CÓMIC PARA TODOS

‘Haarmann’, de Peer Meter e Isabel Kreitz

p-haarmann-rusticaEditorial: La Cúpula.

Guión: Peer Meter.

Dibujo: Isabel Kreitz.

Páginas: 180.

Precio: 17,90 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Diciembre 2014.

En el mundo de la cultura, el retrato de una mente enferma y criminal es siempre tan atractivo como difícil de acometer. Haarmann, del guionista Peer Meter y la dibujante Isabel Kreitz, se mueve con elegancia cerca de la frontera que separa el thriller del documento histórico. Porque Haarmann es un personaje real, uno de los peores asesinos que recuerda Alemania, y su retrato en esta novela gráfica es sobrecogedor precisamente por su realismo. Eso lleva a que el tebeo sea tan oscuro como adulto, que esquiva con maestría el morbo innecesario (aunque no el humor negro, que asalta en alguna que otra viñeta) y, a cambio, ofrece un espléndido retrato de un macabro criminal histórico sin caer en la tentación de darle alguna explicación coherente. La irracionalidad de su comportamiento y la normalidad de la vida real forman un hermoso contraste, aderezado por un espléndido trabajo de ilustración y un blanco y negro opresivo y lleno de tensión. Meter y Kreitz cuentan la historia de Haarmann con un tono documental, casi periodístico, con una voz clara y directa. No hay artificiosidad, engaño o ficción aparente. Al contrario, todo suena realista y auténtico, aunque pueda haber licencias literarias en el desarrollo de estos hechos reales, y es el anclaje a la vida cotidiana lo que hace que las cotas de horror crezcan hasta niveles insospechadas.

Hay en esta novela gráfica mucho de retrato social, el del Hannover de 1924, y quizá, en cierta manera, también de la Alemania nazi que aún no había tomado el poder (Adolf Hitler ganó las elecciones en 1933). Es fácil detectar una triste metáfora entre las denuncias desechadas contra Haardmann, algo que también buscan la implicación del lector en la persecución de las atrocidades del protagonista, y las advertencias que nadie quiso atender sobre la crueldad del régimen alemán. Y eso es lo que hace de Haarmann una novela gráfica sobrecogedora. Todo está a la vista en el guión de Meter, que no esconde en ningún momento el sadismo tranquilo de su protagonista, como tampoco su homosexualidad, o la incompetencia de la policía, que siempre tuvo al asesino frente a sus propios ojos. Lo más sobrecogedor de Haarmann está en la hábil mezcla de diálogos y silencios. Con las palabras, Meter retrata los aspectos más cotidianos, las conversaciones más banales, la vida más rutinaria, siempre ofreciendo la sensación de que hay mucho más detrás de esa aparente normalidad y llevando al lector a los escenarios que considera convenientes para que el horror se despliegue ante sus ojos sin mostrar en realidad demasiados momentos truculentos. Los silencios, en cambio, acompañan los crímenes del asesino en serie, sus movimientos, sus pensamientos, que quedan ocultos y a merced de la imaginación de cada lector.

Si la mezcla es tan poderosa es algo que se debe en la misma medida a los aciertos de Meter como el espléndido dibujo de Isabel Kreitz, que da al libro un estilo único. El carboncillo sin entintar y el blanco y negro escogidos son un pasaporte instantáneo a la época en la que se desarrolla la historia. Kreitz hace maravillosos desarrollos narrativos precisamente cuando no tiene el apoyo de los diálogos y muestra una hermosa colección de expresivos rostros, que son el apoyo fundamental para que se entienda todo lo que realmente está sucediendo. Todo se puede adivinar en sus ilustraciones, incluso sin necesidad de palabras. Y el trabajo de ambientación es igualmente espléndido, con una traslación total a la Alemania de los años 20 del siglo pasado que también se beneficia y mucho del estilo de Kreitz. Esta es, en muchos sentidos, una historia muy cinematográfica. Si Meter nunca ha ocultado que Psicosis y El silencio de los corderos son sus referentes, en el caso de Kreitz, y admitiendo una mayor cercanía al primer filme por su blanco y negro, habría que ampliar mucho más ese horizonte, quizá tanto que se pierden esos referentes y se entiende la novela gráfica como algo muy personal. Haarman es un cómic sobrecogedor por su ambiciosa y casi perfecta mezcla de un relato realista, casi costumbrista, con un ser macabro y peligroso. Una lectura fascinante de principio a fin.

Carlsen publicó originalmente Haarmann en octubre de 2010. La Cúpula ya había publicado esta obra en cartoné en septiembre de 2011. Como contenido extra, el volumen incluye un repaso histórico sobre los hechos que cuenta la novela gráfica, acompañado por fotos de la época y de sus protagonistas.

2 comentarios el “‘Haarmann’, de Peer Meter e Isabel Kreitz

  1. Yo tuve la ocasión de leerlo, un estupendo trabajo de cómic negro, negrísimo. Gracias por traerlo acá, al recuerdo. Feliz año, un abrazo!

    • juanrmillan
      20 febrero, 2015
      Avatar de Juan Rodríguez Millán

      Lo leí cuando apareció la edición en cartoné, pero La Cúpula nos ha dado la excusa perfecta para hablar del libro al reeditarlo en rústica. Es una pequeña gran maravilla, desde luego. ¡Feliz año… aunque lo desee con retraso.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información

Esta entrada fue publicada en 13 enero, 2015 por en Carlsen, Cómic, Isabel Kreitz, La Cúpula, Peer Meter y etiquetada con , , , .

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías