspectos más fantásticos y fantasiosos de los mitos en torno al Rey Arturo, pero sí una fascinación inmediata, por el retrato que traza el guionista del mago y por la forma en que Enrique Alcatena dibuja en un poderoso blanco y negro todos los elementos que han hecho que públicos de muy diferentes generaciones, formaciones y gustos disfruten por igual de este cuento oscuro.

Quienes recuerden Excalibur, la espléndida película de John Boorman de 1981, verán que la historia de este tebeo no se aleja demasiado de los parámetros de aquella. Obviamente hay variaciones, porque ningún autor cuenta lo mismo de la misma manera, pero es una referencia bastante válida. Aún así, Wood da un toque casi operístico a la historia desde el principio, por lo que cuenta y por la forma en que lo cuenta, obviando pero no menospreciando las escenas de acción (a las que deja espacio sobre todo en el clímax) y dando un poso importante a los diálogos, ágiles y muy bien insertados en la historia sin ralentizar su ritmo, y a las relaciones personales que se tejen entre Merlín y el resto de los personajes. Lo que hace más intensa y de alguna manera más atractiva esta aproximación es que todo cobra sentido en torno a Merlín. Incluso personajes como Ginebra o Lanzarote, que en realidad están más ligados a la tragedia de Arturo y la caída de Camelot, se mueven alrededor del mago, como por supuesto lo hacen Morgan, el Soñador Negro o Modred, además del propio Rey. Wood mezcla admirablemente la fantasía con unas conclusiones demoledoras sobre la naturaleza humana, a pesar de que Merlín sea el valedor del hombre y haga lo imposible por agarrarse a una esperanza vana.

Ese tono casi lúgubre que hay en el guión encuentra una fantástica expresión en el dibujo de Enrique Alcatena. El ilustrador argentino firma un trabajo espléndido porque sabe moverse en terrenos familiares para el lector, sabedor de que son personajes mil veces interpretados en diferentes medios, pero al mismo tiempo dándole a todo un toque personal que haga que el lector siempre tenga claro que está leyendo este Merlín y no otra versión de la historia. La ambientación es sobresaliente, como lo es el diseño de personajes y criaturas. Siempre que hay un dragón en escena sirve para medir el talento de un dibujante en comparación con otros y el de Alcatena es sencillamente brillante y espectacular. Y es que hay mucho de espectáculo en el dibujo de este cómic, los escenarios, las criaturas y todo lo fantástico, pero también el retrato de los personajes más humanos, la carnalidad de Morgan, el cansancio del propio Merlín. Y también en la forma de configurar la página, contribuyendo a esa concepción teatral con ornamentos que ayudan a la inmersión del lector en este mundo de ilusiones y magia. Sus tintas, además, hacen que el tono marcado por Wood no se pierda en ningún momento. Merlín es, por tanto, una formidable aproximación a la leyenda, una que merece un puesto de honor en las incontables versiones que se han hecho.

Merlín se publicó originalmente por capítulos en la revista Nippur Magnum en 1993. El volumen no tiene contenido extra.