Guión: Yann Le Peletier.
Dibujo: Philippe Berthet.
Páginas: 496.
Precio: 39,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Septiembre 2014.
Espectacular. Este integral de Pin-Up merece ese sencillo adjetivo para resumir de forma precisa el enorme esfuerzo narrativo, documental y casi fetichista que hacen Yann Le Peletier y Philippe Berthet en una historia prolongada en el tiempo editorial (son diecisiete años de vida, nada menos, repartidos en diez álbumes) y argumental, puesto que la odisea de Dorothy Parker se extiende desde los días de la Segunda Guerra Mundial hasta los años 60. Yann y Berthet trazan un entretenido panorama social de más de tres décadas desde el punto de vista de una mujer fascinante, hecha a sí misma y que sobrevive desempeñando las más fascinantes, diversas y extraordinarias profesiones, desde la protagonista de una tira de prensa bélica a investigadora privada, pasando por modelo de bondage, buscadora de serpientes o fisionomista de un casino de Las Vegas. Pin-Up es una sensacional mezcla entre la estimulación sensorial, sobre todo pero no únicamente por la belleza de su protagonista, y el desarrollo de unos guiones inteligentes y hábiles, plagados de referencias históricas, sociales y culturales para estar llamando permanentemente la atención del lector. Como si fuera posible distraerse en su lectura.
Es fácil dividir Pin-Up en tres grandes grupos dentro de la misma historia. Los tres primeros álbumes relatan la odisea de Dottie, que así gusta de ser llamada la protagonista, durante la Segunda Guerra Mundial, convertida en modelo de un dibujante y protagonista de una tira patriótica de un personaje tan atractivamente sexual como ella, Poison Ivy. El segundo, también de tres álbumes, lleva a esta mujer de armas tomar a una historia de espionaje en plena guerra fría, como esposa de un piloto capturado por la Unión Soviética. Y el tercer grupo, menos cerrado, introduce a Dottie en el mundo del espectáculo, el más popular y el más turbio, como compendio de la cultura norteamericana de los años 50 y 60. Yann borda cada uno de los capítulos con una narración casi cinematográfica, sin cartuchos de texto hasta las dos entregas finales, lo que le permite un manejo ágil e inteligente de los diálogos. Incuestionable es su labor de documentación para hacer creíbles todos los escenarios, desde el militar hasta el de Las Vegas, con la jerga necesaria (y aclarada en notas a pie de página), y su enorme facilidad para hacer creíbles personajes surgidos desde los ambientes más variopintos.
Pero es Dottie el personaje que encandila y que hace de Pin-Up una experiencia fascinante. Lo hace a través de las descripciones, pero sobre todo con los dibujos de Berthet. Es obligatorio destacar también en el ilustrador el formidable trabajo de documentación para que todo, escenarios, vestuarios, vehículos y todos los detalles, encajen en el tiempo histórico en el que transcurren las aventuras de Dottie. También el parecido con las figuras más realistas que van cruzándose en su camino, desde John Fitzgerald Kennedy o Howard Hughes hasta Frank Sinatra o Alfred Hitchcock. Pero es lo que es indudablemente un maestro Berthet es en el dibujo de la anatomía femenina. Pin-Up es una obra con la que el lector se siente como un voyeur cazado en sus miradas culpables, pero al mismo tiempo estimula la belleza no ya sólo de los cuerpos sino también de los rostros y las miradas. Sus mujeres son femeninas y sexuales, pero también (y quizá esa sea la clave para que la obra no quede desvirtuada) por su belleza y su carácter. Pin-Up es así un espléndido entretenimiento, un thriller intenso y muy bien construido pero también un tebeo que se devora con la vista y que, pese a la enorme extensión de sus diez álbumes, es imposible dejar de leer hasta acabarlo.
El volumen incluye los nueve álbumes de Pin-Up (Remember Pearl Harbor de 1994, Poison Ivy y Flying Dottie de 1995, Blackbird de 1998, Colonel Abel de 1999, Gladys de 2000, Las Vegas de 2001, Big Bunny de 2002 y Venin de 2005) incluidos en L’intégrale, de 2010, más Le Dossier Alfred H., de 2011, todos ellos publicados originalmente por Dargaud. El libro no tiene contenido extra.